En un momento en el que la implantación del coche eléctrico está empezando a redefinir el diseño de los vehículos para conseguir una eficiencia cada vez mayor, hoy vamos a echar un vistazo a un prototipo presentado en 1986, que habría casado a la perfección como automóvil libre de emisiones: el Citroën Éole. 

De hecho, ya solo su nombre, que en la mitología griega se refiere al dios que gobernaba los vientos, podría ser una referencia a la movilidad limpia y electrificada.

Pero a mediados de la década de 1980, los coches eléctricos no estaban a la orden del día, y este extraño ejercicio de diseño, que debutó en el Salón del Automóvil de Ginebra, estaba basado en un modelo de combustión. Para ser exactos, en el Citroën CX.

Citroën Éole Concept (1986)

Y el Cx, entendido como coeficiente aerodinámico, es precisamente en lo que se centraba este elegante concept, que parece haber sido esculpido para ofrecer la menor resistencia posible.

Y efectivamente, el modelo conseguía reducir el coeficiente de resistencia del coche original a casi la mitad, quedándose en 0,19. Para lograr tal resultado, la carrocería fue completamente 'reelaborada', comparada con la del CX, aunque la caída del techo seguía siendo reconocible.

Citroën Éole Concept (1986)

Las cuatro ruedas quedaban ocultas por la carrocería, para mejorar la aerodinámica del conjunto. ¿Pero qué pasaba con los giros y las curvas? Pues que los paneles de la carrocería, montados sobre gatos, se podían elevar para que las ruedas giraran. De locos...

En el exterior del coche, se trabajó a conciencia en los bajos y se optó por unos tiradores de las puertas enrasados con la carrocería, una solución que cada vez se emplea más en coches modernos. 

Y en el interior, predominaba la sensación de espacio y amplitud, gracias a las enormes superficies acristaladas, ¡con ventanas que se podían oscurecer según la incidencia de la luz! Además, el habitáculo, que invitaba a viajar, se estructuraba alrededor de la consola central, que estaba a la vanguardia de la tecnología en la época: había un PC, una consola de videojuegos, un reproductor de CD...

Citroën Éole Concept (1986)

En cuanto al tren motriz, el concept se basaba en el motor del CX GTi, un cuatro cilindros de 2,5 litros, que desarrollaba 138 CV. Citroën aprovechó este modelo para desarrollar y probar sus últimos avances en materia de suspensión hidroneumática. 

Por último, pero no por ello menos importante, el diseño de este concept Citroën Éole se realizó en pocas semanas. ¿Cómo? Gracias a los ordenadores. De hecho, fue el primer prototipo de coche diseñado íntegramente por ordenador. Al combinar la base de la berlina CX con el diseño por ordenador, se utilizaron menos modelos a escala y la idea se hizo realidad más rápidamente. 

Galería: Prototipos olvidados: Citroën Éole (1986)