Algunas marcas nos habían 'avisado' de que las suscripciones podrían convertirse en el equivalente automovilístico de los contenidos descargables de los videojuegos, y empezamos a ver más ejemplos.

En su ConnectedDrive Store de Corea del Sur, los propietarios de BMW pueden pagar una cuota mensual para disponer de los asientos calefactables. Cuesta 24.000 ₩ o aproximadamente 18 euros al cambio actual. Como alternativa, se puede adquirir una suscripción de un año por 176 euros u otra de tres por 283.

La BMW ConnectedDrive Store es un portal que utilizan los clientes para descargar una serie de aplicaciones. Todo se hace de forma inalámbrica, sin tener que visitar un concesionario para que le instalen el nuevo software. En el caso de los asientos calefactables, la marca alemana tiene la amabilidad de ofrecer un periodo de prueba de un mes de forma gratuita. Si se desea la función de forma permanente, cuesta 406 euros en el país asiático.

BMW heated seats subscription

Más equipamiento online

Un plan de suscripción similar también está disponible en Corea de Sur para el volante calefactable, que cuesta 10 euros al mes, 92 al año y 161 durante tres años. También puedes comprarlo directamente por 222 euros. ¿Quieres Apple CarPlay inalámbrico? Hay que abonar 305 euros.

La tienda online también permite a los clientes de BMW actualizar los faros para incluir un asistente de iluminación y sistemas de seguridad adicionales. Todo, de forma telemática mediante un smartphone o un ordenador.

Uno de los artículos más inusuales que se encuentran disponibles se llama IconicSounds Sport. Esencialmente, reproduce sonidos de motor falsos a través de los altavoces del coche, si se está dispuesto a pagar 138 euros para tener esta función de forma permanente. En este caso, no hay planes de suscripción mensuales o anuales disponibles.

Peligro de pirateo

Esta nueva política comercial supondrá grandes beneficios para las marcas. Eso sí, seguro que aparecen 'hackers' para desbloquear funciones sin tener que pagar a los fabricantes.

Hacerlo supondrá casi seguro anular la garantía oficial del vehículo, pero ¿qué sucede cuando se piratee una vez acabada dicha garantía? Habrá que ver cómo se defienden las firmas de los piratas virtuales.

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