Con una normativa más compleja a la vuelta de la esquina y el despegue de la electrificación de la industria, se espera que los fabricantes de automóviles tomen decisiones muy duras en los próximos años. Tienen que decidir si mantienen sus modelos actuales o eliminan algunos de ellos en aras de los coches eléctricos más eficientes.

Esta es probablemente la situación de Ford Europa respecto al futuro del Fiesta, su superventas durante años. Este utilitario lleva más de 40 años en el mercado y se ha convertido en uno de los referentes de los coches pequeños en Europa y otras regiones donde se ha producido o exportado. En total, Ford ha vendido más de 16 millones de unidades de este vehículo.

Ford Fiesta, adaptado a los tiempos

A medida que el Fiesta evolucionó hacia generaciones más atractivas y competitivas, fue capaz de sobrevivir a grandes crisis e incluso de superar en ventas a fuertes competidores como el Volkswagen Polo, el Renault Clio o el Fiat Punto.

Cuando el mercado automovilístico europeo cayó en 2011-2013, muchos de los utilitarios fueron descatalogados. Fue el caso del Fiat Punto, un líder de toda la vida que nunca llegó a tener una cuarta generación debido a la contracción de las ventas del segmento B en Europa.

Motor1.com Numbers Ford Fiesta

Entonces, ¿cómo es posible que el Fiesta corra la misma suerte que el difunto Fiat Punto? Bueno, las perspectivas para el segmento B en Europa son bastante malas. En los últimos ocho años, este nicho de mercado ha perdido más de 5 puntos de cuota y no parece que vaya a parar. La razón principal es la llegada y popularidad de los SUV pequeños, y Ford no está exenta de esta tendencia.

En 2014, la marca del óvalo introdujo el EcoSport en Europa y aunque inicialmente no cumplió con los objetivos de ventas, consiguió reposicionar este B-SUV y ganar una parte decente de este segmento. En 2017, el EcoSport matriculó 63.000 unidades en Europa frente a las 255.000 del Fiesta. Un año después, Ford registró 113.000 unidades del SUV y 271.000 del utilitario. En 2019, había 229.000 Fiesta y 123.000 EcoSport, y la marca había introducido otro B-SUV, el Puma.

En 2020, la pandemia y el exitoso Puma golpearon al máximo la popularidad del Fiesta. Su volumen descendió un 32%, hasta alcanzar solo 156.000 unidades. El año pasado se matricularon 82.000 unidades del utilitario y 134.000 del Puma. La cuota de segmento del primero cayó del 6,8% en 2020 al 3,9% en 2021; la del segundo aumentó del 6,4% al 6,6%. Está claro que el Puma se ha convertido en la mayor amenaza para el Fiesta.

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¿Una pelea familiar?

Hoy en día, el Fiesta juega un papel menor dentro del segmento B. Según JATO, durante el primer semestre de este año, sus matriculaciones siguieron cayendo en picado (-49%), incluso más que el total del segmento (-19%). En junio, el Fiesta, un coche que estuvo en el top 10 europeo durante muchos años, fue superado por otros nueve competidores y ocupó el puesto 58 en el ranking general.

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El actual Fiesta existe desde principios de 2017. Tiene cinco años, por lo que se espera que sobreviva dos o tres años más. Sin embargo, no está claro si Ford mantendrá este icónico coche como el tradicional hatchback pequeño o no. Probablemente podrían dar prioridad a una versión crossover electrificada y reposicionar el modelo para aprovechar el auge de los SUV.

Decidan lo que decidan, lo cierto es que al segmento B europeo le esperan tiempos aún más difíciles en los próximos años. La normativa está encareciendo su producción en un momento en el que los consumidores solo quieren SUV y en el que los fabricantes chinos se preparan para introducir sus coches más competitivos en los mercados globales.

El autor de este artículo, Felipe Munoz, es especialista en la industria del automóvil en JATO Dynamics.