Con una marcha calmada, pero imparable, todos los fabricantes van completando su gama de producto con un SUV urbano. Pequeños aventureros, dispuestos a dominar las calles de las ciudades y atreverse con excursiones de fin de semana, sin importar el terreno al que haya que enfrentarse. Una categoría cada vez más poblada, a la que acaban de llegar el Citroën C3 Aircross 2018 y el SEAT Arona 2018.
Dos vehículos de proporciones similares, aunque con un diseño diferente en cada caso. Más juvenil y llamativo, en el modelo francés, frente a una propuesta más sobria y elegante del Arona. En cualquier caso, ambos modelos coinciden en algo: ofrecer múltiples opciones de personalización. Veamos si, al compararlos, descubrimos un claro vencedor o si ambos todocaminos firman el empate.
Dimensiones exteriores en la barrera de los 4,15 metros de longitud
Aunque resulte una obviedad, hablamos de dos vehículos nacidos para moverse en la ciudad y sus alrededores. De ahí que casi calquen las medidas: 4,15 metros el Citroën, por 4,14 metros el SEAT. Una escasa diferencia que también apreciamos en la capacidad de los maleteros, con 410 litros del C3 Aircross, mientras que el Arona se conforma con 400 litros. Además, el modelo francés cuenta con un punto a su favor, debido a que la banqueta trasera se desplaza longitudinalmente; en este caso, la capacidad crece hasta los 520 litros.
Otros detalles exteriores presentes en ambos vehículos son las barras longitudinales de techo o la combinación bicolor entre el techo y el resto de la carrocería. Además, las llantas de aleación de 17 pulgadas, que lucen ambos SUV, aportan un toque de exclusividad.
Si buscamos las diferencias entre ambos, los grupos ópticos también nos ayudarán a identificarlos. Los del vehículo galo están partidos en dos, con las luces de conducción diurna en la parte superior. Por su parte, los del modelo español acogen la función de intermitente y, en opción, pueden ser de diodos luminosos para todas las funciones, como sucede en nuestro caso. En este apartado, el Arona mezcla, con acierto, elegancia y tecnología.
Mecánicas turboalimentadas de gasolina, con cambio manual
Seguimos con las similitudes, en este caso, en el plano mecánico. Ambos SUV apuestan por propulsores tricilíndricos de gasolina, turboalimentados, de reducida cilindrada: 1.199 cm3 el bloque PureTech 110 del C3 Aircross, por 999 cm3 del motor EcoTSI del Arona.
En el primer caso, la potencia máxima es de 110 CV a 5.500 rpm, mientras que el Arona sube el listón hasta los 115 CV entre 5.000 y 5.500 vueltas. Respecto a la transmisión, las dos son manuales, de cinco velocidades en el motor menos potente y de seis en el ejemplar español. Los dos vehículos recurren a un sistema de tracción delantera, pero el C3 Aircross cuenta con el control de tracción avanzado Grip Control, que le permite afrontar las pistas y caminos rotos con mayor soltura y seguridad.
Respeto a las prestaciones, el C3 Aircross alcanza una velocidad máxima de 185 km/h, combinada con un consumo, en ciclo mixto, de 5,0 litros cada 100 kilómetros. El Arona, por su parte, firma una punta de 182 km/h, con un gasto medio oficial de 4,9 litros cada 100 kilómetros. En este sentido, en condiciones reales de uso, con el SEAT Arona te aproximarás más a esa cifra oficial facilitada por el fabricante.
Un dinamismo diferente para cada situación
En marcha, apreciamos un contraste evidente. El C3 Aircross es un vehículo destinado a afrontar los trayectos con una conducción relajada, a ritmos sosegados, sobre todo con todas las plazas ocupadas y el maletero lleno.
La insonorización del sonido procedente del vano motor, que se percibe en el habitáculo, no está tan conseguida como en su rival. Y eso se nota al estirar las velocidades, por ejemplo, mientras efectuamos un adelantamiento o elevamos el ritmo en autopista. En esos casos, el modelo francés sufre y la comodidad se ve perjudicada unas décimas.
Además, el tarado de la suspensión, más blando que el del Arona, hace que tanto el conductor como los ocupantes aprecien esa incómoda sensación de balanceo, sobre todo al negociar curvas cerradas. No obstante, a su favor hay que decir que el consumo de combustible, en condiciones reales, no se dispara, lo que le convierte en un vehículo ideal para utilizarlo a diario.
Asimismo, la combinación del Grip Control, con unos neumáticos específicos M+S (barro+nieve) y el control de descenso de pendientes, permite al vehículo galo acceder a otro tipo de escenarios, en los que el Arona no brilla especialmente.
Dicho todo lo anterior, toca hablar del SUV más pequeño de SEAT. El Arona ofrece una puesta a punto más equilibrada en todos los sentidos. El propulsor es más refinado, la insonorización del habitáculo es mejor, la caja de cambios manual de seis velocidades consigue exprimir al máximo la potencia del motor y el tarado de la suspensión se acerca más a la de un urbano deportivo, que a la de un SUV compacto.
Precisamente, esa firmeza de la suspensión es la que más confianza transmite al conductor. El ritmo de crucero puede ser más ágil, sin sacrificar la insonorización del interior. Eso sí, al valorar el espacio disponible para los ocupantes de las plazas traseras, el Arona cede un poco de terreno frente al C3 Aircross. Así las cosas, nos gusta más la agilidad del Arona, sobre todo, porque corre, frena y se apoya con más eficacia que en el caso del vehículo francés.
Detalles multimedia de última generación
Cada vez más habituales en este tipo de todocaminos, en ambos modelos encontramos pantallas digitales táctiles en color, de 7,0 pulgadas en Citroën y de 8,0 en SEAT. También disfrutaremos de 'gadgets' como la cámara trasera de asistencia al aparcamiento, sistemas de ayuda a la conducción, como el de alerta por cambio involuntario de carril, el de frenada de emergencia en ciudad o el de control del ángulo muerto.
Además, en ambos casos modelos, podremos equipar otros dispositivos orientados al confort, como el sistema de navegación, otro de aparcamiento asistido, sensores de aparcamiento traseros, el acceso y arranque por botón, además del Head-up Display, en el caso del Citroën, o los asientos con calefacción, en el Arona. Todo este despliegue se debe, en gran medida, a que hablamos de dos de los acabados más completos disponibles, en cada caso.
El Shine acompaña al modelo francés, con un precio de partida de 20.550 euros para el C3 Aircross PureTech 110 S&S. En el caso del Arona 1.0 EcoTSI 115 Start/Stop Xcellence, la cifra de partida es de 21.860 euros. Estos precios no incluyen los descuentos promocionales de cada fabricante.
Como puedes corroborar, hablamos de dos SUV urbanos con argumentos bien definidos, pero que consiguen transmitir unas sensaciones diferentes. Es cierto que el Citroën C3 Aircross explota más su vertiente práctica, incluso lúdica, asociada a una imagen juvenil y desenfadada. Pero no lo es menos que, por agilidad, puesta a punto general y eficacia y potencia del motor, el SEAT Arona se impone a su rival.
La diferencia no es abismal, pero si vas a recorrer más kilómetros por asfalto que por pistas, como suele ser lo habitual, el modelo español supera, en este particular duelo de gigantes, a su rival francés.