La ofensiva eléctrica de Peugeot, que incluye modelos tanto eléctricos como híbridos enchufables o PHEV, se ha materializado este año, con el arranque en las entregas de los dos primeros modelos 100% eléctricos de la casa, el Peugeot e-208 y su hermano SUV, el Peugeot e-2008. Este último es el vehículo que hoy nos ocupa, y que acabamos de probar, en vídeo.
Hablamos de un todocamino que, a primera vista, es prácticamente igual al 2008 con motor de combustión, salvo por algunos detalles que lo delatan, como los emblemas 'e' del exterior, una parrilla específica, con detalles en el mismo color de la carrocería, o la toma de recarga, que está en el mismo sitio que la tapa del depósito en los modelos gasolina o diésel.
Galería: Peugeot e-2008 GT 2020, prueba
En general, su diseño resulta bastante atractivo, sobre todo por sus interesantes formas, con un lateral que parece cortado a katana, un musculoso capó y unos grupos ópticos que llaman la atención por la disposición de 'triple garra' de la firma lumínica, acompañada por los 'colmillos' que dibujan, a los lados de los faros, las luces de marcha diurna.
Para nosotros, el hecho de que tenga un aspecto convencional es algo positivo, ya que un eléctrico no tiene por qué ser diferente al resto de vehículos de la carretera. Y no solo tiene la línea de cualquier otro coche, sino que además es especialmente agraciado, en nuestra opinión. Muy chulo.
Por dimensiones, con 4,30 metros de longitud, el Peugeot e-2008 es 25 centímetros más largo que el 208, así que se mueve en cotas de compacto, ya que un Peugeot 308 (4,25 metros) es 5 centímetros más corto. Es, por tanto, más grande que un Renault Captur (4,22 metros), un Ford Puma (4,20 metros), un Mazda CX-3 (4,28 metros) o un Fiat 500X (4,26 metros), por ejemplo, aunque algo más pequeño que el KIA e-Niro (4,36 metros).
Un repaso técnico
Como el resto de eléctricos de PSA, basados en la plataforma e-CMP (Opel Corsa-e y Mokka-e, DS 3 CROSSBACK E-TENSE...), el motor eléctrico es de imanes permanentes, con 100 kW de potencia, es decir, 136 CV, y un par motor máximo de 260 Nm. Alimentando al propulsor encontramos una batería de iones de litio, cuya capacidad es de 50 kWh.
Dicha batería consigue ofrecer una autonomía total homologada de 310 kilómetros, en ciclo WLTP (algo menos que el e-208, dado que este SUV pesa alrededor de 100 kilogramos adicionales). El consumo energético medio, según ficha técnica, es de 17,6 kWh/100 km.
La unidad eléctrica, por cierto, va asociada a una transmisión automática de una única velocidad. Sus cifras son discretas, pero correctas, ya que el coche se mueve con la suficiente agilidad y presteza, sobre todo teniendo en cuenta el carácter urbano del modelo. Sobre el papel, acelera de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos, mientras que la velocidad máxima está limitada a 150 km/h.
Interior de calidad
En el habitáculo, el eléctrico también es idéntico a cualquier otro 2008, con el controvertido i-Cockpit, que cuenta con un cuadro de instrumentos elevado, en este caso 3D, y con un volante muy pequeño y achatado por ambos extremos, que aporta una sensación extra de agilidad al coche. Un puesto de conducción que, a nosotros, nos gusta.
Además, la disposición general de los mandos, así como la calidad de materiales y acabados, nos resulta bastante buena. La mayoría de superficies son de un plástico gomoso, agradable al tacto, y los asientos, por ejemplo, resultan realmente cómodos.
Lo que no nos gusta tanto es que haya que acceder a través de la pantalla multimedia, de 10,0 pulgadas en este caso (exclusiva de la versión GT, tope de gama), a prácticamente todas las funciones del vehículo, incluidas las de climatización. Unos mandos dedicados, al menos para gobernar la temperatura interior, serían lo ideal. Cabe apuntar que este acabado GT también incluye las llantas de aleación de 18 pulgadas, los faros LED, la cámara trasera de asistencia al aparcamiento y diversos asistentes de conducción.
En cuanto a habitabilidad, las plazas traseras ofrecen un espacio para las piernas bastante bueno, ya que con el asiento del conductor ajustado a una persona de 1,80 metros de altura, sobra sitio en la fila posterior, siendo también suficiente el espacio para la cabeza. ¿La única pega? Como es habitual, la tercera plaza, la central, resulta estrecha para un adulto.
El maletero, por su parte, ofrece un volumen de carga de 405 litros, es decir, idéntico al de cualquier Peugeot 2008. El hecho de que el e-2008 no pierda capacidad de maletero se debe a que las baterías van ubicadas en el suelo del vehículo. Además, hay un pequeño compartimento bajo el piso del maletero, pensado para guardar el cable de carga.
Al volante
Una vez en marcha, el interior del e-2008 resulta bastante silencioso, puesto que apenas llega un leve 'soniquete' eléctrico del motor, y algo de ruido de rodadura, procedente de los neumáticos. La suspensión, aunque cómoda, se antoja algo firme pero, en general, el coche resulta confortable, suave y bastante agradable de conducir por ciudad, que al fin y al cabo, es su hábitat.
A nivel de prestaciones, y aunque sobre el papel necesita 8,1 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado, a bajas velocidades tiene bastante ímpetu y acelera con solvencia. En ciudad, de hecho, la aceleración es muy inmediata (algo normal, debido a que los motores eléctricos entregan el par máximo desde el principio), y es más que suficiente para cualquier situación, e incluso para sacarnos de un apuro. Solo en recuperaciones, en vías rápidas, podremos echar en falta algo más de brío.
Los modos de conducción disponibles son tres, denominados Normal, Eco y Sport. El segundo limita las prestaciones, la respuesta al acelerador y algunas funciones de la climatización, para estirar al máximo la autonomía, mientras que el último, Sport, consigue que el sistema eléctrico dé lo mejor de sí.
Además, también hay un programa 'B' en el selector del cambio, que permite aumentar la capacidad de retención del motor, incrementando la recuperación de energía, aunque en todo caso, no consigue retener lo suficiente como para llevar a cabo una conducción de pedal único, que otros eléctricos sí ofrecen. Aquí tampoco encontramos forma de alterar el nivel de retención (solo D o B), si bien otros coches eléctricos ofrecen varios niveles, seleccionables mediante las levas del volante.
Por último, pero quizá lo más importante, toca hablar de autonomía. Como hemos dicho, homologa 310 kilómetros, y es una cifra que podemos conseguir, siempre y cuando logremos conducir de manera eficiente. Durante nuestra prueba obtuvimos un consumo eléctrico de 18 kWh cada 100 kilómetros, lo que nos deja con unos 277 kilómetros de autonomía real. Si se hace un uso únicamente urbano, podemos lograr la cifra homologada, aunque si salimos a carretera, a 120 km/h, es posible que la autonomía se reduzca bastante, hasta los 200 kilómetros.
En todo caso, el modelo está equipado con un cargador de abordo de 7,4 kW (11 kW en opción), y el proceso de recarga de la batería lleva casi 30 horas en un enchufe doméstico, 7:30 horas en un Wallbox a 7,4 kW, y 5 horas en un Wallbox trifásico de 11 kW. También existe la posibilidad de carga rápida en una estación pública, a un máximo de 100 kW, lo que permite recuperar un 80% de batería en 30 minutos.
Y, ¿el precio? Este Peugeot e-2008 está disponible desde 33.200 euros, en el acabado de acceso a la gama, Active. Por encima quedan las versiones Allure (34.150 euros), GT Line (36.550 euros) y GT (38.950 euros), como la de las imágenes.
Peugeot e-2008