Con el Volkswagen T-Roc 2018, la firma de Wolfsburgo cierra una gama todocamino envidiable. Al menos, por el momento. Así, con el Touareg reinando (a falta de renovarse en primavera de 2018, por cierto) y el Tiguan acaparando ventas, hasta el punto de ofrecer una versión de siete plazas, el Allspace, llega el momento de crecer por abajo. 

Para comprobar el resultado de esta política de expansión, ponemos a prueba el nuevo T-Roc 2018, que se sitúa en un terreno un tanto ambiguo, a medio camino entre el segmento de los crossover compactos y el de los urbanos. Por eso, tendrá que moverse hábilmente, cautivando a los conductores que no quieren algo tan grande como un Tiguan… ni tan pequeño como el futuro T-Cross (que llegará a finales de 2018 y se fabricará en Navarra). 

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Primera prueba Volkswagen T-Roc 2018

Volkswagen T-Roc 2018: no pasa desapercibido

Frente a frente, lo primero que me llama la atención es su diseño. Parece que Volkswagen se está poniendo las pilas, al tiempo que rompe con esa costumbre de optar por líneas continuistas. Una tendencia que, por cierto, hemos empezado a ver con los últimos Arteon y Polo.

En este caso, no hay dudas, el T-Roc 2018 es un modelo rompedor, que se inspira en un prototipo como el T-Roc Concept, presentado en el salón de Ginebra de 2014. Y, como suele suceder últimamente, cada vez que se respetan las líneas de un concept, el éxito está casi asegurado. Si no, que se lo pregunten al Range Rover Evoque…

En este caso, además, la marca ha querido otorgarle un cierto aire cupé, con una marcada caída en la zaga. Una sensación que se refuerza con los trazos de la carrocería y del propio pilar C.

Otros puntos que atraen la atención son la parrilla frontal, los faros y las luces de conducción diurna, con tecnología de tipo LED, o los pilotos, con diseño tridimensional. Otro punto a su favor es el de escoger una carrocería bitono, en el caso del acabado Advance Style, con el techo pintado en una de las dos tonalidades de contraste disponibles: Deep Black y Pure White Uni. Por ahora, el Black Oak Brown Metallic no está disponible.

Primera prueba Volkswagen T-Roc 2018

Volkswagen T-Roc 2018: razonablemente compacto

En términos de dimensiones, declara 4,23 metros de largo (25 centímetros menos que el Tiguan), 1,82 de ancho y 1,57 de alto, combinado con una batalla de 2,60 metros. En este caso, se sigue apostando por la plataforma modular MQB. En este sentido, la nueva MQB A0, sobre la que se construye el Polo, se reserva para el T-Cross.

Por dentro, lo primero que llama la atención son las diferentes opciones de personalización que se pueden incluir, empezando por la moldura de material plástico que cubre el salpicadero y buena parte de la consola. Esta solución, similar a la que emplean el propio Polo o los SEAT Ibiza y Arona, puede que cree diversión de opiniones. Por un lado, creo que resulta vistosa. Por el otro, parece que transmite algo menos de sensación de calidad que el resto del conjunto. 

En cualquier caso, existen seis opciones de color disponibles para el habitáculo, que se combinan con las siete disponibles para el exterior. 

Dejando la paleta cromática a un lado, por dentro, las sensaciones son bastante buenas, en lo que a espacio se refiere. Delante, el conductor se ve premiado con un puesto cómodo, en el que es fácil encontrar la postura óptima, y desde el que todos los mandos quedan bastante bien colocados. También, puede disfrutar de una instrumentación digital, llamada Active Info Display, con nuevos gráficos, diferentes configuraciones y un tamaño de 11,7 pulgadas. 

Pasando a las plazas traseras, es imposible ponerle una pega, siempre que solo las empleen dos adultos. En este sentido, la distancia para las piernas es más que correcta y la altura la justa, en mi caso que mido 1,80 metros, para viajar cómodo sin rozar. 

Por último, el maletero no se queda atrás, con unos más que razonables 445 litros de capacidad, en las versiones con tracción delantera, y 392, en las 4x4 (1.290, si se abaten los asientos traseros).

Volkswagen T-Roc 2018
Volkswagen T-Roc 2018
Primera prueba Volkswagen T-Roc 2018

Así es la gama de este nuevo SUV

Para empezar, la familia del SUV alemán se divide en tres acabados: Advance, Advance Style y Sport. En estos dos últimos casos, además, es posible añadir un toque deportivo, gracias al paquete R-Line

Dicho esto, encontramos una gama que llegará a tener seis propulsores de las familias TSI y TDI. Como no podía ser de otro modo, todos están turboalimentados y asociados al sistema de parada y arranque automáticos del motor Start/Stop

Respecto a los que ya se venden en nuestro mercado, la opción de acceso queda representada por el motor de gasolina 1.0 TSI, tricilíndrico y con 115 CV. Justo por encima, encontramos 2.0 TSI, con 190 CV y el turbodiésel 2.0 TDI, con 150 CV de potencia. 

¿Que llegará más adelante? Entre finales de 2017 y comienzos de 2018, el gasolina, el 1.5 TSI de 150 CV, con desconexión selectiva de cilindros (Active Cylinder Management). En ciclo diésel, solo el 1.6 TDI de 115 CV, ya que el 2.0 TDI de 190 no va a estar disponible por el momento.

Respecto a las combinaciones, de cambio, motor y tracción, las unidades de 115 CV solo se ofrecen con tracción delantera y cambio manual, mientras que la de 190 se asocia, exclusivamente, a las cuatro ruedas motrices y la transmisión automática de doble embrague DSG, de siete marchas. ¿Quiénes ofrecen más polivalencia? Las versiones de 150 CV, que permiten escoger entre ambas cajas y la tracción total, en el 2.0 TDI. 

Respecto a la tracción total 4MOTION, cuenta con la función Active Control, que permite escoger entre cuatro programas: Street, Snow, Offroad y Offroad Individual.

Primera prueba Volkswagen T-Roc 2018

Volkswagen T-Roc 2018, a prueba

Durante la presentación internacional, me he puesto al volante de las versiones 2.0 TSI de 190 CV y 2.0 TDI de 150 CV, asociadas al acabado Sport y la suspensión adaptativa DCC.

Empezando por la de gasolina, sin duda, me parece una opción equilibrada, ya que ofrece una buena respuesta y unas prestaciones notables (alcanza los 216 km/h y acelera de 0 a 100 en 7,2 segundos) sin que el consumo se dispare. De hecho, aunque oficialmente declara 6,8 litros cada 100 kilómetros, durante mi recorrido, se ha conformado con una cifra cercana a los 8,0 litros. 

Respecto al de gasóleo, nos enfrentamos a un motor más contundente, con una respuesta más firme a bajo régimen, pero menos agradable y elástico que el 2.0 TSI. Respecto al consumo, también es mejor, ya que declara 5,1 litros cada 100 kilómetros (unos 6,5, en nuestra prueba).

En todos los casos, me ha parecido un coche tremendamente estable y dinámico, pero muy enfocado a su uso sobre asfalto. En este sentido, en vías rápidas, es cómodo y está bien insonorizado. Mientras, en tramos de curvas, responde con agilidad a las instrucciones sobre la dirección, sin transmitir una sensación de balanceo acentuada. 

También me ha gustado el cambio DSG, veloz como siempre, pero un poco más suave de lo que acostumbra, en las transiciones entre marchas. 

Fuera del asfalto no he tenido la oportunidad de probarlo, pero no tengo la sensación de que vaya a ser su hábitat predilecto. Principalmente, porque las llantas y los neumáticos no son los adecuados y porque su altura libre al suelo no es excesiva (16,1 centímetros). Por supuesto, si solo se va a circular por pistas en buen estado, en excursiones de fin de semana, no habrá ningún problema. 

Además, independientemente de los modos del sistema de tracción, el control dinámico de la conducción también permite escoger entre cinco programas: Comfort, Normal, Sport, Eco e Individual. De este modo, es fácil que el coche se adapte a la situación, cumpliendo con las necesidades del usuario en todo momento. 

Primera prueba Volkswagen T-Roc 2018

¿Y el equipamiento?

En este apartado, el mayor protagonismo se lo llevan los distintos equipos multimedia disponibles. Aunque la oferta arrancaba con el Composition Colour, que cuenta con pantalla táctil de 6,5 pulgadas, en España, se ha optado por los llamados Composition Media y Discover Media, cuyo display asciende a las 8,0 pulgadas. 

En ambos casos, se incluye la aplicación App Connect, que integra MirrorLink, Android Auto y Apple CarPlay. Además, también se ofrece un cargador inalámbrico para el smartphone y un equipo de sonido firmado por BeatsAudio, para los amantes del sonido. 

Ahora bien, toda esta avalancha de tecnología no debe distraernos de las ayudas electrónicas a la conducción disponibles, muchas y muy variadas. Entre ellas, cabe destacar elementos como la cámara trasera de asistencia al aparcamiento, el sistema de aparcamiento asistido Park Assist o el control de velocidad de crucero adaptativo ACC. Todo, sin olvidarnos de sistemas como el de frenada de emergencia automática de emergencia Front Assist, el de control del ángulo muerto Side Assist o el de aviso por cambio involuntario de carril Lane Asisst.

Respecto al precio, el Volswagen T-Roc 2018 está a la venta desde 23.870 euros (al que se puede aplicar una promoción de 370 euros), correspondiente a la versión 1.0 TSI 115, hasta los 39.900 euros, de la edición especial Limited Edition, asociada al motor 2.0 TDI 190, la tracción 4x4 y la transmisión DSG.

Descubre los precios del T-Roc 2018 para España:

Volkswagen T-Roc Sport 2.0 TSI 190 CV 4MOTION DSG

Motor Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado, 1.984 cm3
Potencia 190 CV entre 4.180 y 6.000 rpm / 320 Nm entre 1.500 y 4.180 rpm
Caja de cambios Automática de doble embrague DSG, 7 velocidades
0-100 km/h 7,2 s
Velocidad máxima 216 km/h
Consumo 6,8 l/100 km
Tracción Integral 4MOTION
Peso en vacío 1.420 kg
Número de asientos 5
Capacidad del maletero 445 l
Precio base N.D.