Que un coche sea inmovilizado a causa de un exceso flagrante de velocidad, por alguna maniobra temeraria o por algún exceso en el resultado de un control de alcoholemia es lo más normal del mundo. Sin embargo, que la policía lo retenga por el color de su carrocería ya sí que es algo más raro.
Exactamente eso es lo que le ha pasado a un ciudadano de Hamburgo (Alemania), que decidió recubrir la carrocería de su flamante Porsche Panamera con una llamativa tonalidad dorada, extremadamente brillante.
Más allá de su buen gusto como decorador, que no juzgaremos aquí (aunque podríamos, créenos), la policía local consideró que el sedán deportivo no cumplía con la legalidad vigente, al ser peligroso para el resto de usuarios de la vía.
¿En base a qué? Básicamente, debido a que el Panamera Turbo S en cuestión podría deslumbrar a otros conductores que se cruzaran con él. Tras esta reprimenda, invitaron al joven de 30 años a que siguiera con su camino y que pintara el coche de un color más convencional.
Sin embargo, unos días más tarde, el pasado 10 de abril, volvió a ser avistado con su Porsche dorado. Esta vez, la amenaza se convirtió en realidad, dado que inmovilizaron el vehículo. Además, también le retiraron las placas de matrícula y se quedaron con las llaves y la documentación.
En Alemania, la policía no bromea con estas cosas y suelen ser bastante puntillosos con las preparaciones 'poco ortodoxas'. De hecho, es el segundo deportivo dorado inmovilizado en lo que va de año, tras un Lamborghini Aventador que ya sufrió los rigores de la policía.