El pasado mes de octubre, el fabricante de Ingolstadt anunció la renovación de uno de sus modelos más interesantes, firmado por Audi Sport: el Audi RS 4 Avant 2020. Por razones difíciles de comprender, este modelo de corte familiar ofrece una dinámica que resulta mejor incluso que la de su gemelo, el Audi RS 5 Sportback, con el que es casi idéntico a nivel técnico.
Como es lógico, el diseño está basado en el de la renovación de la gama Audi A4 convencional. Y lo cierto es que los cambios le han sentado bastante bien, aunque en el RS 4 Avant son menos evidentes, ya que su predecesor ya tenía una estética agresiva. Los pasos de rueda, por ejemplo, son 3,0 centímetros más anchos que en el A4 normal. También se aprecia la diferencia en la parrilla, más plana y ancha, o en los faros, paragolpes y capó.
Galería: Audi RS 4 Avant 2020, prueba
Los principales cambios los encontramos en el interior. En general, se ha puesto al día en lo que respecta a digitalización y conectividad. Entre otras cosas, añade una pantalla multimedia más grande, de 10,1 pulgadas, que ahora utiliza un sistema mucho más rápido, denominado MIB3. Aunque todo es táctil, el sistema es intuitivo y los gráficos son de gran calidad, al igual que los del cuadro de instrumentos digital o Audi virtual cockpit, de 12,3 pulgadas.
Como es habitual, la calidad de los materiales y acabados del habitáculo es fantástica, pero no hay suficientes compartimentos portaobjetos y los asientos son algo estrechos. Al principio puedes tener la sensación de que vas sentado demasiado alto, aunque te acostumbras rápidamente. Además, el maletero ofrece entre 505 y 1.495 litros de volumen de carga.



¿Es mejor que antes dinámicamente?
Lo es. Y resulta sorprendente, como hemos dicho, que tenga un comportamiento mejor incluso que el de su hermano, el Audi RS 5 Sportback, que pudimos conducir aquel mismo día. No me preguntes por qué. Tienen la misma distancia entre ejes, el mismo peso... y apenas hay alguna ligera diferencia, a nivel de puesta a punto.
"De lo mejor de Audi Sport. Muy rápido, con grandes niveles de adherencia, muy efectivo... pero nada soso ni aburrido"
No obstante, esta variante familiar se siente más suelta y ágil, pero también mejor atada al asfalto. Tiene un eje delantero más directo e incisivo, así como una dirección más viva. Digamos que, por dinámica de conducción, el RS 4 Avant es un coche más predispuesto, que da la sensación de ser más compacto y, en general, se mueve de manera más coherente.

Es de lo mejor de Audi Sport. Muy rápido, con un tremendo agarre, muy efectivo, pero para nada soso ni aburrido (como sí ha ocurrido en modelos RS previos). Sin duda, el RS 4 tiene carácter y su diferencial trasero funciona bien, aportando una experiencia de conducción más cercana y con más sensaciones.
Esto se traduce en que el eje delantero del coche se inscribe a la perfección en las curvas, mientras la zaga lo sigue con presteza, así que transmite una sensación de agilidad. El RS 4 Avant nunca será una bestia capaz de achicharrar neumáticos traseros, como un Mercedes-AMG C 63 (ya sea berlina o familiar), ni tampoco un hábil bailarín, como un Alfa Romeo Giulia QV. Aun así, si pudieras elegir cómo debería comportarse un familiar de Audi, probablemente estaría muy cerca de este resultado.

Y... ¿el motor?
De nuevo, no hay mucho que añadir en este sentido, ya que el restyling conserva la mecánica de su predecesor. Esto no es algo negativo, desde luego, ya que esta máquina era y sigue siendo un digno representante de los familiares 'de armas tomar', al que no le falta potencia, precisamente.
Por tanto, esconde el mismo 2.9 TFSI, un bloque V6 biturbo, que alcanza 450 CV de potencia entre 5.700 y 6.700 rpm, así como un par motor máximo de 600 Nm en un enorme rango de vueltas: de 1.900 a 5.000. Además, anuncia un 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y una velocidad punta de 250 km/h (autolimitada), si bien, de manera opcional, se puede aumentar hasta los 280 km/h.



Como ya dijimos sobre el RS 5 Sportback, parece estar aferrado al asfalto por ambos extremos. No encontrarás mucho dramatismo, ya que consigue generar sensaciones en tu estómago, pero de una manera eficiente, limpia y correcta, sin teatralidad. No obstante, tiene su encanto, mientras que su capacidad de empuje en línea recta es tremenda. Además, el sonido es bastante agradable.
El hecho de subir el motor de vueltas, aunque no sea el antiguo 4.2 V8 de giro rápido, también aporta felicidad, aunque si quieres que este Avant ofrezca una buena respuesta, es recomendable poner el modo de conducción 'Dynamic' o configurar de forma acorde a tus intenciones los nuevos modos RS, seleccionables a través de dos botones en el volante.

La transmisión automática con convertidor de par tiptronic, de ocho relaciones, tiene un funcionamiento muy discreto y, además, es suficientemente rápida, aunque resulta mejor operarla de manera manual, a través de las levas integradas en el volante, al menos si quieres darte alguna alegría.
En definitiva, es un conjunto muy completo, más que el RS 5 Sportback, aunque quizá no tan divertido o salvaje como el C 63. Hablamos de un auténtico cohete, apto para cualquier clima, con mucho carácter y con un sistema de tracción total muy capaz.
Sin duda está entre los mejores RS del momento, junto a los nuevos RS 6 Avant y RS 7 Sportback. Es cierto que el equipamiento opcional es muy caro, pero suponemos que cuando buscas un coche así, que cuesta 99.910 euros, ya sabes dónde te metes.
Audi RS 4 Avant 2020