Hasta ahora, ya te hemos ofrecido toda la información del nuevo Volkswagen Polo 2017. También, los rivales a los que deberá enfrentarse en nuestro mercado, a su llegada a los concesionarios en el mes de octubre. E, incluso, hemos hecho un rápido repaso a sus cuatro décadas de historia.
Sin embargo, hoy nos preguntamos qué pasaría si lo enfrentáramos con el gran superventas de la categoría en nuestro mercado, el SEAT Ibiza 2017. Una comparativa virtual que debería servirnos para obtener un primer ganador.
Imagen y dimensiones
En este sentido, hay tres aspectos importantes que mencionar. Primero, que ambos se construyen sobre la plataforma modular MQB A0 (estrenada en el Ibiza, por cierto). Segundo, que los dos se fabrican en España: en Landaben (Navarra) el Volkswagen y en Martorell (Barcelona), el SEAT. Y tercero, solo cuentan con carrocerías de cinco puertas.
En términos estéticos, algo sumamente subjetivo, escoger entre uno y otro se decidirá por pequeños detalles, ya que ambos pueden equipar faros con tecnología de tipo LED, llantas de aleación de grandes medidas, multitud de colores exteriores... y sistemas multimedia con pantallas táctiles de hasta 8,0 pulgadas. Eso sí, el Volkswagen Polo 2017 ofrece más ambientes interiores y más variedad de terminaciones deportivas, con el acabado R-Line y la variante GTI, frente al FR del Ibiza.
Respecto a las dimensiones, el Polo alcanza los 4,05 metros de largo (8,1 centímetros más), 1,75 de ancho (6,9 más) y 1,45 de alto (0,7 menos). En cuanto a la batalla, crece 94 milímetros, hasta alcanzar los 2,56 metros. Si nos centramos en el modelo español, calca esos datos, con 4,06 metros de longitud, 1,78 de ancho y 1,44 de alto.
En materia de capacidad del maletero, el Ibiza 2017 también es algo mayor, con 355 litros frente a 351 del Polo.


Igualdad mecánica... con matices
En el caso del Polo, existen ocho motores, asociados al sistema de parada y arranque automáticos del motor Start/Stop. Entre los de gasolina, encontramos los 1.0 MPI (atmosféricos), con 65 y 75 CV, complementados por el turboalimentado 1.0 TSI, con 95 o 115 CV de potencia. Y, como tope de gama, el 2.0 TSI de 200 CV del GTI.
Del mismo modo, existe una versión de gas natural comprimido (GNC), el 1.0 TGI de 90 CV, así como dos turbodiésel sobre el 1.6 TDI, con 80 y 95 CV. Respecto al cambio, puede ser manual, de cinco o seis velocidades, o automático de doble embrague DSG, de siete, en motorizaciones a partir de 95 CV.
En el caso del Ibiza, también cuenta con el tricilíndrico 1.0 MPI, atmosférico y con 75 CV de potencia, así como con los 1.0 TSI, con 95 y 115 CV. Eso sí, su ventaja reside en el excelente 1.5 TSI Evo, con desconexión selectiva de cilindros y 150 CV de potencia. Tampoco faltan el 1.0 TSI de 90 CV, de gas natural comprimido, y los 1.6 TDI, de cuatro cilindros, con tres niveles de potencia: 80, 95 y 115 CV. Respecto al cambio, cuenta con las mismas opciones.
Viendo la igualdad entre ambos contrincantes, decidir entre uno u otro es cuestión de matices. Bajo mi punto de vista, para una gama, es mejor contar con mayor número de mecánicas de gasóleo, completada con una opción tan equilibrada como el 1.5 TSI Evo antes que con un deportivo como el 2.0 TSI del Polo GTI...


Multimedia y equipamiento
En este sentido, el paso adelante experimentado por ambos modelos resulta palpable. Eso sí, un elemento como el cuadro de mandos digital Digital Cockpit del Polo, de 10,25 pulgadas, marca la diferencia.
Si hablamos de acabados, el SEAT Ibiza 2017 ofrece cuatro: Reference (de acceso), Style, FR y Xcellence. En cambio, el Polo tiene los denominados Edition, Advance y Sport, así como los paquetes R-Line, Black y Style y la variante deportiva GTI.
En ambos casos, se cuida al máximo un aspecto como el de las ayudas electrónicas a la conducción, aunque en el caso del Polo, destacan elementos como el sistema de control del ángulo muerto Blind Spot Detection, el asistente trasero de salida de aparcamiento o el sistema de aparcamiento asistido Park Assist.


Y el ganador es...
Sin duda, esta cuestión no es sencilla. Aunque a priori, por lo que he visto y probado, el Ibiza vive el mejor momento de su historia. Sobre todo, desde el punto de vista dinámico. Por eso, tal vez, pueda pensar que sea capaz de imponerse al Polo. Sin embargo, todavía no conozco los precios del modelo alemán. Sí del español, que está a la venta desde 14.060 euros. Tampoco he podido conducirlo, por lo que el veredicto final queda en interrogante... hasta dentro de unas semanas.
