Cuando pensamos en los modelos deportivos R de Volkswagen, sin duda hay uno que destaca por encima del resto, el Volkswagen Golf R, pero lo cierto es que la familia es mucho más amplia, y dentro de muy poco contará ya con siete miembros.

Hablamos, lógicamente, del citado Golf R, del familiar o Golf R Variant (que llega al mercado en los próximos meses), el Arteon R, el Arteon Shooting Brake R y los tres SUV, es decir, T-Roc R, Tiguan R y Touareg R, siendo este último, además, el primer modelo híbrido enchufable de la gama R.

Galería: Gama Volkswagen R en el Jarama

Recientemente hemos tenido ocasión de conocerlos casi todos más de cerca, durante una de las jornadas Volkswagen Driving Experience que organiza la marca en el madrileño Circuito del Jarama, así que vamos a repasar los detalles técnicos de los diferentes modelos y también nuestras primeras impresiones al respecto.

Volkswagen Golf R VIII

El nuevo Volkswagen Golf R, basado en la octava generación del compacto alemán, es uno de los modelos más interesantes de toda la oferta, sobre todo por la tecnología que ofrece. El corazón del coche es el omnipresente 2.0 TSI, con 320 CV de potencia y 420 Nm de par motor máximo, combinado con la transmisión automática DSG, de doble embrague y siete marchas, y con el sistema de tracción total 4Motion.

Por primera vez, el Golf R incluye en el eje trasero un sistema de reparto selectivo de par, denominado R-Performance Torque Vectoring, que consta de dos embragues multidisco capaces de repartir el par motor entre las dos ruedas del tren posterior. El coche ofrece ahora cuatro modos de conducción (Comfort, Sport, Race e Individual), además de dos adicionales (Special -ideal para Nürburgring- y Drift) si se equipa el paquete opcional R-Performance, que también aumenta la velocidad máxima de 250 a 270 km/h.

Este último de los modos, Drift, permite que el sistema de reparto de par trasero envíe gran parte del par (o incluso todo el que llega al tren posterior) a la rueda exterior, facilitando los derrapes. Sobre superficie mojada, es realmente fácil cruzar el coche y deslizar la zaga con exagerados ángulos, aunque la marca no recomienda su uso en carretera abierta, por razones obvias.

En circuito nos ha gustado especialmente la potencia del equipo de frenos del Golf R, así como su rápida mordida y el tacto del pedal. En este caso los discos delanteros son ventilados y de 357 milímetros de diámetro (antes 340), y las pinzas son de dos pistones, además de estar pintadas en color azul y lucir el logotipo R.

Este nuevo R corre, y corre mucho, y además ofrece un modo manual para la transmisión, que nos permite gestionar nosotros mismos los cambios y no sube ni baja marchas salvo que accionemos las levas. Ahora bien, quizá por el desgaste de los neumáticos de la unidad probada, el control de tracción nos ha parecido demasiado intrusivo, incluso en modo Race y con el ESC en su ajuste Sport.

Para todos los R se ofrece un sistema de escape Akrapovic de titanio (en opción, que ahorra entre 7 y 10 kilogramos, según modelo), suspensión adaptativa DCC, altura rebajada (entre 10 y 20 milímetros, dependiendo del modelo), llantas de entre 19 y 22 pulgadas, o diversos paquetes estéticos, como el agresivo R-Performance.

Volkswagen Arteon y Tiguan R

Tanto el Tiguan R como el Arteon R y su variante Shooting Brake, comparten el motor 2.0 TSI de 320 CV y 420 Nm de par, y en los tres casos el 0 a 100 km/h lleva 4,9 segundos. También incorporan el cambio DSG de siete marchas y la tracción total 4Motion.

A pesar de sus dimensiones, el Arteon R y el Tiguan R aguantan el tipo sorprendentemente bien en circuito, tanto por prestaciones y aplomo como por la relativa agilidad que muestran en curva. Puede que no sean modelos pensados para una pista de velocidad, pero dejan muy buen sabor de boca y, sin duda, son tremendamente rápidos.

Volkswagen Touareg R

Como ya hemos dicho, el SUV grande de la casa es el primer híbrido enchufable de Volkswagen R, y en este caso no utiliza el mismo 2.0 TSI del resto de la gama, sino un 3,0 litros V6 asociado a un motor eléctrico de 100 kW (136 CV), para un total de 462 CV y 700 Nm, así como una batería de 14,1 kWh de capacidad. Gracias a esto, homologa una autonomía en modo exclusivamente eléctrico de hasta 48 kilómetros, por lo que se beneficia de la etiqueta 0 de la DGT.

Cabe apuntar que, en este caso, la transmisión no es DSG, sino Tiptronic de ocho velocidades, con convertidor de par, y la tracción total es permanente y no utiliza un embrague de tipo Haldex sino un diferencial autoblocante Torsen.

En circuito destaca por una contundente aceleración (0-100 km/h en 5,1 segundos, según ficha), incluso cuando la batería se ha agotado y el motor eléctrico no aporta su granito de arena, pero con respecto al resto de la gama, es en el que más evidente resulta su tamaño y peso, aunque tiene bastante aplomo y un equipo de frenos a la altura.

Volkswagen T-Roc R

La guinda del pastel, y también el coche que más nos ha sorprendido de todo el plantel R es, sin duda, el Volkswagen T-Roc R, que a pesar de tratarse de un modelo todocamino o SUV, destaca por su agilidad, sus buenas maneras y por unas prestaciones sorprendentes. Desde luego, en este momento sería nuestra elección ideal dentro de la familia para afrontar un tramo de montaña, con permiso del Golf R.

Hablamos de un modelo que recurre al mismo 2.0 TSI de sus hermanos, en este caso con una potencia ligeramente inferior, de 300 CV, y un par motor máximo de 400 Nm. Como el resto, cuenta con un cambio automático DSG de siete velocidades y con la tracción 4Motion, y declara un 0 a 100 km/h en 4,8 segundos, además de una velocidad punta de 250 km/h.

Galería: Historia de la gama R de Volkswagen

La historia de la gama Volkswagen R

El germen de la actual familia de modelos deportivos de Volkswagen ha de ser el Golf GTI original, lanzado en el año 1975, que apostó por aumentar las prestaciones y la deportividad del ahora mítico modelo compacto, gracias entre otras cosas a su motor 1,6 litros de 115 CV. Si bien nació con la previsión de fabricar 5.000 unidades, hoy en día ya supera los 2,3 millones de unidades vendidas en todo el mundo, a lo largo de sus ocho generaciones.

A partir del Golf GTI, la marca se embarcó en proyectos como el Volkswagen Golf G60 Rallye, que sirvió para homologar el modelo en competición, y que gozaba de un motor G60 sobrealimentado por compresor, de 1,8 litros de cilindrada, con 160 CV y junto a la famosa tracción total Syncro. Cabe indicar que hubo unas pocas unidades (doce, concretamente) que recibieron una culata de 16 válvulas (la del GTI 16V) y aumentaron su potencia hasta los 210 CV.

La primera aparición de la letra R fue en el Golf VR6, basado en la tercera generación del modelo, cuyo motor V6, primero de 2,8 litros y después de 2,9, desarrolló 172 y 190 CV, respectivamente. Esta última variante también ofreció la posibilidad de equipar la tracción integral Syncro.

Fue en 2002 cuando nació el primer R como tal, con el Golf R32, desarrollado por Volkswagen Motorsport, que contaba con un bloque V6 de 3,2 litros, con 241 CV y asociado a la tracción 4Motion, con embrague Haldex. Desde entonces, todas las generaciones del Volkswagen Golf han tenido una variante R (y existió hasta un Golf R Cabrio), aunque también se sumaron a la familia R otros modelos del catálogo, como el Passat R36, el Touareg R50 o el Scirocco R.