Como bien sabes, el segmento de los todoterrenos está polarizado entre la opción más popular y asequible, el Suzuki Jimny, y modelos plenamente lujosos, como el nuevo Jeep Grand Cherokee o los Land Rover Defender, Discovery y Range Rover, e incluso el Mercedes-Benz Clase G. Desde hace años, justo en el término medio se encuentra el Toyota Land Cruiser 2023, que sigue abanderando su versatilidad. 

A falta de rivales como el Mitsubishi Montero o el Nissan Pathfinder (¡cómo los echamos de menos!) y si exceptuamos el SsangYong Rexton, el representante japonés es el 4x4 puro de corte familiar más barato del mercado y además sus cualidades camperas permanecen inalteradas con el paso del tiempo, con lo cual no nos puede gustar más. ¡Que aguante muchos años!

Galería: Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p

El Toyota Land Cruiser 2023, en cinco puntos clave:

Diseño

El hecho de ser un vehículo muy veterano se hace patente en un diseño que casi podríamos calificar como un clásico de nuestros tiempos. Esta carrocería de cinco puertas mide 4,84 metros de largo y la altura se va hasta los 1,84 metros, por lo que vienen fenomenal las estriberas laterales para acceder al interior, aunque sean un componente delicado al practicar 4x4.

Nuestro ejemplar de pruebas montaba unos neumáticos Dunlop Grandtrek AT23 con dimensiones 265/55 R19, pensados principalmente para asfalto y con un dibujo que proporciona un buen agarre en todo tipo de condiciones meteorológicas. El sonido de rodadura no se hace presente a velocidades de crucero, pero si vas a meter el coche por el campo de forma habitual, deberás elegir otras gomas.

La rueda de repuesto (completa, como debe ser) se guarda debajo de la carrocería y no va anclada al portón, ya que la luneta trasera es practicable, para no tener que abrir de forma lateral siempre dicho portón. No faltan prácticos faldones de barro y los faros y pilotos LED vienen de serie en el acabado VXL. Por cierto, el Land Cruiser también se ofrece con carrocería de tres puertas para los más aficionados al todoterreno.   

Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p
Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p
Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p

Interior

No podemos negar que, al acceder al interior, el Land Cruiser nos recuerda al modelo de principios de siglo, pero eso no es malo porque si bien la imagen no es la más moderna (instrumentación analógica, pantalla central pequeña, freno de mano por palanca...), la calidad de fabricación está fuera de toda duda. 

Sin duda, el ambiente lujoso que se respira y la tapicería y el tapizado de color claro sorprenden en un todoterreno preparado para el campo. En este caso, la terminación VXL está mucho más enfocada a un uso familiar en largos viajes. Al fin y al cabo, el climatizador de tres zonas, los asientos calefactados y ventilados o la pantalla multimedia en el techo nos hacen sentir como en una casa con ruedas. 

Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p
Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p
Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p

El equipo de audio JBL suena fenomenal, mientras que el sistema multimedia Toyota Touch 2 ofrece una cartografía algo desfasada, si bien es compatible con los protocolos Apple CarPlay y Android Auto. También es mejorable la resolución que ofrece la cámara trasera. Como contrapunto, la guantera central refrigerada supone una excelente idea y funciona a las mil maravillas.  

En el ámbito de la habitabilidad, el todoterreno japonés se ofrece con siete plazas de serie. Las dos últimas están pensadas para niños principalmente y emergen y se esconden de forma eléctrica a través de dos botones. A pesar de su anchura (1,85 metros), el coche no cuenta con tres asientos individuales en la segunda fila. A cambio, dichos asientos se pueden regular en longitud y en inclinación, y el espacio en ellos es soberbio. 

En función de las plazas ocupadas, el maletero oscila entre los 104 y los 553 litros. Incluso esta última no me parece una cifra espectacular, ya que las dos plazas extra penalizan el volumen para la carga. 

Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p
Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p
Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p

Mecánica

Gracias a que cumple con la normativa de emisiones con su gama, Toyota no necesita electrificar el Land Cruiser (etiqueta C, por lo tanto) y, por mucho que nos digan, un bloque turbodiésel siempre es la opción más lógica en un vehículo así y no sólo por los consumos, sino también por el rendimiento que proporciona fuera del asfalto. 

El bloque tetracilíndrico 2.8D de 204 CV, un 'viejo conocido', entrega la potencia máxima a tan sólo 3.400 rpm y el par máximo, 500 Nm, está disponible a únicamente 1.600 vueltas, algo básico para arrancar con fuerza desde parado ante un obstáculo campero. Además, la aceleración de 0 a 100 en 12,7 segundos no está nada mal para una 'mole' de 2,3 toneladas de peso en orden de marcha. 

Asociado a una transmisión automática con convertidor de par de seis velocidades sin levas, este bloque de gasóleo declara un consumo medio de 9,5 litros cada 100 km, una cifra que nosotros reproducimos en los desplazamientos interurbanos, con poco peso a bordo y con el programa de conducción Eco activado. En todos los demás supuestos, siempre se alcanzan las dos cifras. 

En marcha

Ya que este ejemplar del Land Cruiser premia sobre todo los viajes sobre asfalto, la mayoría de los kilómetros de la prueba los realizamos sobre la 'alfombra gris'. En este escenario, la sensación de velocidad es más baja de la real, pues la posición de conducción es muy alta, el interior está bien aislado de ruidos aerodinámicos y el motor no suena a velocidad constante. Como supondrás, el cansancio tarda mucho en aparecer. 

La suspensión neumática aporta su buen hacer a la hora de sumar kilómetros de calidad. A cambio, la precisión en los cambios de trayectoria no llega al nivel de los todoterrenos más lujosos, pues no es el punto fuerte del eje rígido trasero. No obstante, el Land Cruiser se gobierna sin muchas complicaciones cuando llegan las curvas, si tenemos en cuenta que hay que anticiparnos más a la frenada que en un SUV y que debemos completarlas a una velocidad algo más baja. Definitivamente, las oscilaciones se controlan con bastante sencillez.

Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p

Pero claro, en el campo este coche sigue siendo magnífico. Además de los resortes neumáticos (la altura libre al suelo llega a los 21,5 centímetros), el 4x4 japonés suma tracción total con reductora (2,57:1), bloqueos de los diferenciales central y trasero, programas de conducción todoterreno MTS o control de crucero off road Crawl.

Además, el botón Second Start permite al coche arrancar en segunda velocidad, lo que ayuda en firmes deslizantes. Por su parte, el sistema Idle Up sube las revoluciones para que el motor coja temperatura antes en climas con frío extremo. Si a todo esto sumamos un ángulo de ataque de 31 grados y otro de salida de tan solo 25, pocos obstáculos se nos resistirán.

Sólo hay que tener cuidado con las crestas y también con algún que otro agujero, pues los 2,79 metros de batalla y las estriberas no son buenas aliadas. A cambio, la transmisión automática facilita sobremanera la experiencia de conducción en el campo, la suspensión se 'traga' todos los baches prácticamente sin rechistar y el eje rígido permite descolgar más las ruedas en cruces de puentes. 

Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p
Prueba Toyota Land Cruiser 2.8D VXL 5p

Equipamiento y precio

El acabado VXL, situado por debajo del tope de gama Limited, viene realmente bien equipado. Además de lo citado, destacan el techo solar, inserciones en madera pulida, retrovisores plegables eléctricamente y un sinfín de ayudas electrónicas a la conducción que no son intrusivas de primeras. 

Según el configurador, ahora mismo, el Land Cruiser más completo a la venta es el VX, por 59.100 euros, mientras que este VXL tenía hasta hace poco una tarifa oficial de 73.600 euros. La gama comienza en 56.400 euros, un coste que no verás ni de lejos en un Jeep o en un Land Rover. Además, ¿tú meterías un coche de 100.000 euros en el campo? 

Toyota Land Cruiser 2.8D 204 CV VXL Aut. 5p

Motor Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado, 2.755 cm³
Potencia 204 CV a 3.400 rpm
Par máximo 500 Nm entre 1.600 y 2.800 rpm
Caja de cambios Automática con convertidor de par, 6 velocidades
0-100 km/h 12,7 s
Velocidad máxima 175 km/h
Consumo 9,5 l/100 km
Tracción Integral con reductora
Longitud 4,84 m
Anchura 1,85 m
Altura 1,84 m
Peso en vacío 2.220 kg
Número de asientos 7
Capacidad del maletero 553 l (5 plazas)
Precio base 73.600 euros