Lo creas o no, hubo un tiempo en el que Porsche se cuestionó su icónico 911. A mediados de los años 70, de hecho, la compañía planeó sustituirlo por un GT muy diferente, y retirar el bóxer de seis cilindros por un V8.

Sucedió, para ser exactos, en 1972, con el fin de la colaboración con Volkswagen de la que había surgido el 914, una relación en la que Porsche había depositado grandes esperanzas y que, en cambio, dejó al fabricante de Stuttgart en la cuerda floja y con poco margen de maniobra.

Galería: El primer V8 Porsche

Además, un 'best seller' como el 911 empezaba a parecer anticuado en su concepto e inadecuado para las normas de seguridad que los Estados Unidos estaban a punto de introducir.

Cambios radicales

La solución a ambos problemas fue poner en marcha un nuevo modelo con una disposición más moderna, un gran turismo con motor delantero y caja de cambios montada en la parte trasera (disposición transaxle), que corregiría los defectos congénitos del tan querido 911, a la vez que ofrecería mayores prestaciones y practicidad.

Porsche 928

Porsche 928

En la actualidad, sabemos que el Porsche 911 no solo sobrevivió a su sucesor, sino que reforzó su papel como la más pura encarnación de la deportividad de Porsche, pero en su momento, la compañía se puso a desarrollar el futuro 928 y, sobre todo, su inédito motor V8.

Este propulsor, marcado como M28 y fabricado en las versiones experimentales de 5,0 litros con carburador que se utilizaron en los primeros prototipos, contaba con varias soluciones refinadas, como por ejemplo, la separación de los cilindros alcanzaba los 122 mm para dar cabida a unas robustas camisas construidas, al igual que el cárter y la culata, íntegramente en aluminio.

Porsche M28

Porsche M28

Se tomaron algunas medidas para reducir las dimensiones totales manteniendo la línea del capó baja, como el ángulo de 90° entre las bancadas de cilindros y una posición específica de las bujías. El sistema de distribución era de dos válvulas por cilindro, con un árbol de levas en cabeza para cada bancada.

Para la versión de producción del primer 928, lanzada en 1977 como 'model year' 1978, se decidió finalmente una cilindrada de 4,5 litros y la inyección mecánica de combustible Bosch K-Jetronic, para conseguir una potencia de 240 CV a 5.500 rpm.

Porsche 928 S 1980

Porsche 928 S 1980

El crecimiento

La primera evolución del motor llegó en 1980. Ese año debutó el 928 S, que tenía una cilindrada de 4,7 litros y 300 CV (posteriormente 310) a 5.900 rpm, pero sin otras modificaciones. 

Más sustancial fue el que dio origen al 928 S4, también presentado en 1986, que vio un nuevo aumento de la cilindrada hasta los 5,0 litros, un sistema de distribución de cuatro válvulas por cilindro accionado por dos árboles de levas por bancada y una potencia de 320 CV, aumentada a 330 en el GT del 89.

Porsche 928 S4 1987

Porsche 928 S4 1987

Esta nueva variante contaba con un sistema de accionamiento de la distribución 'mixto', que permitía no modificar el recorrido de la correa y ahorrar componentes adicionales.

La correa, que también accionaba las bombas de agua y aceite, actuaba sobre solo dos árboles de levas, los de escape, mientras que los de admisión recibían el movimiento a través de una cadena de rodillos alojada en el interior de la tapa de los taqués.

Porsche 928 GTS 1992

Porsche 928 GTS 1992

El GTS y la despedida

El último paso llegó en 1991, cuando Porsche finalizó la trayectoria del 928 con el modelo GTS. En este caso, la cilindrada máxima era de 5,4 litros. Este aumento, necesario para compensar la reducción de la potencia debida a la introducción del catalizador, permitió incluso elevarla a 350 CV a solo 5.700 revoluciones, mientras que el par motor pasó de los 430 Nm del GT a unos impresionantes 500 Nm a poco más de 4.000 revoluciones.

Con el fin del 928 en 1995, la trayectoria de la primera generación de V8 de Porsche también llegó a su fin ya que, en los años siguientes, la compañía se centró en los coches con motor central y trasero de los nuevos 911 y Boxster. El ocho cilindros solo reaparecería en 2003 con el Cayenne, el primer SUV de la compañía, presentado con un V8 de 4,5 litros de nuevo diseño.