Sin esperárnoslo, Skoda ha introducido mejoras estéticas, mecánicas y de equipamiento en los SUV Karoq y Kodiaq 2020. El cambio más simbólico es la sustitución del logotipo de la marca por la inscripción Skoda en el portón trasero, tal y como sucede en los nuevos vehículos del fabricante checo (como el Scala o el Superb).

Además, las versiones de tracción delantera pueden equipar la suspensión adaptativa DCC, antes solo reservada a las variantes con dos ejes motrices. Gracias a esta tecnología, el conductor puede seleccionar los programas Comfort, Normal y Sport, en función de las necesidades y los gustos.

Por otro lado, la luz que indica la presencia de un vehículo en el ángulo muerto se ha reubicado en el interior de los retrovisores, con el fin de hacerla más perceptible.

Asimismo, el acceso y arranque sin llave KESSY mejora, ya que la señal del transmisor incorporado en la llave se apaga automáticamente tras 15 minutos sin movimiento. De este modo, se reduce la posibilidad de robo del coche. 

La novedad mecánica va dirigida al Karoq 2020, que estrena el motor turbodiésel 2.0 TDI con 190 CV, asociado a la transmisión automática de doble embrague DSG, con siete velocidades, y al sistema de tracción total.

Por su parte, el Kodiaq 2020 dispone de nuevas llantas de aleación de 20 pulgadas para los acabados Sportline, Laurin & Klement y RS. Quedamos a la espera de saber cuándo se empezarán a comercializar los renovados SUV, pero todo apunta a que será de forma inminente.    

Skoda Kodiaq 2020

De este modo, los únicos que quedan por incorporar la inscripción Skoda en la zaga son el Fabia y el Octavia. Probablemente, la nueva generación del utilitario la conoceremos en 2020, mientras que la de la berlina podría exhibirse este mismo año.