Fiel a su espíritu de innovación y de ofrecer tecnologías que faciliten el día a día de los conductores, Citroën nos ha invitado a probar una solución que, por el momento, ninguna otra marca ofrece en nuestro mercado, dentro de su catálogo de opciones.

Hablamos de la Citroën ConnectedCAM, una cámara que se integra en el retrovisor interior del coche, que se conecta con el smartphone a través de una app y que puede hacer fotos o grabar vídeos.

Una solución en la que muchos encontrarán una variante más lúdica, ya que permite hacer fotos de paisajes o de cosas que gusten al usuario e, incluso, subirlas de forma automática a sus perfiles de redes sociales. Y todo, de una manera sumamente sencilla.

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Sin embargo, también tiene una faceta importante como elemento de seguridad. ¿El motivo? La cámara siempre va grabando, aunque no almacene el contenido en su memoria interna. Eso sí, en caso de accidente, recoge la filmación que va desde 30 segundos antes del mismo, hasta 1 minuto después.

Hablamos de una cámara que, según la información de la marca, cuenta con calidad Full HD, gran angular de 120 grados y 16 Gb de almacenamiento interno, al tiempo que puede grabar vídeos de hasta 2 minutos.

Citroën ConnectedCAM

Ahora mismo, son tres los modelos de Citroën en los que se ofrece esta tecnología: un coche de corte urbano como el Citroën C3, un compacto como el C4 (incluyendo su variante 100% eléctrica) y el C5 Aircross (también disponible como híbrido enchufable).

Según los datos del propio fabricante, el C4 es el modelo en el que más se equipa esta opción, ya que un 20% de los clientes recurren a ella. Por detrás, se sitúan los C3 y C5 Aircross, con un 15% cada uno.

Recordemos que la ConnectedCAM es un equipamiento opcional que debe pedirse al configurar el vehículo y que, en el caso del Citroën C4, por poner un ejemplo, cuenta con un precio de 300 euros.

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