Aunque no es lo habitual, el Audi RS 5 Sportback ya ha sufrido su primera actualización, cuando apenas lleva un año de comercialización. Sin embargo, el fabricante de los cuatro aros no ha esperado más para hacer frente al resto de rivales, que siguen afilando sus armas.
Ya hemos tenido ocasión de probarlo y debemos decirte que tampoco debes esperar una profunda revisión. Al contrario, los principales cambios se centran en unos nuevos grupos ópticos, junto con pilotos de nuevo cuño, así como una parrilla rediseñada, paragolpes con formas ligeramente diferentes y un estudiado difusor posterior.
Ahora, los compradores podrán optar por nuevas combinaciones estéticas, como la carrocería verde con diferentes detalles dorados, que dota al deportivo alemán de un aspecto elegante, a la par que extrema. En cualquier caso, el RS 5 Sportback 2020 ha sido el primero en enseñar sus cartas, a la espera de la respuesta de sus rivales eternos: BMW y Mercedes-Benz.
De esta forma, en el plano mecánico nada cambia, mientras que en el interior, observamos un nuevo sistema de infoentretenimiento más potente y veloz, con una pantalla digital de mayor tamaño, así como la posibilidad de manejar dicho sistema, íntegramente, mediante el mando de control con superficie táctil.
Sin novedades para el 2.9 V6 biturbo
Suponemos que, ante cualquier actualización, ya nos habíamos acostumbrado a un aumento de potencia del motor como primera medida. Sin embargo, en este caso, el bloque de seis cilindros, con dos turbocompresores, sigue ofreciendo 450 CV de potencia a 5.700 rpm y un par motor de 600 Nm entre 1.900 y 5.000 vueltas.
Como habréis supuesto, este bloque es capaz de maltratar la espalda del conductor y los ocupantes, casi a cualquier régimen, con una fuerza y una persistencia que consiguen sorprender, incluso en la parte alta del cuentarrevoluciones. El indicador luminoso para el cambio óptimo de marcha, que aparece en la instrumentación, en tercera y cuarta velocidad, parece un simple destello que cuesta percibir con claridad, debido a su fugacidad.
Las levas para el cambio automático, ahora renovadas y ubicadas detrás del volante, se convierten en imprescindibles para conocer la vertiente más salvaje del RS 5 Sportback 2020. Gracias a ellas, conduciendo en modo manual, sientes que eres capaz de exprimir al máximo el potencial del motor y de la caja de cambios con convertidor de par tiptronic, de ocho velocidades, obra del especialista ZF.
Una transmisión obediente, rápida y de suave funcionamiento, que consigue convencerte desde los primeros compases, incluso en los modos 'Confort' o 'Auto', del control dinámico de la conducción Audi drive select.
Las prestaciones siguen siendo sorprendentes, con un tiempo de apenas 3,9 segundos en el 0 a 100 km/h, o de 13,2 segundos para alcanzar los 200 km/h desde parado. La cantidad de empuje disponible es, en todos los casos, casi absurda, aunque esa percepción de suficiencia resulta adictiva.
Es cierto que otros modelos como el Mercedes-AMG C 63 ofrecen una sensación más acusada de aceleración violenta, pero en el caso del Audi, ese hormigueo en el estómago también está presente, aunque de una forma más matizada.
La unidad de pruebas del RS 5 Sportback 2020 incluye el sistema de escape deportivo, por lo que la melodía del motor resulta una sinfonía, si se saben tocar los botones correctos; es decir, activar los modos de conducción adecuados. El sonido mecánico se filtra al interior de forma artificial, aunque hay que decir que no resulta desagradable.
En el plano dinámico, el modelo alemán muestra unas hechuras y reacciones diferentes al RS 5 Coupé, un modelo que adolece de una puesta a punto de la suspensión claramente mejorable y una tendencia subviradora, que no nos convence en absoluto.
En este caso, la suspensión del RS 5 Sportback es similar a la del RS 4 Avant 2020. En la berlina familiar deportiva, esos 'contratiempos' no se aprecian en absoluto, algo que hemos tenido ocasión de corroborar en el nuevo RS 5 Sportback que, además, consigue alejarse de esos aspectos negativos señalados en el RS 5 Coupé.
Hilando con el RS 4 Avant, noto diferencias de agilidad entre ambos. Por resumirlo de forma gráfica, el RS 4 Avant sería una talla 'M', mientras que el RS 5 Sportback es más una 'L'. No me preguntes la razón exacta, puesto que ambos vehículos comparten la misma distancia entre ejes y pesan casi lo mismo.
Habría que buscar las diferencias en pequeños detalles, como la puesta a punto de la amortiguación. En este sentido, si lo comparamos con un S5, el RS 5 Sportback es 7 milímetros más bajo y tiene unos amortiguadores un 15% más firmes.
Así las cosas, la impresión general es que el nuevo modelo alemán no es tan juguetón como un Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio, ni tan enérgico a la hora de quemar la goma en el asfalto, como lo pueden ser un Mercedes-AMG C 63 o un BMW M3. Sin embargo, el nuevo RS 5 Sportback es un gran turismo más autoritario, rápido y estable que antes.
El eje delantero y la precisión de la dirección puede que no sean tan escrupulosos como en otros rivales, pero disfruta de un agarre infinito gracias a la tracción total quattro y un aplomo asombroso al negociar las curvas a alta velocidad.
Cuando se acelera con fuerza en las curvas cerradas, se puede sentir cómo el diferencial deportivo hace malabares con la fuerza disponible en el eje trasero. Y a diferencia de en anteriores generaciones, el tren posterior parece ser el vencedor en la batalla por disponer de la fuerza del motor, algo que se agradece, si lo que queremos es conocer los límites deportivos del modelo alemán.
En el interior, la calidad de los materiales y el ajuste de los mismos son excepcionales. Las plazas traseras no disponen de un espacio muy holgado, sobre todo en lo referido a la altura libre al techo, pero la calidad de los asientos es intachable. El maletero, por su parte, ofrece una capacidad de 465 litros.
Como mencionábamos al principio, la principal novedad es el sistema de infoentretenimiento, con una pantalla táctil de 10,1 pulgadas, que ofrece un manejo muy intuitivo, a pesar de la enorme cantidad de funciones que ofrece. Los mandos físicos del sistema de climatización siguen estando presentes, algo que se agradece, así como un volante multifunción muy completo y bien pensado.
La instrumentación digital Audi virtual cockpit, de 12,3 pulgadas, permite mostrar un nuevo modo, denominado RS, que también tiene un acceso directo desde el propio volante. Con él, se recuperan los ajustes predefinidos del motor, el chasis, el diferencial, la dirección asistida y el sonido del escape.
Respecto a los rivales que acechan al RS 5 Sportback 2020, habría que buscar, en primer lugar, en casa. El propio RS 4 Avant es una seria amenaza. Disfruta de más espacio interior y de mayor funcionalidad, ofrece unas prestaciones similares y es más barato. Eso sí, habrá quien defienda que, después de este restyling, el RS 5 Sportback sea mucho más atractivo, en el plano estético. Nosotros lo dejamos ahí, porque para gustos, los colores.
Audi RS 5 Sportback 2020