La semana pasada, llovió mucho en Nîmes y su región, hasta el punto de que se produjeron importantes inundaciones. Fue tal la cantidad de agua caída que muchas viviendas se vieron afectadas y algunos coches quedaron inundados.

Las imágenes y los vídeos muestran tormentas de extrema violencia. En menos de tres horas, cayó lo que suele caer de lluvia en dos meses y medio. Pero, sin duda, lo peor de todo fue el fallecimiento de nada menos que nueve personas.

En Internet, Pôle Automobile Gaussen, un taller especializado en Peugeot cerca de Nîmes, compartió fotos tras el paso de las tormentas. "Desgraciadamente, hemos perdido este 508 PSE en las inundaciones", comenzaba el post de Facebook.

 

Este ejemplar no tiene arreglo, ya que el agua lo ha destrozado por dentro. Si recuerdas, esta versión híbrida enchufable de altas prestaciones desarrolla 360 CV y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 5,2 segundos. ¡Una verdadera pena!

El responsable y administrador del perfil de Facebook se muestra apenado por la situación, pero promete que un nuevo 508 PSE lo sustituirá en enero de 2022. Como suele suceder en las redes sociales, algunos comentarios sin ninguna gracia tenían un tono de burla acerca de lo ocurrido.

Galería: Peugeot 508 PSE 2021, prueba

Por supuesto, este Peugeot 508 PSE no fue el único afectado, sino que cientos de coches perecieron en este episodio. Esperemos que todos los propietarios estén bien asegurados. Al respecto, Gerald Darmanin, ministro del Interior, ha anunciado que en unos días se catalogará lo vivido como catástrofe natural para apoyar a todos los damnificados.

A modo de recordatorio, el Peugeot 508 PSE cuenta con un motor turbo de gasolina PureTech, con 1,6 litros y 200 CV, y dos propulsores eléctricos de 110 y 113 CV. El más potente se sitúa en el tren trasero, lo que permite al coche disponer de tracción total.  

Este coche no es precisamente barato, ya que, en concreto, la variante familiar SW está cerca de los 65.000 euros. Cuando surgen desgracias así, la naturaleza no tiene piedad de nada, ni siquiera de las personas y mucho menos de los coches. Ojalá tardemos mucho en volver a hablar de un episodio semejante.