Que el Suzuki Jimny es un modelo muy apreciado, no sólo por sus cualidades 4x4, sino también por su diseño retro, es casi una obviedad. Por eso, no nos extraña absolutamente nada que una marca china haya creado un vehículo parecido al todoterreno japonés. 

El Baojun Yep 2023, del que ya te hemos hablado en esta web, es un SUV eléctrico que debutó el pasado mes de abril en el salón de Shanghái y que se pondrá a la venta en su país de origen dentro de unas semanas, en junio, por un precio muy barato, que ronda los 13.500 euros. 

¿Gustaría en España un coche así? Rotundamente sí, y más con ese precio, porque es un vehículo muy pintón y útil en el día a día de una ciudad, donde te las ves y te las deseas para aparcar y moverte con agilidad. Además, llevaría la etiqueta 0, con lo cual podría entrar o cruzar las Zonas de Bajas Emisiones

Galería: Baojun Yep 2023

68 CV y 303 km de autonomía

El vehículo no es un dechado de prestaciones, pues se conforma con un motor de 68 CV que mueve exclusivamente el tren trasero, pero tampoco las necesitamos para los desplazamientos urbanos o por vías de circunvalación. 

Salvo que tengas un trabajo muy 'movido', los 303 kilómetros de autonomía que declara el coche bajo la homologación china CLTC permitirán olvidarnos de cargar el todocamino todos los días. Eso sí, esa cifra bajo el ciclo europeo WLTP será sensiblemente más baja, hasta reducirse al entorno de los 250 o incluso de los 200 km. 

Desconocemos la capacidad de la batería y, por lo tanto, los tiempos de carga, pero suponemos que no habrá que esperar muchas horas para tenerla lista en un punto de conexión doméstico. 

Fácil de aparcar y con etiqueta 0

En términos de dimensiones, el Baojun Yep es aún más pequeño que el Jimny, ya que aunque es casi igual de ancho y alto, mide 26,4 centímetros menos. En cifras exactas, son 3,38 metros de largo, 1,69 de ancho y 1,72 de alto, con una batalla de 2,11 metros y un peso de 1.006 kilos.

Este vehículo de cuatro plazas puede alcanzar los 100 km/h y la verdad es que nos encantaría probarlo, porque estamos convencidos de que no nos pararían una, sino bastante veces por la calle a preguntar qué coche estamos conduciendo.