Hoy en día, el auge del segmento SUV es imparable. Tanto, que las cifras de ventas de la categoría no dejan de crecer. Ahora bien, esto no significa que sean la mejor alternativa para las necesidades de todos los conductores. A fin de cuentas, no siempre resultan la opción más adecuada en términos de espacio y practicidad interior o dinamismo.
El Skoda Scout 2017, un coche familiar con marcado carácter todocamino, puede ser una solución a ese problema. Al menos, así lo demuestra en esta primera prueba.
Skoda Scout 2017: imagen propia y renovada
Al igual que el resto de la gama, como el Octavia convencional y el RS, el Skoda Scout 2017 también adopta los cambios característicos que ha introducido la nueva generación, entre los que destacan los faros adaptativos con tecnología de tipo LED, que muestran un diseño completamente renovado.
En cualquier caso, el Skoda Scout 2017 sigue haciendo de la imagen aventurera, con cierto aire SUV, el mayor de sus reclamos. Para conseguirlo, apuesta por la fórmula clásica: carrocería revestida en material plástico negro, protecciones delantera y trasera, llantas de aleación específicas, barras longitudinales de techo y una altura libre al suelo 30 milímetros superior a la del modelo convencional. Respecto a los ángulos de entrada y salida, son de 16,7 y 14,5 grados, respectivamente.


Dicho esto, incluye de serie un elemento que es opcional en otros modelos de la marca, el denominado Paquete para carreteras en mal estado. Además de la ganancia en la suspensión, también incorpora algunas protecciones en los bajos, como la que da cobijo al cárter.

Skoda Scout 2017: siempre con tracción total
Analizando la gama, descubrimos que el Skoda Scout 2017 está disponible con tres motores, todos turboalimentados: el gasolina 1.8 TSI, con 180 CV, y dos variantes del turbodiésel 2.0 TDI, con 150 y 184 CV.
Eso sí, en todos los casos se recurre a la tracción total 4x4, que se gestiona a través de un embrague multidisco de tipo Haldex. De este modo, en condiciones normales, el par se envía a las ruedas delanteras, mientras que el tren trasero se acopla en caso de necesidad. Además, cuenta con el control electrónico del diferencial XDS+, encargado del reparto entre las ruedas del mismo eje.


Respecto a la transmisión, siempre es de 6 velocidades, aunque en la variante turbodiésel de acceso es manual y, en los otros dos casos, se opta por la transmisión automática de doble embrague DSG. En otros mercados, la mencionada caja DSG también está disponible para el motor de 150 CV, con 7 velocidades, aunque no está confirmado que llegue a España.
En términos de consumo oficial, marca la pauta el 2.0 TDI 150 CV, con 5,0 litros cada 100 kilómetros (apenas 1 décima menos que el 184), mientras que las mejores prestaciones las alcanza el 2.0 TDI más potente, con 219 km/h de velocidad máxima y 7,8 segundos en la aceleración de 0 a 100.

Imagen SUV, dinámica convencional
Sobre el asfalto, el Skoda Scout 2017 garantiza un dinamismo similar al de cualquier otra berlina de corte familiar. En primer lugar, destacaríamos la comodidad del conjunto, una sensación que mejora, todavía más, en el caso de incluir la suspensión adaptativa DCC. En cualquier caso, con la configuración de serie, filtra bastante bien las irregularidades del asfalto, sin descuidar lo más mínimo otra de sus funciones: reducir la sensación de balanceo de la carrocería.
Durante la primera prueba, optamos por el propulsor turbodiésel 2.0 TDI de 150 CV que, seguramente, se posicione como la opción más vendida en nuestro mercado. A su favor diremos que garantiza una buena respuesta y que su gran rendimiento hará pensarse, a más de un conductor, apostar por otra mecánica más potente.
También llevamos a cabo un recorrido con distintas pruebas de conducción todoterreno, como inclinación lateral, cruce de puentes o descensos pronunciados, dificultades medias que supera con la misma facilidad que lo haría un SUV convencional. Entre sus cualidades, además del mencionado sistema de tracción total, también está un modo Off-Road específico en el control dinámico de la conducción o un control de descenso de pendientes.

Espacioso y práctico
Sin lugar a dudas, uno de los principales puntos fuertes del Skoda Scout 2017 es la habitabilidad, con un gran espacio en las plazas traseras y un maletero de 610 litros de capacidad. También, la calidad de realización del salpicadero o todo el equipamiento que puede incorporar, incluyendo un equipo multimedia con pantalla táctil de 9,2 pulgadas, el control de velocidad de crucero ACC (que ahora funciona hasta 210 km/h) o el sistema de aparcamiento asistido Park Assist 3.0, combinado con la cámara trasera.


Además, como suele ser habitual en Skoda, incluye algo más de 30 soluciones Simply Clever, destinadas a hacer más cómoda y práctica la vida a bordo del conductor y sus acompañantes. Algunas de ellas son nuevas, como el volante calefactado, una linterna LED en el maletero, un portabotellas que permite abrir el recipiente con una sola mano o dos puertos USB y un enchufe de 230V.
Respecto a los precios de la gama, parten de los 32.030 euros, sin contar descuentos, correspondientes a la variante 2.0 TDI 150 CV 4x4. Una cifra interesante para disfrutar del coche familiar que quería ser un SUV... o viceversa.

Motor (Gasolina) | Potencia | Precios oficiales |
1.8 TSI DSG 4x4 | 180 CV | Desde 33.520 euros |
Motor (Diésel) | Potencia | Precios oficiales |
2.0 TDI 4x4 | 150 CV | Desde 32.030 euros |
2.0 TDI DSG 4x4 | 184 CV | Desde 34.410 euros |
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