Hacia finales de los años 90, los fabricantes de volumen sacaron nuevos coches en formato miniatura: Ford lanzó el Ka, Volkswagen el Lupo (también SEAT el Arosa) y Opel un poco más tarde el Agila, como derivado de Suzuki, aunque ya habían mostrado el innovador estudio Maxx en 1995.

La razón era muy sencilla: el Ford Fiesta y el Volkswagen Polo eran cada vez más grandes. De 3,51 metros en 1975, el Polo había pasado a 3,70 metros 20 años después. En todo caso, el éxito de coches como el Fiat Cinquecento y el Seicento, el Peugeot 106 o el Renault Twingo, había demostrado que había suficientes clientes para pequeños modelos urbanos (smart llevó el concepto al extremo) de menos de 3,50 metros de longitud.

Galería: Volkswagen Lupo (1998-2005)

Ya en 1991, Volkswagen había presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt el Chico, un prototipo híbrido de dos cilindros y apenas 3,15 metros de largo. Cuando ya se habían fabricado 50 carrocerías y estaba prevista su producción en serie, el proyecto se interrumpió en 1993 tras el cambio en la presidencia del Consejo de Administración, de Carl Hahn a Ferdinand Piëch.

Sin embargo, la idea no acabó del todo en el armario del olvido, ya que hay cierta similitud entre el Chico y el Lupo. En otoño de 1998, hace ya 25 años, Volkswagen lanzó el Lupo, de 3,53 metros de longitud. El SEAT Arosa, de construcción prácticamente idéntica, ya estaba disponible desde la primavera de 1997. Skoda, por su parte, tuvo que prescindir de un vástago, ya que el primer Fabia tomó el relevo a partir de 1999.

Volkswagen Chico (1991)

Volkswagen Chico (1991)

Volkswagen Lupo (1998-2005)

Volkswagen Lupo (1998-2005)

El nombre Lupo fue inteligentemente elegido. Los lectores de 'Fix y Foxi' sabrán que 'Lupo' significa lobo en italiano y el nombre hacía alusión a la sede principal de Volkswagen en Wolfsburgo. No fue hasta mediados de 2001 cuando la producción se trasladó a Bruselas.

Gran parte de la tecnología del Lupo procedía del Volkswagen Polo de tercera generación, ya que la plataforma A00 era una derivación acortada de la arquitectura A0 del Polo. Y la mayoría de los motores, también: en el lado de la gasolina, empezó con el sobrio cuatro cilindros 1.0 de 50 CV, seguido de un cuatro cilindros de 1,4 litros con 75 o 100 CV, más tarde también disponible con 60 CV.

VW Lupo (1998-2005)
VW Lupo (1998-2005)

Los mejores motores de gasolina a partir de 2000 fueron el 1.4 FSI con 105 CV y el Lupo GTI con un bloque de 1,6 litros de cilindrada y 125 CV, así como una velocidad máxima de 205 km/h. ¿Y diésel? 1.7 SDI con 60 CV y 1.4 TDI con 75 CV. Y, como novedad técnica junto al GTI, el sofisticado Lupo 3L equipaba un 1,2 litros TDI de 61 CV.

Gracias al uso de aluminio y materiales ligeros, el consumo era de alrededor de 3,0 litros cada 100 kilómetros en las versiones más frugales. En todo caso, el Lupo no era especialmente barato, a pesar de su contenido tamaño. Cabe apuntar que el maletero ofrecía entre 130 y 400 litros.

VW Lupo (1998-2005)
VW Lupo (1998-2005)
VW Lupo (1998-2005)

En su época se alabó el comportamiento en carretera, los potentes frenos y las bajas vibraciones del motor básico. Además, resulta curioso el hecho de que la apariencia del modelo parezca incluso actual, a pesar de sus 25 años de historia.

Hasta el cese de la producción en 2005, se fabricaron más de 477.000 unidades, según la propia marca, y nunca hubo una renovación importante del modelo. Hoy en día, gracias a una prevención del óxido relativamente buena, el coche más pequeño de la casa todavía puede verse en carretera.

El GTI y el 3L TDI ya tienen su escena de fans y sus precios correspondientes. Pero, ¿por qué no hacerse con el Lupo de 50 CV de la abuela, en color verde hierba? Siempre es mejor opción que el incalificable Fox que sucedió a nuestro protagonista.