La fábrica de Renault en Douai, donde se produce el nuevo Mégane E-TECH Electric, el SUV eléctrico que se comercializará a partir de mayo, lleva parada desde el 14 de abril por falta de componentes electrónicos, según informó la propia marca.
Esta situación anómala finalizará dentro de dos días, el 25 de abril, y en principio, el cierre no afectará a las primeras entregas de vehículos, previstas para dentro de unos días en Francia y para junio en el resto del mundo, según aseguró la dirección de la firma del rombo.
Galería: Renault Mégane E-TECH Electric 2022, prueba
Los 2.300 empleados de la planta, de la que también salen el Espace y el Scenic (dos modelos que, en principio, no tendrán nuevas generaciones), se encuentran trabajando en jornada reducida debido a esta situación.
Esta interrupción pretende evitar los contratiempos de producción debidos a la escasez de semiconductores que afecta a la industria del automóvil desde hace un año, según Renault, debido a los problemas relacionados con la pandemia en la industria, especialmente en Asia.
La restauración de la normalidad en el caso de los chips podría retrasarse hasta el año 2024, aunque poco a poco irá mejorando la situación y, en un futuro próximo, no deberían volver a suceder casos como el que te estamos contando.
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Ya en marzo, Renault tuvo que cerrar dos fábricas francesas por falta de chips, pero también de piezas procedentes de Ucrania, otro problema añadido a la producción de las principales marcas.
Los 2.700 empleados de la planta de Batilly (Meurthe-et-Moselle) estuvieron parados una semana, y los 3.300 de Cléon (Seine-Maritime), tres días. Desde luego, no son tiempos fáciles y menos aún con la inflación que estamos sufriendo en España, por la que se han encarecido los precios de los coches.
Aun así, las marcas continúan lanzando novedades según sus tiempos previstos, lo que es una excelente noticia. En el caso de Renault, además del Mégane E-TECH Electric, esperamos conducir pronto el Austral, su nuevo SUV compacto, sustituto del Kadjar.