A mitad de la década de los 80, en el salón del automóvil de París del año 1986, Citroën desveló un modelo muy curioso basado en su Citroën AX, un coche que por entonces todavía no había llegado a los concesionarios de la marca francesa.

Aquella edición número 73 del salón de París, inaugurada por el entonces presidente de la República Francesa, François Mitterrand, fue el escenario de estrenos tan sonados como el Audi 80, el Porsche 928 S4 o el Volvo 840 Coupé, diseñado por Bertone.

Galería: Citroën Xanthia concept (1986)

Con el objetivo de llamar la atención del público y atraer gente a su estand, Citroën diseñó y expuso este atípico prototipo, una especie de Citroën AX Cabriolet (variante que nunca se hizo realidad como modelo de producción), que la firma bautizó como Citroën Xanthia.

Como ves, el Xanthia lucía el mismo frontal que el pequeño AX, considerado entonces por la prensa el "coche económico" del fabricante galo, aunque a partir de los pilares delanteros, todo era diferente: techo abierto, parabrisas y ventanillas recortadas, o una zaga totalmente diferente, con dos pequeños tubos de escape completamente cuadrados.

Citroen Xanthia Concept (1986)
Citroen Xanthia Concept (1986)

Aunque a primera vista parezca un biplaza, en realidad los ingenieros de la casa instalaron dos asientos adicionales, ocultos bajo el arco trasero. Desde entonces, el Citroën Xanthia ha permanecido en el Conservatoire Citroën.

Básicamente, el prototipo pretendía aportar una imagen más joven y deportiva al utilitario AX, para lo que recurrió además a un llamativo color rojo para la carrocería (con la zona inferior de la misma pintada en gris) y un interior también de cuero rojo.

Citroen Xanthia Concept (1986)

Según su ficha técnica, medía 3,95 metros de largo, 1,63 de ancho y 1,13 de alto, y equipaba un modesto motor atmosférico de gasolina, de 1.360 cm3 y cuatro cilindros, que ofrecía 70 CV de potencia a 5.600 rpm y se combinaba con una caja de cambios manual de cinco velocidades.

Además de amortiguadores hidráulicos, este Xanthia equipó asientos de ajuste eléctrico y con memoria, ordenador de a bordo, un indicador de presión y temperatura de los neumáticos, un equipo de sonido HiFi, y hasta un teléfono, heredado del Citroën BX.