Volkswagen Polo 2017. Un nombre familiar, ¿no crees? A fin de cuentas, se trata de uno de los modelos con mayor trayectoria en el segmento, pero también uno de los más exitosos, con más de 14 millones de unidades vendidas, desde el año 1975.
Dicho esto, las cosas más importantes que debes saber sobre este nuevo Polo, el sexto, es que es más grande, seguro y eficiente que nunca. También, que solo se vende con carrocería de cinco puertas, como ya viene sucediendo, desde hace algunos meses, con el SEAT Ibiza 2017; un modelo con el que comparte plataforma, motores y tecnología. Así que, si buscas un tres puertas, tal vez, tengas que dirigir tu vista hacia el nuevo Fiesta...
Por ahora, solo gasolina
La gama de mecánica del Volkswagen Polo 2017, en nuestro país y en este momento, se compone de opciones de gasolina, con propulsores tricilíndricos de entre 65 y 95 CV. Más adelante, llegará una versión más potente, con 115 CV, diferentes variantes turbodiésel, sobre el 1.6 TDI, una de gas natural comprimido (GNC) y el deportivo GTI, con 200 CV de potencia.
Ahora, centrémonos en eso de que es más grande. Analizando las dimensiones, declara 4,05 metros de largo (8,1 centímetros más), 1,75 de ancho (6,9 más) y 1,45 de alto (0,7 menos). Pero también crece la batalla, concretamente 94 milímetros, hasta alcanzar los 2,56 metros. Datos que le colocan a 20 y 4 centímetros del Golf actual, en lo que a longitud y anchura se refiere, respectivamente.
También es más grande el maletero, que pasa de 280 a 351 litros (71 adicionales). Unos datos que le permiten colocarse a la par del Ibiza, pero bastante por encima del propio Fiesta, que debe conformarse con 292 litros. Por tanto, llegamos a la conclusión de que ya no es un coche pequeño. O al menos, no tanto.
Volkswagen Polo 2017: primeras impresiones
Hablando en términos estéticos, en directo, el coche urbano alemán sorprende por su imagen, bastante más sofisticada. Al menos, eso parece transmitir la angulosa zaga, las trabajadas líneas del perfil o la nueva parrilla, donde predomina el tono negro. Desde luego, parece mucho mejor plantado en la carretera.
El diseño y la calidad del habitáculo parece que también han sido una prioridad. Por dentro, destaca la pantalla táctil del sistema multimedia, que puede llegar a ser de 8,0 pulgadas, o la instrumentación completamente digital Active Info Display; sin duda, la mayor diferencia frente al Ibiza.
Además, ahora también ofrece más opciones de personalización, con ocho colores para el interior (salpicadero y paneles de las puertas), once para los asientos y catorce para la carrocería.
En otro orden de cosas, la posición al volante es óptima, independientemente de la complexión del conductor. De este modo, ofrece un buen control visual de la instrumentación y todos los mandos quedan a mano. Sin embargo, el pilar A resta un poco de visibilidad al conductor.
En las plazas traseras, el mayor tamaño de la carrocería se traduce en un espacio bastante bueno, sobre todo, en lo referido a la distancia para las piernas.
¿Cómo es su conducción?
Para ser honestos, el Polo se conduce como si se tratara de un Golf en miniatura, ya que es casi tan bueno en estabilidad y refinamiento, al tiempo que aporta un toque extra de agilidad. En nuestro caso, conducimos la variante con motor turboalimentado de gasolina 1.0 TSI, con tres cilindros y 95 CV, asociado a la transmisión automática de doble embrague DSG, de siete velocidades. Una combinación cara, con una cifra de partida de 19.460 euros, pero recomendable.
En cualquier caso, la acertada puesta a punto del chasis mantiene las cosas en su sitio, incluso, en tramos virados, ofreciendo un gran confort... sin descuidar la dinámica.
Respecto al motor, a pesar de su reducida cilindrada y contenida potencia, sube de vueltas con alegría, ofrece una buena respuesta desde bajo régimen y alcanza las velocidades de crucero legales con facilidad. Y, encima, la sonoridad que llega hasta el habitáculo está bastante limitada. De serie, se asocia a una caja manual, de cinco marchas, aunque la automática de siete tampoco parece mala opción, por su buen rendimiento.
En términos de conducción, el Polo no se descompone en ningún momento. La dirección es suave pero directa, e informa en todo momento de lo que está ocurriendo bajo las ruedas. En líneas generales, destaca por su equilibrio, llegando a ofrece una pizca de diversión en algunos momentos... aunque sin llegar al nivel del nuevo Fiesta.
Como mencionábamos unas líneas más arriba, esta combinación, asociada al acabado Sport, esta a la venta por 19.460 euros. Sin embargo, el precio de partida de la gama del Volkswagen Polo 2017 es de 14.740 euros.
Volkswagen Polo 1.0 TSI 95 CV DSG Sport