Hace ya cerca de tres años que Mercedes-Benz presentó su furgoneta eléctrica de pasajeros, el EQV, que ya pudimos probar en su lanzamiento en España, y que resulta una opción ideal para todos aquellos servicios de traslado de pasajeros que operen principalmente en ámbito urbano, ya que su autonomía es más que suficiente en estas condiciones.
Sobre el papel, esta furgoneta 100% eléctrica de Mercedes-Benz puede recorrer hasta 355 kilómetros en ciclo combinado, según la homologación WLTP, aunque en ciudad esta cifra se acerca a los 500 kilómetros, según el fabricante. Descubramos ahora de qué es capaz el 'monovolumen' de pasajeros de la marca alemana.
Galería: Mercedes-Benz EQV 300, prueba
Un Clase V con todas las letras
De un primer vistazo, el Mercedes-Benz EQV no dista demasiado de cualquier hermano de gama, con sus grandes dimensiones, voluminosa carrocería, gran zona acristalada, puertas laterales corredizas y automáticas, ventanillas traseras tintadas o un gran portón posterior eléctrico con luneta practicable, aunque es cierto que luce algunos detalles que revelan su naturaleza eléctrica.
Hablamos por ejemplo de los distintivos EQV azules de las aletas delanteras, de las llantas de diseño aerodinámico de 17 pulgadas de diámetro (carenadas casi por completo) o de la toma de carga para la batería, que está ubicada en el paragolpes delantero, justo debajo del faro del lado del conductor, en un lugar en el que está más expuesta de lo habitual a posibles golpes.



El habitáculo, por su parte, es idéntico al de las versiones de combustión del Clase V, lo que significa que ofrece configuraciones de asientos de entre 6 y 8 plazas, con raíles en el suelo que permiten ajustar los asientos en la posición deseada, tanto enfrentados como en el mismo sentido de la marcha.
En el caso de la unidad de pruebas, la configuración era de siete asientos, cinco individuales y dos unidos en un mismo módulo. Los de las primeras dos filas contaban con reposabrazos individuales, uno a cada lado, mientras que los delanteros, además, estaban calefactados. En el interior, por cierto, hay muchos espacios para guardar objetos y también portabebidas.



En general, los acabados interiores son muy buenos, con materiales de calidad y agradables al tacto, y el espacio disponible es también más que correcto en todas las plazas, como es lógico. El maletero ofrece una capacidad de 1.030 litros, si bien podemos extraer los asientos que sean necesarios para ganar en capacidad de carga de manera exponencial.
En cuanto a tecnología, de serie incluye el sistema multimedia MBUX, con pantalla de 10,25 pulgadas e información específica del sistema eléctrico (carga, consumo, etc...), si bien los relojes de la instrumentación son analógicos, con una pequeña pantalla entre ambos.
Tampoco faltan detalles de equipamiento como el control por voz o diversas soluciones de conectividad que nos permiten por ejemplo climatizar el habitáculo o programar la carga desde nuestro teléfono móvil, a través de la aplicación de la marca.



100% eléctrico
Esta versión de cero emisiones del Clase V esconde un motor asíncrono delantero (también llamado de inducción) que ofrece una potencia de 150 kW o 204 CV, además de un par motor máximo de 362 Nm, y se combina con una transmisión directa de una velocidad. La batería, por su parte, tiene una capacidad bruta de 100 kWh, o bien 90 kWh netos.
En teoría, el modelo puede recorrer hasta 355 kilómetros en un uso mixto, si bien como ya hemos comentado, en condiciones favorables como las de la ciudad, esta autonomía puede crecer en más de 100 kilómetros. El consumo homologado es de 28,2 kWh cada 100 kilómetros, una cifra bastante elevada, aunque hay que tener en cuenta las dimensiones y el peso del modelo.



El peso del EQV es de algo más de 2.600 kilogramos, anunciando además una carga útil de 712 kilogramos y una Masa Máxima Autorizada de 3,5 toneladas. Como sabrás, la marca también ofrece una versión de batalla larga, con 23 centímetros de longitud adicional, alcanzando los 5,37 metros de largo.
Al volante
Quizá el aspecto que más personalidad aporta al coche es precisamente su sistema de propulsión eléctrica, ya que facilita una suavidad de marcha y un nivel de confort y de silencio a bordo que no podemos lograr en un Clase V convencional. Por supuesto, también goza de la etiqueta 0 emisiones de la DGT, con las ventajas que ello implica.

Aunque en teoría la aceleración no es fulgurante, en la práctica sorprende la buena respuesta al acelerador del modelo, sobre todo a baja velocidad, y no se echa en falta más capacidad de empuje. En general, el funcionamiento del modelo es muy satisfactorio, e incluso a pesar de sus dimensiones, se mueve con soltura en ámbito urbano, aunque su peso se hace evidente cuando salimos de la ciudad y nos enfrentamos a carreteras más reviradas, a pesar de que la suspensión del EQV está reforzada.
Quizá lo que más desentona del conjunto es el tacto del pedal de freno, blando y algo esponjoso, que varía en función del modo de retención elegido, ya que hay varios niveles de recuperación de energía, seleccionables a través de las levas del volante: D--, D-, D, D+ y D Auto. El primero de ellos es el que más retiene, aunque quizá no lo suficiente para una conducción de pedal único, y en el D+ es en el que el coche va 'más suelto'.

Así pues, hay que habituarse a cuándo está trabajando solamente la retención y cuándo actúan los frenos convencionales para no ser bruscos aplicando los frenos. En el modo en el que el coche va 'más suelto', hace falta pisar casi medio pedal para que los frenos actúen. Cabe apuntar que la velocidad máxima del modelo es de 140 km/h, aunque opcionalmente se puede aumentar hasta los 160 km/h.
Además, también hay diferentes modos de conducción, desde los Economy y Economy+, que limitan las prestaciones notablemente, hasta el modo Sport, en el que la aceleración es muy buena. Durante nuestra prueba obtuvimos un consumo final de 25 kWh cada 100 kilómetros, inferior al homologado, aunque llevamos a cabo una conducción eminentemente urbana y sin carga en el vehículo, por lo que con el vehículo cargado con todos los ocupantes, lo lógico es que dicha cifra supere al dato homologado y sobrepase los 30 kWh/100 km.

Mercedes-Benz EQV 300 en nuestro cargador Zunder
Con este dato de consumo de energía, la autonomía real podría llegar hasta los 360 kilómetros con una única carga. Y hablando de carga, el cargador de a bordo es de 11 kW, lo que facilita la recarga en 10 horas utilizando un Wallbox, aunque el modelo acepta carga rápida a un máximo de 110 kW, anunciando un paso del 0 al 80% en 45 minutos.
Por último, el precio del Mercedes-Benz EQV en España asciende a 79.390 euros (IVA incluido) para la versión de acceso o EQV 250 Largo, mientras que la versión probada EQV 300 Largo parte de 86.631 euros y llega a 87.494 euros en el caso de la variante Extra Largo.
Mercedes-Benz EQV 300 Largo