La Academia de Skoda acaba de desvelar un nuevo prototipo, diseñado y fabricado por las jóvenes promesas de la marca. En este caso, se llama Skoda Slavia y se trata de una variante descapotable y biplaza, al estilo speedster, del compacto de la casa: el Skoda Scala. Según la marca, este concept toma inspiración del precioso Skoda 1100 OHC de carreras.
Este año, la academia de Skoda ha contado con 31 participantes, todos ellos aprendices, concretamente 26 hombres y 5 mujeres. Anualmente, el proyecto AZUBI contempla la fabricación de un prototipo basado en algún modelo de producción de la marca.
Según la marca, el Slavia combina una imagen más llamativa y espectacular que el Scala, con un concepto abierto, sin techo, que se remonta a los coches del pasado, como el citado 1100 OHC.
Los estudiantes de Skoda dedicaron mucho tiempo a reforzar el chasis, modificar el sistema de escape o retirar el techo, convirtiendo el compacto, de cinco plazas, en un descapotable con solo dos asientos y dos puertas.

Llaman la atención las dos características jorobas, detrás de los asientos, así como el spoiler trasero, de color negro, o las luces LED instaladas bajo las taloneras, que pueden ajustarse en azul, rojo o blanco (los colores de la bandera checa). Las llantas de aleación, por su parte, son de 20 pulgadas, tomadas del Kodiaq RS. La carrocería, por cierto, está pintada en un color blanco perlado.
Del Scala, como es lógico, hereda desde ambos ejes o la dirección, hasta todo el sistema eléctrico del vehículo, incluido el cableado o los sistemas de asistencia a la conducción. También son idénticos el cuadro de instrumentos digital, Virtual Cockpit, y el sistema multimedia. Como novedad, este prototipo incluye asientos Sparco, de corte deportivo y con arneses de cuatro puntos, además de un equipo de sonido de 320 V, con subwoofer.

Esta especie de speedster monta un motor 1.5 TSI de 150 CV, asociado a una caja de cambios automática DSG, de doble embrague y siete velocidades. Además, apenas pesa 1.210 kilogramos, así que debería moverse con bastante soltura. Una de las sorpresas del Slavia es que, en el maletero, incorpora dos patinetes eléctricos y plegables de Skoda.
Cabe apuntar que el Skoda 1100 OHC, del que toma inspiración el Slavia, era un coche de competición, del que existieron dos unidades coupé y dos 'spider'. Este último modelo gozaba de una carrocería de fibra de vidrio y pesaba solo 550 kilogramos. Su motor, de 1,1 litros de cilindrada, con dos carburadores y doble árbol de levas en cabeza, ofrecía 95 CV de potencia y permitía alcanzar una velocidad máxima de 190 km/h.