Ford acaba de poner la guinda a su gama de todocaminos en nuestro mercado, con el representante más potente y costoso que la marca ofrece hasta la fecha: el nuevo Ford Explorer 2021. Una denominación que, a buen seguro, te resultará familiar, ya que la segunda entrega del Explorer estuvo a la venta en España, durante los años 90.
El modelo que ves en las fotografías corresponde a la sexta generación, ya que el modelo ha seguido teniendo una exitosa vida comercial en Estados Unidos, desde donde llega a Europa, con un único sistema de propulsión, de tipo híbrido enchufable.
De este modo, nos enfrentamos a un modelo de enfoque Premium y, sobre todo, de grandes dimensiones: alcanza los 5,06 metros de largo, 1,78 de alto y 2,29 de ancho (con espejos), combinados con 3,03 metros de distancia entre ejes.
Galería: Primera prueba Ford Explorer 2021
Por supuesto, con dichas cifras exteriores, no es de extrañar que ofrezca siete plazas y el espacio propio de un monovolumen. Las plazas de la segunda fila disponen de tres asientos individuales y la banqueta se puede regular de manera longitudinal, hasta en 15 centímetros.
Elementos de confort no faltan, desde luego, ya que de serie incluye climatizador de tres zonas, múltiples puertos USB, un sistema de sonido B&O Play, con 14 altavoces, 980 W de potencia y subwoofer...

Respecto a los asientos de la tercera fila, que se pueden plegar cuando no se usan, ofrecen una habitabilidad razonable, aunque no son igual de confortables que los de la hilera intermedia.
¿Y el maletero? Pues si se viaja con los siete ocupantes, sigue ofreciendo unos valiosos 330 litros, que aumentan hasta los 1.137, cuando el aforo es de cinco personas. Por último, si se necesita espacio extra, se pueden abatir todos los asientos traseros, dando lugar a un espacio de carga de 2.274 litros.


La parte mecánica se confía a un sistema de propulsión híbrido enchufable, que le otorga el distintivo ambiental 0 de la DGT. La base es un propulsor turboalimentado de gasolina, con 3,0 litros de cilindrada y arquitectura V6, que entrega 357 CV de potencia.
A su lado, cuenta con el apoyo de una unidad eléctrica, de 100 CV, para sumar una potencia máxima combinada de 457 CV y un exagerado par máximo de 825 Nm.

La batería que sustenta la parte eléctrica anuncia 13,6 kW de capacidad, garantizando una autonomía libre de emisiones de 42 kilómetros, en ciclo WLTP, y un consumo medio de 3,1 litros cada 100 kilómetros (que en conducción real, es difícil de igualar).
Por supuesto, el Ford Explorer cuenta con un sistema de tracción total conectable (en condiciones normales, circula en propulsión trasera) y la transmisión automática con convertidor de par dispone de 10 velocidades e integra levas tras el volante, para el manejo manual-secuencial.
¿Cuánto tarda en recargarse la batería? Dado que el cargador del coche acepta un máximo de 3,7 kW, en un enchufe doméstico convencional, de 230 V, emplea unas 5 horas y 50 minutos, mientras que en un wallbox esa cifra se reduce hasta las 4 horas y media.

Para gestionar todo el poderío que anuncia, el Ford Explorer ofrece cuatro modos, de cara a gestionar la batería de la que dispongamos: EV Auto (por defecto), EV Now (100% eléctrico), EV Later (reserva batería) y EV Charge (carga batería).
Del mismo modo, existen otros siete modos de conducción, que modifican distintos parámetros del coche: Normal, Eco, Slippery, Sport, Tow/Haul (puede remolcar hasta 2.500 kilos), Trail y Deep Snow & Sand. Por último, el control de tracción también cuenta con tres programas de funcionamiento.

En marcha, una vez que te has hecho a sus dimensiones, lo que más llama la atención es la capacidad de aceleración de este SUV, que empuja como una auténtica bestia, con el acompañamiento de una banda de lo más sugerente: el bramido del motor V6 de gasolina.
En cifras, todo esto se traduce en una aceleración de 0 a 100 en 6,0 segundos, para un conjunto que alcanza los 2.466 kilos de peso. ¿Y la velocidad máxima? Pues alcanza los 230 km/h.
Por lo demás, nos encontramos ante un coche confortable, con el que devorar kilómetros a una velocidad de crucero elevada, pero que tampoco se descompone en tramos de curvas (a pesar de todo). Porque es cierto, se generan inercias y hay que ser consciente del peso del conjunto, sobre todo a la hora de frenar, pero una vez que se gana confianza, el Explorer transmite una gran sensación de aplomo.

Llegados a este punto, debemos indicar que, todo lo que ves en esta unidad, desde la tapicería de cuero al sistema multimedia SYNC 3 con pantalla de 10,1 pulgadas, pasando por el techo solar panorámico, está incluido de serie. A fin de cuentas, el Explorer ofrece un equipamiento cerrado, bajo la denominación ST-Line, en el que solo se puede escoger el color exterior.
Lo mismo sucede con las ayudas electrónicas a la conducción: incluye control de velocidad de crucero inteligente, con función Stop&Go, sistema de frenada de emergencia automática, con detección de peatones y ciclistas, de reconocimiento de señales de tráfico, de aparcamiento automático Active Park Assist 2... incluso, ofrece la función de conducción semiautónoma Co-Pilot 360.
Dicho esto, el Ford Explorer está a la venta en nuestro mercado desde 79.350 euros (sin incluir los 6.050 euros que tiene de descuento), que es una cifra elevada, pero que le permitirá luchar con modelos premium equivalentes, bastante más costosos.
Ford Explorer 3.0 PHEV AWD ST-Line