En muchas ocasiones nos preguntamos qué habría ocurrido si hubiéramos tomado una decisión diferente y las cosas hubieran resultado de otra manera. En el caso de los fabricantes de automóviles, hay infinidad de proyectos que nunca llegaron a producción y, con el tiempo, nos preguntamos si podrían haber funcionado a nivel comercial.

Muchas de estas marcas acaban desvelando sus prototipos secretos pasado el tiempo, como es el caso de Porsche y el repertorio de concept cars desconocidos que lleva meses revelando, desde el Porsche Cayenne Cabriolet hasta el Porsche 919 de calle.

Hoy queremos repasar algunos de los prototipos secretos de otra marca alemana, en concreto Opel, que también tiene en su almacén unas cuantas joyas que nunca se hicieron realidad pero que resultan de lo más interesantes, al menos vistas en retrospectiva. 

Opel Omega V8 Caravan
Opel Omega V8 Caravan
Opel Omega V8

Una visita al departamento de coches clásicos nos llevó a lo más profundo de los almacenes de Opel, donde reposaban verdaderos tesoros para los amantes de la marca. Nos dio la bienvenida, por ejemplo, el Opel Omega V8 Caravan. Sí, con motor V8 de General Motors, en concreto el 5,7 litros de un Corvette, cuyo debut en el Omega estaba previsto para el año 2000.

Hacia el final de su vida comercial, el Omega B pretendía actualizarse mediante unos faros más grandes o una parrilla modificada. Obviamente, esto era para diferencial la versión V8 del resto de Omega, con un interior con mucho cuero y asientos individuales en la parte trasera, solución que más tarde llegaría al sucesor indirecto del Omega, el Signum. 

Desafortunadamente, los ingenieros de la marca se encontraron con problemas para encajar el gran V8 americano bajo el capó, algo que salta a la vista al echar un vistazo al vano motor del Omega V8 Sedán. La poco fiable caja de cambios acabó firmando la sentencia de muerte del proyecto.

Prototipos clásicos de Opel
Opel Maxx
Prototipos clásicos de Opel
Opel Junior

Años antes de que apareciera en el mercado el smart fortwo, Opel presentó los ingeniosos prototipos Maxx, que hoy en día resultan hasta simpáticos, al igual que el llamado Opel Junior de apenas 3,41 metros de longitud. 

Este pequeño y redondeado coche se situó por debajo del Corsa, y su interior modular, espartano pero funcional, fue diseñado por un tal Chris Bangle, diseñador conocido por sus trabajos para BMW durante la primera década de los años 2000. Lo más destacado era que los asientos podían utilizarse como sacos de dormir y la radio era desmontable.

Opel Tigra V6
Opel Tigra B

El diseño exterior nos recuerda un poco al Corsa B, lo que nos lleva al Opel Tigra. Hay varias variantes en el almacén. Por ejemplo, el feroz Tigra V6 con motor 3,0 litros derivado del Omega, con tracción trasera, 210 CV de potencia, el eje delantero modificado de un Opel Vectra B y una velocidad máxima de 245 km/h.

Junto al Tigra V6 nos topamos además con un Tigra camuflado, que aunque parece similar, luce formas diferentes en las ventanillas y el pilar C, así como un frontal más voluminoso. Es posible que se tratara de un Opel Tigra B que nunca llegó a existir, puesto que el Tigra A se dejó de fabricar en 2001, sin remplazo. 

Opel Calibra Cabriolet

Lo que sí apareció después, dado el éxito de los pequeños descapotables de techo retráctil como el Peugeot 206 CC, fue el Tigra TwinTop de 2004, considerado la segunda generación del Tigra coupé. 

El último plato fuerte fue ver en directo el Opel Calibra Cabriolet, un modelo con el que debieron soñar muchos amantes del Calibra en los años 90, si bien la reconversión en descapotable resultaba costosa y, además, el grupo ya tenía en el catálogo los Opel Astra F Cabriolet y Saab 900/9-3 Cabrio.