Si a algo nos tiene acostumbrados Citroën, en los últimos años, es a sorprendernos con sus creaciones más llamativas. Sí, esas que no dejan indiferente, como el primer C4 Cactus, el e-Méhari y, ahora, el nuevo Citroën Ami, el protagonista eléctrico de esta prueba.
Eso sí, no podemos hablar de un coche eléctrico al uso, sino de un cuadriciclo ligero (esa es su homologación), con las ventajas e inconvenientes que ello conlleva.
Entre lo positivo, que se puede conducir desde los 15 años, con la licencia AM. Entre lo menos bueno, su escasa potencia (unos 8 CV) y que no supere los 45 km/h de velocidad máxima.
Galería: Prueba Citroën Ami (calles de Madrid)
Ahora bien, su objetivo no es responder a las necesidades de un conductor estándar, ya que no es un coche. Este 'objeto de movilidad', como lo califica la marca, está destinado a los más jóvenes, siendo una alternativa a otros elementos de movilidad eléctrica, como los patinetes y bicicletas.
Pero también, el Citroën Ami 2021 'mira' hacia todo aquel usuario que 'huya' del transporte público en estos nuevos tiempos de pandemia. Y todo, sin olvidarse de los usuarios en el medio rural...
El Ami se sustenta en una estructura tubular metálica, envuelta en una carrocería de policarbonato. Y en cierto modo, sigue un concepto similar al del Renault Twizy. Aunque frente a él, cuenta con dos asientos en paralelo, puertas y ventanillas de verdad y un sistema de ventilación con calefacción, aunque sin aire acondicionado.
Fabricado en Marruecos, ese concepto de simplicidad es el que asegura una importante reducción de costes, que se traduce en un precio bastante asequible. De hecho, para que te hagas una idea, este cuadriciclo apenas queda ensamblado por 250 componentes, para sumar un peso total de 471 kilos (batería incluida).
Lo mismo sucede con algunos elementos constructivos, que se usan por igual en distintas partes del coche. Hablamos por ejemplo del módulo del frontal, que también se emplea en la zaga (creando una curiosa simetría) o la utilización de la misma pieza de puerta en ambos lados del coche, lo que hace que una se abra de forma convencional (la derecha) y la otra sea de apertura inversa.


Sin duda, su diseño marca la diferencia. De hecho, si no te gusta ser el objeto de todas las miradas, es posible que llegues a sentirte incómodo al volante, ya que con el Ami te conviertes en el centro de atención... allá donde vayas. Ya puedes conducir un deportivo de cientos de miles de euros, que es posible que no te hagan tantas fotos como con el cuadriciclo francés...
De cara a moverse con agilidad por la ciudad, anuncia unas dimensiones realmente compactas, con 2,41 metros de largo y 1,36 metros de ancho. De hecho, como curiosidad, diremos que dos Ami cabrían en una plaza de aparcamiento convencional...

En la parte mecánica, recurre a un propulsor eléctrico de 6 kW de potencia (algo más de 8 CV) que se alimenta mediante una batería de 5,5 kWh de capacidad. Dicho binomio le permite alcanzar los 45 km/h de velocidad máxima y hasta 75 kilómetros de autonomía.
La recarga de la batería se lleva a cabo en tres horas, a través de un enchufe doméstico convencional (220 V). Y ese tiempo siempre es invariable: si se conecta a una toma de carga más potente, la espera no se reducirá ni un minuto.
Fruto de su naturaleza eléctrica, disfruta de la etiqueta ambiental 0 de la DGT, por lo que esquiva todo tipo de restricciones de circulación y puede acceder a las áreas de prioridad residencial y bajas emisiones de las grandes ciudades.
Eso sí, en España lucirá la placa de matrícula amarilla que se puede ver también, por ejemplo, en los ciclomotores de 50 cm3. Y, además, no dispone de ayudas electrónicas a la conducción ni sistemas de seguridad como el ABS, el ESP o los airbags.

Al volante, todo es bastante especial. Desde la marca, aseguran que no se trata de un coche y que no está destinado al tipo de conductor que necesita un automóvil. Y la verdad, apenas se necesitan unos pocos segundos para darse cuenta de que no están mintiendo.
El habitáculo es sencillo al extremo. Se trata de un espacio diáfano en el que abundan los plásticos duros y en el que se prescinde de prácticamente cualquier elemento que no sea esencial para llevar a cabo la conducción.


Los tiradores de las puertas son eso, tiradores de material textil, no hay equipo de sonido, no hay retrovisor interior (se puede equipar como accesorio), las ventanillas se abren como lo hacían las del 2CV...
Frente al conductor, apenas hay una pantalla digital que cumple las labores de velocímetro y ordenador de a bordo. La gestión de la transmisión automática se lleva a cabo desde tres pulsadores colocados entre la parte baja del asiento y la puerta y en el salpicadero solo hay tres mandos, para accionar la ventilación, la calefacción y las luces de emergencia.
Justo encima, aparece un soporte para el smartphone, un elemento que cobra una importancia capital en el Citroën Ami 2021, porque tendrá que ser quien ejerza de sistema de navegación y de equipo de audio, si se coloca un altavoz Bluetooth en el salpicadero.

La conducción también conlleva mentalizarse de que estás al volante de un cuadriciclo, ya que no acelera, frena ni se comporta en general como un coche. Una vez cambiado el chip, es posible empezar a sacarle el máximo partido, ya que se mueve con agilidad y gana velocidad con cierta soltura. Eso sí, al llegar a los 45 km/h se 'clava', lo que puede hacer que se quede algo corto en ciertas situaciones.
Por lo demás, las suspensiones no disimulan su dureza y en los días de lluvia, adolece de ciertos problemas a la hora de transmitir la tracción al suelo; sobre todo, si no se modula la aceleración desde parado.

Con el periodo inicial de reservas abierto desde octubre, Citroën ofrece hasta siete versiones del Ami 2021, repartidas en el acabado de acceso Ami Ami, que se puede complementar con cuatro packs de color distintos, y en las ediciones Ami Pop y Ami Vibe.
El lanzamiento del vehículo en España se producirá en marzo de 2021. En ese momento, se podrá comprar de manera online en la web de la marca, en algunos concesionarios físicos o a través de un gran comercio como Fnac.
Una vez adquirido, se puede entregar a domicilio o recoger físicamente, incluso, recurrir a la ayuda de un profesional para que nos explique todas las particularidades del modelo (un servicio que cuesta entre 100 y 200 euros, dependiendo de si lleva a cabo en el concesionario o a domicilio).
Respecto a los precios, en el programa de compra se mueven entre los 6.900 y los 8.260 euros, sin contar los 600 euros de ayuda que ofrece actualmente el Plan MOVES. En cuanto a la modalidad de renting, la cuota más baja arranca en los 19,99 euros al mes (con 2.641 euros de entrada). Respecto a la tercera vía de negocio, la fórmula del 'car-sharing', aún está en estudio en nuestro mercado.