Sin duda, lo mejor de nuestra sección sobre Prototipos Olvidados es descubrir las locuras que diseñaban en el pasado los fabricantes de automóviles, en especial aquellas que representaban una visión de futuro. Algo diferente a lo que sucede hoy en día, donde muchos no son tan interesantes, ya que están enfocados a adelantar modelos de producción.
Hoy queremos rescatar uno de esos concept futuristas del pasado, en concreto el Opel GT2 presentado en salón del automóvil de Frankfurt del año 1975, hace ya cerca de medio siglo, que rompió muchos cánones de la época.
Galería: Opel GT2 concept (1975)
El GT2 fue uno de los favoritos de la feria alemana cuando fue presentado, si no el favorito absoluto, y fueron precisamente su futurista aspecto general y sus puertas de curiosa apertura algunos de los aspectos que más llamaron la atención.
El objetivo principal de Opel con el GT2 era el ahorro. Básicamente, un coche que fuera eficiente tanto a nivel aerodinámico como en lo referente a consumo de combustible. A fin de cuentas, muchos fabricantes se vieron empujados a experimentar con este tipo de prototipos tras la crisis del petróleo de 1973.

Para afinar la aerodinámica del GT2, Opel tomó inspiración de prototipos previos de la marca, como el Experimental GT o el Opel CD. Gracias a su suavizado diseño, el GT2 lograba un coeficiente de resistencia aerodinámica de 0,326, muy bueno para la época y por delante del propio Experimental GT, por ejemplo
El prototipo biplaza y con carrocería coupé se basó en el Opel Manta, por lo que escondía un motor de gasolina de 1,9 litros y cuatro cilindros, con árbol de levas en cabeza, que rendía 105 CV, se combinaba con un cambio manual de cinco velocidades y permitía alcanzar una velocidad máxima de unos 200 km/h. En cuanto a consumo, anunció menos de 7,5 l/100 km.



En todo caso, el detalle más llamativo del modelo fueron sin duda sus puertas, montadas sobre un sistema de raíles que, a diferencia de modelos modernos como algunos monovolúmenes, furgonetas o el Peugeot 1007, lleva los propios raíles por dentro, y no en la carrocería.
Además, las puertas de accionamiento eléctrico (se abrían pulsando un botón ubicado en los retrovisores) daban paso a un interior con asientos de última generación, una consola central con módulos intercambiables e incluso pantallas digitales.