Son muchos los coches de serie que han acabado compitiendo en circuitos, pero también muchos los modelos de carreras que han tenido versiones de calle, con ejemplos tan interesantes como el Porsche 911 GT1 o el Mercedes-Benz CLK GTR, por nombrar algunos.

Hoy queremos repasar algunos de estos modelos de competición que contaron con variantes con matrícula, pero vamos a centrarnos en coches de rally y, más concretamente, en algunos de los más icónicos e impresionantes de cuantos han existido.

Lancia Delta S4 Stradale

Lancia Delta S4 Stradale

Sin duda uno de los más icónicos es el Lancia Delta S4 Stradale, derivado de la bestia de Grupo B de Lancia y fabricado en una tirada limitada de 200 ejemplares para homologar el coche de competición. Básicamente, era una versión algo descafeinada del Delta S4, cuyo motor turboalimentado de cuatro cilindros desarrollaba unos 250 CV.

Por supuesto, el S4 gozaba de tracción a las cuatro ruedas, con tres diferenciales, y de una transmisión manual, y estaba basado en un chasis tubular y en una carrocería de fibra de vidrio, así que resultaba bastante ligero. Uno de los rasgos característicos del coche era su zaga al estilo carcasa, que se levantaba al completo para dejar expuesto el motor.

Ford RS200

Ford RS200

Otra bestia de motor central ideada para el Grupo B del Mundial de Rallies fue el Ford RS200, del que también se fabricaron 200 ejemplares de calle de cara a la homologación del coche de carreras, con un motor Cosworth turboalimentado de 1,8 litros y cuatro cilindros, también de unos 250 CV de potencia en la versión de calle.

Como el Lancia, contaba con una carrocería ligera, que en este caso mezclaba kevlar, acero y fibra de carbono. También era de tracción total y equipaba una caja de cambios manual de cinco velocidades. Eso sí, la vida del RS200 de rally fue muy corta, ya que se homologó a principios de 1986, la última temporada de la desaparecida categoría.

Audi Sport Quattro

Audi Sport Quattro

La primera marca en introducir la tracción a las cuatro ruedas en el Mundial de Rallies fue Audi y, además del Ur Quattro original, uno de los modelos más icónicos de la historia de la compañía es el famoso Audi Sport Quattro (y su brutal versión S1), que contó por supuesto con una versión de homologación para carretera.

El Sport Quattro de calle montaba un motor 2,1 litros turboalimentado, capaz de ofrecer 306 CV y 370 Nm de par, que junto a la tracción total y a un peso de unos 1.300 kilos, permitía un 0 a 100 km/h en unos 4,8 segundos. ¡A mediados de los ochenta! 

Peugeot 205 T16

Peugeot 205 T16

Por supuesto no podían faltar modelos franceses en esta lista. El primero de ellos es el genial Peugeot 205 T16, un especial de homologación del Grupo B (200 ejemplares, por tanto) firmado por Peugeot Sport, que escondía un motor 1,8 litros turbo de cuatro cilindros, con 200 CV y 255 Nm de par motor máximo. 

Con un peso de unos 1.200 kilos, conseguía despachar el 0 a 100 km/h en unos 6,0 segundos y alcanzar los 210 km/h. El modelo de calle tomaba como base el 205 GTI, pero el especialista Heuliez añadía las barras antivuelco y el subchasis trasero, entre otras cosas.

Lancia Stratos Stradale

Lancia Stratos Stradale

El Lancia Stratos Stradale es la versión de carretera del mítico modelo italiano con forma de cuña, que sigue siendo toda una leyenda en el mundo de los rallies. A diferencia del resto de modelos de la lista, el Stratos es de una generación previa, por lo que es de propulsión, y no de tracción total.

El modelo de carreras triunfó en el mundo de los rallies en los años 70 y 80, y para poder ser homologado en competición la marca estaba obligada a fabricar 500 ejemplares, aunque finalmente fueron únicamente 492 coches, todos con el motor 2,4 litros V6 del Ferrari Dino, con 200 CV de potencia.

MG Metro 6R4

MG Metro 6R4

Como el resto de monstruos de Grupo B, el británico MG Metro 6R4 también contó con 200 unidades de calle para homologar el coche de carreras, y aunque puede que sea uno de los coches menos conocido de aquella famosa categoría, no deja de ser una auténtica burrada.

En el caso de las versiones de calle del 6R4, el motor 3,0 litros V6 montado en posición central desarrollaba también alrededor de 250 CV de potencia.

Renault 5 Turbo 2

Renault 5 Turbo

Seguro que la mayoría recordáis el imponente Renault 5 Maxi Turbo de competición, con el que compitió el mismísimo Carlos Sainz. Si bien no hubo un Maxi Turbo de calle como tal, la marca gala sí vendió durante años un Renault 5 de motor central, el 5 Turbo, que posteriormente ofreció una evolución, el llamado Turbo 2.

El Renault 5 Turbo montaba un bloque 1,4 litros turboalimentado de 160 CV, asociado a una caja de cambios manual de cinco marchas. El posterior Turbo 2, que apenas incorporó cambios, era ligeramente más lento, dado que recurrió a una carrocería de acero.

Citroen BX 4TC

Citroën BX 4TC

Uno de los modelos más desconocidos de la lista probablemente sea este Citroën BX 4TC, la versión de calle de la apuesta de Citroën para el Grupo B, quizá porque la versión de carreras o BX 4 TC Evo Grupo B no brilló en absoluto en los rallies, dado su elevado peso y sus frecuentes problemas mecánicos.

De las 200 unidades previstas para homologación, Citroën vendió solo 62 y destruyó el resto antes de que salieran de fábrica, así que hoy en día es un coche muy raro. Bajo el capó escondía un bloque turbo de 2,1 litros, con 200 CV y tracción a las cuatro ruedas conectable.

Citroen Visa Trophee

Citroën Visa Trophée

Si bien Citroën barajó la idea de un Visa de motor central para el Grupo B, finalmente decidieron mantener la arquitectura del modelo y competir en categorías inferiores. Así nació el Citroën Visa Trophée, del que también tuvieron que fabricar 200 ejemplares de homologación.

El coche de calle, basado en el Visa Grupo 5, logró un peso inferior a 700 kilogramos, gracias a componentes de fibra de vidrio o ventanillas de plástico. El motor de cuatro cilindros era un 1,2 litros con dos carburadores Weber dobles, de 100 CV de potencia, y asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades.

Lancia 037 Stradale

Lancia 037 Stradale

El último de la lista es también uno de los más bonitos, al menos a nuestro parecer. Hablamos de la versión Stradale del mítico Lancia 037, considerado el primer Grupo B, que utilizó como base el Beta Montecarlo diseñado por Pininfarina. El modelo, de motor central, contaba también con una carrocería de resina y fibra de vidrio, y la versión Stradale tenía un peso de algo menos de 1.200 kilos.

En cuanto al motor, se trataba de un 2,0 litros sobrealimentado por compresor, que ofrecía 208 CV en la versión de calle, si bien los 037 de competición llegaron hasta los 325 CV. En total se fabricaron 207 unidades del Lancia 037.