Hace unos días, leía un artículo que explicaba el fenómeno de los SUV de corte coupé. El resumen es que a los clientes no les importa realizar un desembolso mayor y perder habitabilidad si, a cambio, obtienen un vehículo con una línea más deportiva y pasional. Digamos que con un coche así quedan patentes el éxito laboral y un alma independiente, sin cargas familiares.
Tanto si estás de acuerdo como si no con esta conclusión, nadie puede negar que este tipo de vehículos están subiendo como la espuma y tienen bastante éxito. Dentro de las firmas Premium, Audi carecía de un representante compacto para plantar cara al BMW X2, mientras que Mercedes-Benz 'va a su rollo' con el rectilíneo GLB.
Galería: Prueba Audi Q3 Sportback Black line edition 35 TDI S tronic 2020
Pero llegar después no significa remar a contracorriente. El Audi Q3 Sportback posee una estética llamativa, con la que ya se ha convertido en un objeto de deseo para muchos. Más aún, si luce el acabado Black line edition, como el de esta unidad, con multitud de elementos en color negro (los cromados ya no están de moda). En fin, no te deberías perder esta prueba...
Al echar un vistazo a las dimensiones, aparece un dato curioso: este coche es un centímetro más estrecho que el Q3 estándar, con un total de 1,84 frente a 1,85 metros. En cambio, es más largo, con 4,5 metros, y más bajo, con 1,55. Precisamente, es en esta última cota donde más se nota la diferencia, a causa de la caída del techo.
Estéticamente hablando, el coche denota deportividad desde la vista lateral y trasera. Si lo miras frontalmente, te costará diferenciarlo de un Q3. Eso es, al menos, mi percepción. Como puntos más diferentes, se encuentran los hombros más marcados y voluminosos, así como la zaga.
En ella, sobresalen la luneta más inclinada y de menor tamaño, una línea de tensión por encima de los pilotos (estrenan forma y firma luminosa) y un difusor con mayor impacto visual. Por resumirlo de algún modo, el Q3 Sportback supone una evolución más emocional del Q3, sin apartarse de él.
En cuanto al interior se refiere, toma formas y soluciones del benjamín A1 Sportback. La calidad es notoria, todo está bien dispuesto y distribuido y los mandos de la climatización son físicos, si bien echamos en falta el tradicional mando circular para no tener que recurrir siempre al uso táctil de la pantalla central (de hasta 10,1 pulgadas). Llamadme desfasado, pero...
Pasando al apartado de la habitabilidad, si el Q3 me sorprendió muy gratamente por el espacio tan grande para los ocupantes traseros, el Q3 Sportback me ha dejado de manifiesto que no es un coche especialmente habitable detrás.

Se pierden centímetros en todas las cotas, especialmente en la altura, con lo que solo adultos de talla media serán bien recibidos en las plazas posteriores. Está claro que el diseño no perdona. Eso sí, se mantiene la regulación longitudinal de la banqueta trasera, aunque en lugar de los 15 centímetros del Q3, ofrece 13, y el respaldo dispone de varios ángulos de inclinación.
De lo que no puede haber ninguna queja es del maletero, que ofrece 530 litros, es decir, la misma capacidad que en del Q3, con la banqueta retrasada al máximo. Al abatir los asientos (proporción 40:20:40), la cifra resultante es de 1.400 litros, algo menos que en el Q3, por motivos de diseño.

Si no necesitas un motor para lograr muy elevadas prestaciones, debes fijarte en los dos de acceso a la gama: el gasolina 1.5 TFSI de 150 CV (con sistema de desconexión selectiva de cilindros CoD) y el turbodiésel 2.0 TDI con la misma potencia. El número de kilómetros anuales y el gasto de carburante surgen como las claves para elegir uno u otro.
Nosotros hemos probado la opción de gasóleo, asociada a la transmisión automática de doble embrague S tronic, de siete velocidades. Por rendimiento, se trata de una mecánica apta para mover un coche de casi 1.600 kilos en vacío. Ofrece un empuje acorde a su potencia, sin que nos sorprenda ni por perezosa ni por especialmente vigorosa, aunque mejoraríamos la insonorización.

Por mi manera de conducir, aprecio que la mecánica trabaje, como mínimo, en el entorno de las 2.000 vueltas y eso se consigue con el modo deportivo S de la caja o siendo más partícipe de la conducción a través de las levas.
Las prestaciones son más que dignas, superando los 200 km/h de velocidad punta y bajando claramente de los 10,0 segundos en la aceleración de 0 a 100. En cuanto al consumo se refiere, podemos movernos en el entorno de los 6,5 litros cada kilómetros con especial facilidad.

Dinámicamente, el Audi A3 Sportback 2020 aporta un punto más de diversión a la conducción y lo hace a través de dos componentes de serie: la suspensión deportiva, de tarado fijo, y la dirección progresiva, con asistencia y desmultiplicación variables.
En nuestro caso, disponemos de la suspensión adaptativa (opcional), con los programas Confortable, Equilibrado y Deportivo. Incluso el más cómodo, tiene un punto de firmeza que se agradece para vivir más las carreteras, mientras que el de mayor dureza muestra un cariz decididamente deportivo, aunque nunca extremo. El bajo perfil de los neumáticos también aporta a la hora de sentir algo más las irregularidades.

Las reacciones del coche son rápidas, eficaces y generan diversión en las curvas. Sigue siendo un vehículo muy estable, como el Q3, pero tiene ese punto de pimienta del que adolecen algunos modelos de Audi. La carrocería mantiene muy bien la compostura, sin grandes oscilaciones, incluso enlazando giros, una dura prueba para un vehículo con una altura libre al suelo más elevada.
De este modo, el BMW X2, también con un dinamismo excelente, tiene un duro rival ante sí. Definitivamente, el Audi Q3 Sportback es un coche para lucirlo y disfrutarlo allá por donde vayas.

Los precios del SUV alemán se inician en 39.310 euros, si bien hay disponibles tres acabados más completos, además del 'básico': Advanced, S line y Black line edition. Si asociamos el coche al último, a la transmisión S tronic y a la versión 35 TDI, el montante alcanza los 49.920 euros, a lo que hay que sumar algún que otro extra interesante que se quiera añadir.
Sí, es más caro que el Q3, pero como comentaba al principio, ese punto de exclusividad en la imagen y a la hora del desembolso resulta irresistible para muchos. Que me vean con el coche que tengo...
Audi Q3 Sportback 35 TDI S tronic