Aunque hay muchas formas de moverse cómodamente por la ciudad, si reducimos nuestro radio de acción al mundo del automóvil, un coche como el que hoy ponemos a prueba puede resultar una opción óptima.
Estamos hablando del Toyota AYGO 2018, un modelo novedoso a medias, ya que no es completamente nuevo, pero sí ha sufrido un restyling a mitad de su vida comercial, en busca de seguir conquistando a los conductores.
Pero antes de empezar a hablar de la apuesta de Toyota para la carrocería, déjame que te cuente una cosa. El representante japonés tiene un par de 'hermanos mellizos', los Citroën C1 y el Peugeot 108, con los que comparte la nueva planta de Toyota Peugeot Citroën Automobile (TPCA), en Kolin, República Checa.
Hecha la aclaración, y sabiendo que cada uno aporta algo diferente a la hora de conquistar al público, seguiremos con la prueba del AYGO...
Toyota AYGO 2018: con techo deslizante
Estéticamente, son varios los rasgos que distinguen a este modelo, como las llantas de aleación de 15 pulgadas o la tecnología de tipo LED, en los pilotos y las luces de conducción diurna de los nuevo faros. Sin embargo, el mayor de todos es el color x-cyan, una tonalidad poco vista en su categoría.
Otra curiosidad del acabado que luce esta unidad, denominado x-wave, es la presencia entre el equipamiento de serie de un techo deslizante de lona. Un elemento, de accionamiento mecánico, que cambia por completo la naturaleza del coche... en apenas unos segundos.

Elegir el motor es sencillo...
... porque solo hay uno. A diferencia de sus hermanos franceses, que cuentan con una mecánica más potente, el Toyota AYGO 2018 debe conformarse con una única mecánica, que acaba de ser profundamente renovada, por cierto.
Estamos hablando del denominado Dual VVT-i DOHC, con 998 cm3 y arquitectura tricilíndrica, que incluye un nuevo sistema de doble inyector de combustible, una mayor relación de compresión y la adopción de nuevos materiales internos que mejoran la fricción interna, así como una nueva función de refrigeración en la recirculación de gases de escape (EGR), tal y como adelantamos tras la presentación internacional.
Esas mejoras se suman a otras modificaciones, en la puesta a punto de la dirección y la suspensión, con nuevos reglajes. También, a los nuevos materiales aislantes del habitáculo, introducidos de cara a potenciar el confort. Pero volvamos a la motorización.

Su rendimiento alcanza los 72 CV de potencia a 6.000 rpm, combinados con un par máximo de 93 Nm a 4.400 vueltas. Datos que se traducen en unas prestaciones acordes a su naturaleza, que resultan correctas para moverse por la ciudad, y razonables para desplazarse por los alrededores: 160 km/h de velocidad máxima y 15,2 segundos en el 0 a 100.
Todas estas cifras corresponden a la versión dotada de la transmisión manual-pilotada con embrague robotizado x-shift, de cinco velocidades, que supone un desembolso adicional de 1.000 euros. Más cómoda y menos rápida que la manual que incluye de serie, hace que el consumo medio se eleve en una décima, hasta alcanzar los 4,2 litros cada 100 kilómetros.


Dentro... y fuera de la ciudad
Antes de comenzar a analizar la parte mecánica, debo indicar que, en línea generales, me ha gustado más el funcionamiento de la versión manual que de la x-shift, en todos los sentidos: respuesta, capacidad de aceleración, prestaciones...
Dicho esto, si analizamos el rendimiento dentro de la ciudad, el motor mueve al AYGO con agilidad, ofreciendo una buena respuesta a bajo régimen. En cambio, fuera de ella, es donde el voluntarioso propulsor te llega a sorprender, por la facilidad con la que sube de vueltas y por cómo te permite exprimir cada marcha.
En este sentido, aunque resulta obvio que se trata de un pequeño bloque tricilíndrico, la sonoridad que llega hasta el habitáculo está bastante bien mitigada. Y ese es un punto a su favor.
Totalmente equipado
En lo que al equipamiento se refiere, a esta versión no le falta de nada: tapicería de cuero, climatizador automático, sistema multimedia x-touch, con pantalla táctil de 7,0 pulgadas y protocolos de conectividad Apple CarPlay y Android Auto...
Además, el paquete Toyota Safety Sense, que incluye el sistema de frenada de emergencia PCS y el de alerta por cambio involuntario de carril LDA, también está incluido de serie.
Respecto al precio, aunque la cifra de partida de la gama es de 13.400 euros (10.900 euros, con descuento), en el caso de la versión probada asciende hasta los 16.875 euros (2.000 menos, con promoción).
Toyota AYGO x-wave 1.0 VVT-i x-shift