Tras el éxito del Clio Williams, la versión deportiva de la primera generación del modelo, Renault lanzó en 1998 el Clio R.S. (Renault Sport), a partir de la segunda entrega del utilitario francés.
Gracias a un coste relativamente bajo y a unas prestaciones más que buenas, este modelo se ganó el corazón de muchos aficionados y sigue siendo una referencia en el segmento de los deportivos populares y clásicos. Un resultado que debe en gran parte al motor F4R, un bloque atmosférico de cuatro cilindros y 2,0 litros debidamente tratado.
Un poco de técnica
Esta mecánica pertenecía a la familia Fonte y era similar a los propulsores ya utilizados en modelos como el Laguna y el Espace, aunque se diferenciaba en algunas soluciones técnicas más avanzadas.
La versión desarrollada para el primer Clio R.S. conservó el cárter de hierro fundido, pero fue revisada y modificada a fondo por Mecachrome, una empresa de ingeniería que fue socia de Renault en el ámbito deportivo desde finales de los años 70.
Con una cilindrada de 1.998 cm3, más un diámetro de 82,7 mm y una carrera de 93 mm, contaba con 16 válvulas, doble árbol de levas y un sistema de distribución variable aplicado a la parte de admisión, además de inyección multipunto, pero de mayor rendimiento.
Evolución continua
Introducido en 1998 con el código F4R 730 y acoplado a la caja de cambios manual de cinco velocidades JC5-089, el motor del primer Clio R.S. era capaz de ofrecer una potencia máxima de 172 CV. Posteriormente, con el restyling de 2001, se modificó de nuevo adoptando nuevas salidas de escape y un colector de aire rediseñado, mucho más cuadrado que el original. Esta versión llevaba las siglas F4R 736 y desarrollaba 182 CV.
En 2004, se produjo la introducción de la tercera evolución, la F4R 738. La principal diferencia con la F4R 736, fue el rediseño de los conductos de admisión y el estreno de un catalizador deportivo.
Con el lanzamiento de la tercera generación del Clio, Renault Sport llegó a la cúspide del desarrollo del F4R, que debutó en una variante más evolucionada en el segundo Clio R.S., esta vez con 197 CV. En el restyling que llegó en 2010, nuevas mejoras lo llevaron hasta los 200 CV y finalmente a los 203, superando la marca de los 100 CV/litro, que sigue siendo un logro notable para un motor aspirado de serie.
Otros usos
La cuarta generación del Clio llegó en pleno proceso de 'downsizing' y con la eficiencia como una variable importante, por lo que Renault decidió a regañadientes abandonar su glorioso motor atmosférico y montar el bloque turbo de 1,6 litros y 200 CV, con nombre interno MR16DDT y de origen Nissan, bajo el capó del tercer Clio R.S., acoplado a la transmisión automática de doble embrague EDC de seis velocidades.
A pesar de esta elección, algunas versiones menos potentes del tradicional F4R, ya con cárter de aluminio, se siguieron utilizando en varios modelos de la marca francesa como el Scénic, el Mégane y el Trafic.
Uno de los usos más significativos de este motor en el automovilismo es en el campeonato Fórmula Renault 2.0 donde, desde 2010, los monoplazas están equipados con el bloque F4R 832 de 2,0 litros y 218 CV, asociado a una caja de cambios secuencial de siete velocidades.
Deportivos de Renault, modelos con historia
Galería: Motor de 2,0 litros del Renault Clio Sport
