En la primavera de 1975, Mercedes-Benz presentó su nuevo buque insignia, el 450 SEL 6.9, basado en la generación W116 del Clase S, lanzada unos años antes, en 1972. Por entonces, esta versión tope de gama de su berlina de representación era uno de los automóviles más rápidos de la época y solo algunos deportivos eran capaces de alcanzar velocidades superiores.

El modelo que sirvió como base al 450 SEL 6.9 era un gran vehículo, ya que en 1974 se alzó con el título al Coche del Año en Europa, en su versión 450 SE. En cualquier caso, la variante tope de gama celebra este año su 45 aniversario, así que vamos a repasar brevemente su historia.

Galería: Mercedes-Benz 450 SEL 6.9 (1975-1980)

Un gigantesco motor

Para esta versión, Mercedes-Benz decidió equipar el motor más grande que había utilizado en décadas. Tomando como base el propulsor V8 del legendario Mercedes-Benz 600 W100, los ingenieros aumentaron el diámetro de los cilindros (de 103 a 107 milímetros), aunque mantuvieron la carrera. El resultado fue un bloque de 6.834 cm3.

Aquel motor de 6,9 litros y ocho cilindros, que contaba con inyección de gasolina y un sistema de lubricación por cárter seco (y un cárter de aceite ampliado hasta los 12 litros de capacidad), ofrecía una potencia de 286 CV a 4.250 rpm, así como un par motor máximo de 550 Nm desde apenas 3.000 vueltas.

Mercedes-Benz 450 SEL 6.9 (1975-1980)
Mercedes-Benz 450 SEL 6.9 (1975-1980)
Mercedes-Benz 450 SEL 6.9 (1975-1980)

De serie, este bloque iba asociado a una transmisión automática de tres velocidades, que se tomó directamente de las versiones con el motor de 4,5 litros, si bien fue reforzada para poder digerir el poderío extra del enorme motor de ocho cilindros.

Gracias a sus cifras, el 450 SEL 6.9 era capaz de acelerar, de 0 a 100 km/h, en 7,4 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h. Y esto en un vehículo con un peso en vacío de 1.975 kilogramos. El representante alemán equipaba unos 'ridículos' neumáticos comparados con las dimensiones actuales: 215/70 VR14. En la época, anunciaba un consumo de 16,0 litros cada 100 kilómetros... a 110 km/h.

Además, bajo la carrocería, este modelo escondía una suspensión hidroneumática, derivada de la neumática del 300 SEL 6.3, con un sistema autonivelante, que mantenía siempre igual la altura del vehículo. 

En total, la factoría de la marca alemana en Sindelfingen fabricó 7.380 ejemplares del 450 SEL 6.9, entre 1975 y 1980. El precio en la época de esta versión era más del doble que el modelo W16 de acceso, el 280 S.

En España, en 1980 el vehículos tenía un precio de 6,8 millones de pesetas. Por comparar, en aquel año, un SEAT Sport 1430 costaba alrededor de medio millón, un Peugeot 505 rondaba el millón, un Alfa Romeo Alfa 6 superaba los 2 millones, el Porsche 911 Coupé costaba alrededor de 4 y un Porsche 911 Turbo llegaba a los 7 millones.

Por supuesto, al tratarse del buque insignia de la casa, de serie, gozaba de comodidades como el sistema de aire acondicionado, la luneta trasera calefactada, el cierre centralizado, los elevalunas eléctricos, el sistema lavafaros o la tapicería con aspecto de terciopelo. Algunos opcionales interesantes eran el techo panorámico eléctrico o un teléfono Becker AT 160 S, por ejemplo.

Medios especializados de la época lo calificaron como "fabuloso" e, incluso, la revista alemana Auto Motor und Sport llegó a comentar durante aquel año 1975 que se trataba del "mejor coche del mundo".