Nunca está de más repetirlo: la carretera no es un circuito de velocidad. Independientemente de que conduzcas un coche modesto o uno de altas prestaciones, el límite de velocidad en autopistas y autovías es de 120 km/h (130 en Francia) y superar este registro implica arriesgarte a una multa.
Es más, la gendarmería francesa asegura que "la velocidad es la primera causa de muerte" en nuestro país vecino. No solo es un factor desencadenante, sino también agravante, conviene recordar.
El pasado 12 de noviembre, una patrulla de la policía persiguió a un Volkswagen Golf R de octava generación, matriculado en Luxemburgo, que circulaba a 268 km/h por la autopista A4 en la comuna de Gueux. Al volante de su SEAT León CUPRA, los gendarmes consiguieron alcanzar al infractor y detenerlo en el peaje de Thillois.
Retirada del carné y coche incautado
Huelga decir que con su motor 2.0 TSI de 290 CV, el compacto deportivo español es perfectamente capaz de perseguir al Volkswagen Golf R, que monta el mismo bloque, pero con algo más de potencia. En concreto, desarrolla 320 CV, aunque ofrece un sistema 4x4 y no es un tracción delantera como el SEAT.
Por supuesto, al infractor se le retiró inmediatamente el permiso de conducir. Además, su coche fue incautado con una fianza de 750 euros, aunque podrá recuperarlo una vez que haya pagado esta cantidad.
Si recuerdas, el Equipo de Intervención Rápida (ERI) sustituyó el Renault Mégane R.S. por este SEAT León CUPRA y también por el Alpine A110. Actualmente, estos ejemplares se encuentran en servicio en toda Francia.
En España, sin deportivos policiales
Los A110 desarrollan una potencia de 252 CV a partir del motor turbo de gasolina 1.8 TCe. A pesar de ser la mecánica de acceso a la gama, con ella, el biplaza francés firma una aceleración de 0 a 100 en apenas 4,5 segundos.
En el caso de nuestra Policía Nacional, ahora mismo emplea unidades del Citroën C5 Aircross con motor de gasolina PureTech 130 CV y también del Peugeot 3008 Hybrid, una versión híbrida enchufable con 225 CV y etiqueta 0 de la DGT. Nada de deportivos...