Normalmente, a la hora de comprar un coche eléctrico, son tres las grandes dudas y barreras que se le presentan a un usuario medio: el precio, la autonomía y la preocupación de dónde cargar.
En el caso del Dacia Spring 2022 de esta prueba, dos de ellos se eliminan de primeras: el precio, porque está disponible desde 19.205 euros (12.205, si se aplica la ayuda máxima del Plan MOVES III) y la autonomía, ya que ofrece 230 kilómetros de alcance, en ciclo WLTP. Lo que para un coche urbano, es bastante...
Sobre todo, si tenemos en cuenta que en conducción puramente ciudadana, el urbano eléctrico de Dacia homologa hasta 305 kilómetros. Dicho esto, conduciendo de modo eficiente, una persona que lo emplee para moverse por la ciudad a diario, para ir a trabajar, por ejemplo, le bastará con una o dos cargas a la semana. Y todo, beneficiándose de las ventajas del distintivo ambiental 0 de la DGT.
Galería: Prueba Dacia Spring 2022
De este modo, la tercera barrera, la de la recarga, es algo menos compleja. Aun así, disponer de una plaza de garaje y un wallbox es lo más recomendable y lo más funcional. Recordemos que el coche se puede reabastecer de tres formas: cable de Modo 3 (Mennekes, de serie), cable de Modo 2 (toma doméstica, opcional, por 300 euros) y carga rápida (opcional, por 650 euros).
Sobre los tiempos de carga, estos son los datos que anuncia la marca:
De 0 a 100% en 13,5 horas, en un enchufe doméstico convencional de 2,3 kW
De 0 a 100% en 8,5 horas, en una toma reforzada Green'Up o Wallbox de 3,7 kW
De 0 a 100% en 4,5 horas, en una Wallbox de 7,4 kW
De 0 a 100% en 1,5 horas, en un terminal rápido de 30 kW DC.
Pero volvamos al Dacia Spring 2022. Hablamos de un coche de dimensiones compactas, que se mueve bien por la ciudad, con sus 3,73 metros de largo, 1,58 de ancho y 1,52 de alto, combinados con una distancia entre ejes de 2,52 metros y una distancia libre al suelo de 15,1 centímetros.
El modelo de la prueba recurre al acabado más completo de la gama, denominado Comfort Plus, con un mayor equipamiento de serie y distinguible por los detalles naranjas en el exterior del coche.
Curiosamente, esos toques naranjas de mantienen en los tres colores que se ofrecen en la gama, todos sin sobrecoste: Gris Rayo, Negro Magma y Blanco Caolin. Sobre las llantas, son siempre de chapa, con embellecedores bitono.

No nos engañemos, el precio bajo del conjunto se consigue eliminando todo lo superfluo. Algo que se percibe con claridad dentro del coche, con un habitáculo que podríamos catalogar como sencillo, con materiales que huyen del lujo, pero un ensamblaje bastante razonable.
Esto significa que hay lo justo para un coche del año 2022: aire acondicionado, seis airbags, elevalunas eléctricos, un sistema de multimedia con pantalla táctil de 7,0 pulgadas (compatible con Apple CarPlay y Android Auto) o el botón de control por voz en el volante. En resumen, simple y efectivo.
El toque tecnológico, en términos de conectividad, lo aporta la aplicación para el smartphone MyDacia, que permite gestionar a distancia distintos parámetros, como la calefacción, la programación de la carga o la ubicación del coche.

Si hablamos de habitabilidad, en las plazas traseras nos encontramos un aspecto que se puede alabar o criticar a partes iguales: ofrece solo dos asientos posteriores. Bueno, porque ofrecen mucho espacio. Malo, porque el coche solo puede transportar a cuatro personas.
El maletero da la talla, con 290 litros de capacidad, que pueden llegar a ser hasta 620 litros si se abaten los respaldos de los asientos traseros. En cualquier caso, datos buenos para un coche que no llega a los 4,0 metros de largo.

En la parte mecánica, el Spring cuenta con un motor eléctrico, que entrega 44 CV y 125 Nm, al que la energía llega desde una batería de iones de litio de 27,4 kWh de capacidad.
Datos modestos, que se traducen en prestaciones igual de modestas, con una velocidad máxima de 125 km/h (autolimitada) y una aceleración de 0 a 100 de 19,1 segundos, lo que nos refuerza en la idea de que la ciudad es su hábitat. Que por cierto, es donde mejores consumos logra, acercándose sin problema al gasto homologado, que es de 13,9 kWh/100 km.


Para ir finalizando, en el plano dinámico, el Spring se basa sobre la plataforma CMFA del Renault K-ZE, un coche urbano que se vende en China desde 2019... y que, a su vez, derivaba del Renault Kwid, un modelo de combustión reservado a los mercados indio y brasileño. Por lo tanto, está lejos de ir como lo hace, por ejemplo, el último Sandero.
Y obviamente, es menos cómodo y ofrece menor sensación de aplomo, aunque en algún sitio debe apreciarse la reducción de costes, ¿no? Algo que se nota más en este sentido que en lo referido a ayudas a la conducción, donde incluye sistema de frenada de emergencia, cámara traseras, sensores de iluminación...
Dacia Spring Comfort Plus Electric 45