Cuando conocimos el Audi Q2 en el salón de Ginebra de 2016, personalmente, me pareció un coche que se salía ligeramente de la línea estética de la marca, mostrándose algo más atrevido y diferente. Esa concepción continúa en el restyling, el Audi Q2 2021, pero además se suma una percepción más premium.
En general, al primer vistazo, los cambios estéticos muestran un diseño aún más impactante, sobre todo el de las versiones mejor equipadas, algo que le sirve para tomar distancias con la (poca) competencia existente. Sí, porque este coche no tiene rival directo ni en BMW ni en Mercedes-Benz. Incluso el MINI Countryman, con sus 4,29 metros de longitud, ya está mucho más cerca de los SUV compactos.
Galería: Audi Q2 2021, primera prueba
Por lo tanto, el DS 3 CROSSBACK, el Jeep Renegade y el Mazda CX-3, cada uno con sus argumentos propios, son los contrincantes más directos del renovado SUV urbano alemán, con 4,20 metros de longitud, que también trae consigo nueva tecnología.
Incidiendo en la estética, el modelo de los cuatro aros incorpora las tres ranuras del A1 Sportback, que realizan la función de tomas de aire, situadas encima de la parrilla Singleframe. Por supuesto, no faltan paragolpes rediseñados ni, en general, un aspecto más deportivo. Además, la personalización sigue siendo uno de los puntos fuertes del vehículo.

Dentro, los aireadores y el pomo del cambio son nuevos. Además, el cliente puede escoger, dentro del equipamiento opcional, la instrumentación digital Audi virtual cockpit y una pantalla central de 8,3 pulgadas (de serie, mide 7,0).
El buen maletero no ha cambiado de capacidad, con lo que mantiene esas cifras de 405 litros con cinco plazas y de 1.050 si se abaten los asientos traseros. Tampoco ha variado la habitabilidad, que es buena para cuatro adultos de talla media. Por lo tanto, por espacio disponible, no se trata de un todocamino de capricho, sino de un modelo con una más que razonable utilidad.
Mencionaba antes la tecnología y llega la hora de resaltar que el Audi Q2 2021 dispone de faros matriciales Matrix LED, en opción, y de Dirección Progresiva, con desmultiplicación variable, de serie. Por si fuera poco, el control dinámico de la conducción Audi drive select ofrece cinco programas: auto, efficiency, comfort, dynamic e individual.
Otra muestra de que el SUV alemán es de los más avanzados de su segmento es que se comercializa con tres suspensiones diferentes: de serie, deportiva (reduce en 10 milímetros la altura libre al suelo y es de serie en el acabado S line) y adaptativa, con amortiguadores regulables electrónicamente.
En este punto, cabe explicar que la suspensión trasera de la versión quattro no es un eje torsional, como en el resto de la gama, sino un esquema multibrazo. Esta variante de dos ejes motrices solo se asocia, inicialmente, con el motor turbodiésel 2.0 TDI de 150 CV, justo nuestra unidad probada en esta primera prueba.
Las ayudas electrónicas a la conducción es otro campo muy destacado en el coche. Al fin y al cabo, puede equipar muchas que no son habituales en su segmento, como por ejemplo, el asistente de salida de aparcamiento, que ayuda en estacionamientos en batería marcha atrás.
La gama mecánica del Audi Q2 2021 está conformada por dos motores turbodiésel TDI, de 2,0 litros, con 116 y 150 CV, para las opciones 30 TDI y 35 TDI. Claro está, también hay propulsores de gasolina TFSI, en concreto tres. El de acceso a la gama es un 1.0 de tres cilindros y 110 CV (30 TFSI) y le siguen un 1.5 de 150 CV (35 TFSI) y un 2.0 de 190 CV (40 TFSI). En primavera, llegará el SQ2, también con un bloque de 2,0 litros, pero que entrega nada menos que 300 CV y 400 Nm.


En función de la selección, el cliente contará con un cambio manual de seis velocidades o con la transmisión automática de doble embrague S tronic, con siete marchas. También la familia contempla variantes de tracción delantera o total quattro, mediante un embrague multidisco.
A nivel comercial, el todocamino germano se desglosa en los acabados Básico (desde 27.960 euros), Advanced (+2.140 euros frente al Básico), S line (+1.250 euros frente al Advanced), más el paquete Black line (+1.250 euros frente al S line).
Como es habitual en Audi, también se comercializan dos interesantes packs, el Comfort y el Técnico, que reúnen varios opcionales y que suponen una importante ventaja económica para el cliente.



Lo cierto es que, durante la ruta realizada, me he divertido de lo lindo con el Audi Q2 2021 35 TDI quattro S tronic. Ataviado con la suspensión adaptativa, el modelo germano se comporta en curvas como un turismo y eso es de las mejores cosas que se le puede decir a un vehículo elevado.
El coche cambia de trayectoria y completa curvas enlazadas con una facilidad pasmosa, y todo sin que la puesta a punto más deportiva de la suspensión genere una gran incomodidad con las irregularidades de la carretera.

La carrocería no cabecea e inclina muy poco, la dirección se muestra bastante precisa y el equipo de frenos responde cuando se le 'pide guerra'. Además, la transmisión S tronic, con modo Sport y levas, responde fenomenal a todo tipo de conducciones y el motor turbodiésel 2.0 TDI de 150 CV ofrece buenos bajos y da la potencia máxima a tan solo 3.000 vueltas.
Esta mecánica sube de vueltas de forma más áspera que un bloque TFSI, pero a cambio nunca registra consumos disparatados, aunque la exprimamos a conciencia. Para que te hagas una idea, en una conducción deportiva, ronda los 7,5 litros cada 100 kilómetros y, al afrontar después un manejo sosegado con muchas bajadas, la cifra bajó rápidamente hasta los 6,5.
Entonces, ¿qué tiene de mejorable este coche? Pues que no haya versiones con etiqueta Eco y, principalmente, los casi 40.000 euros que hay que desembolsar por esta versión dotada del acabado S line, que supera esa cifra si añadimos el paquete Black line, con muchos elementos en color negro (ya sabrás que los cromados se llevan cada vez menos). En eso también se nota que es un vehículo más premium si cabe...
Audi Q2 S line 35 TDI quattro S tronic