El Peugeot 308, uno de los compactos más conocidos y consolidados del mercado europeo, ha estrenado recientemente una nueva generación, en la que se incluye una versión híbrida enchufable, y en un futuro ofrecerá también una variante totalmente eléctrica.

En cualquier caso, un paso importante hacia el modelo que conocemos actualmente lo dio la marca francesa hace más de 20 años, cuando presentó el Peugeot Prométhée, un prototipo que anticipaba el sucesor del exitoso Peugeot 306.

Galería: Peugeot Prométhée Concept (2000)

El concept en cuestión fue presentado en el salón de París del año 2000 y se concibió como un escaparate de lo que estaba por llegar a la marca del león. Un año después nació un coche de producción muy similar en aspecto, el Peugeot 307.

La carrocería de este prototipo combinada el estilo de un compacto con rasgos de monovolumen e incluso crossover, con una mezcla de soluciones únicas, como un parabrisas que se extendía hasta casi la parte central del techo del vehículo, o paneles laterales inspirados en el Peugeot 402 "Canadienne".

Peugeot Prométhée Concept (2000)
Peugeot Prométhée Concept (2000)
Peugeot Prométhée Concept (2000)

Este Prométhée disponía de dos puertas en el lado del pasajero y una única puerta corredera en el del conductor, solución esta que adoptaría unos años más tarde el poco exitoso Peugeot 1007. En el caso del concept, todas las puertas eran de accionamiento eléctrico y se podían abrir de forma remota.

Probablemente, la zaga del Prométhée era la parte menos convencional de su diseño, por lo que el frontal, de estilo más convencional, fue prácticamente lo único que llegó finalmente al Peugeot 307 de producción, al menos en lo que al exterior se refiere.

Peugeot Prométhée Concept (2000)

El habitáculo, de generosas dimensiones, ofrecía espacio para cuatro ocupantes, y gozaba de un panel de instrumentos analógico y una pequeña pantalla en la parte superior del salpicadero. En general, el aspecto del interior se trasladó de manera bastante fiel al modelo de calle. El prototipo contaba además con climatizador automático, reproductor de CD y dos pantallas para los ocupantes traseros.

Bajo el capó del Prométhée, la marca gala equipó un bloque 2.0 HDi, diésel y de cuatro cilindros, con 90 CV de potencia, suficiente para mover un prototipo que pesaba menos de 900 kilogramos y medía apenas 4,18 metros de largo, muy lejos del 308 actual, que llega hasta los 4,37 metros y cerca de 1,4 toneladas.

Galería: Peugeot Prométhée Concept (2000)