Hace ya más de un año que la industria del automóvil sufre una importante disrupción por la escasez de semiconductores propiciada por la pandemia, lo que ha reducido la producción de la mayoría de fabricantes y ha obligado incluso al cierre de fábricas en ciertos momentos del pasado año 2021.
Si bien todos esperamos ver por fin la luz al final del túnel con respecto a la crisis de los chips, los expertos creen que podría prolongarse un par de años más, debido a una "crisis estructural de oferta", ya que los fabricantes de chips no dan abasto ante la creciente demanda por parte de actores de multitud de sectores industriales.
El director financiero del Grupo Volkswagen, Arno Antlitz, cree que la crisis de semiconductores no se resolverá antes de 2023, tal y como ha declarado al periódico económico alemán Boersen-Zeitung.
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El gigante de Wolfsburgo, que preveía una recuperación en el año 2023, ahora es algo más pesimista, aunque lo cierto es que la situación podría comenzar a mejorar ligeramente a partir de los dos últimos trimestres de este año, para continuar normalizándose en 2023, aunque hará falta una solución para el problema estructural que existe.
Si bien muchos fabricantes de microchips están haciendo grandes inversiones para aumentar su producción, no se puede aumentar significativamente la capacidad en el corto plazo, razón por la que Antlitz asegura que las cosas no mejorarán de manera importante hasta 2024.
Directivos de otros grandes de la industria, como Oliver Zipse, presidente del Grupo BMW, también cree que "estamos en el punto álgido de la crisis de los chips", asegurando que espera mejoras el año que viene, pero que "seguiremos enfrentándonos a una gran escasez de suministro en 2023".
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Mientras tanto, algunas fábricas del Grupo Volkswagen se han visto obligadas a reducir o incluso parar su producción debido a un problema añadido, derivado de la guerra de Ucrania, ya que algunos proveedores del grupo se encuentran en territorio ucraniano.
De momento no está claro cómo evolucionará la sonada crisis de semiconductores, pero son muchos los expertos y figuras del sector del automóvil que han apuntado en la misma dirección, asegurando que el problema de fondo no se solucionará rápidamente.