Al fabricante francés Renault, fundado en 1898, lo asociamos actualmente al famoso logotipo del rombo, pero este emblema no ha sido siempre la representación de la marca gala, ya que el diamante como tal, nacido en el año 1925, ha acompañado a la firma 'solo' durante 95 de sus 122 años de historia. Anteriormente, no había ni rastro del rombo en los modelos de la firma.

El primer modelo de la marca de Louis Renault que estrenó un logotipo similar al que preside el frontal de los modelos actuales, fue el prestigioso Renault 40 CV, aunque aquel emblema era bastante diferente al moderno, más allá de la forma esencial de rombo.

Durante los primeros años de existencia de la compañía, sus modelos lucían un logotipo con dos R entrelazadas, pero más que evolucionar, el logotipo cambió radicalmente varias veces, pasando por la silueta del Renault de competición que ganó el Gran Premio de Francia, en 1906, o la imagen de un tanque FT17, que data de 1919.

No fue hasta 1925 cuando el diamante entró en escena y llegó a todos los modelos de la marca francesa. Desde entonces, el famoso logotipo ha ido evolucionando y se ha actualizado diversas veces, hasta llegar al rombo que conocemos en la actualidad.

95 aniversario del rombo de Renault

El color amarillo que hoy asociamos al fabricante galo llegó al fondo del logotipo del diamante en 1945, si bien las líneas principales del rombo se mantuvieron casi sin cambios hasta 1959, año en el que se presentó otra evolución del emblema.

La modificación más significativa del logo tuvo lugar en 1972, de la mano del artista Victor Vasarely, que reinterpretó el diamante, dotándolo de un aspecto más tridimensional y aumentando su tamaño. Además, desaparecieron las letras de Renault y también las lamas horizontales que habían llevado hasta entonces los diferentes diamantes.

Renault Clio 16V 1991-1994

Precisamente el logotipo del rombo de 1972 es el que encontramos en modelos icónicos de la compañía, de los que hemos hablado recientemente en Motor1.com, como el Renault 11 Turbo de 1984, el Renault 21 Turbo, el Renault 19 16V, el Renault Clio 16V o incluso el Renault Fuego.

Ya en 1992, apareció el rombo tal y como lo conocemos. Lógicamente, mantuvo la esencia de los anteriores, pero con unas líneas claras, bien definidas y un aspecto tridimensional. Después, la imagen corporativa de la marca también ha ido sufriendo cambios, pero la insignia que preside el frontal de todos los modelos de Renault sigue siendo, básicamente, la misma de los años 90.