Hace justamente treinta años, en 1993, la firma italiana Italdesign de Giorgetto Giugiaro creó un prototipo para Fiat, el llamado Italdesign Lucciola, que fue presentado oficialmente en el Salón del Automóvil de Bolonia de aquel año.
En principio, el Lucciola iba a ser el sustituto del Fiat Cinquecento, aunque por alguna razón, Fiat cambió de idea y tomó una decisión diferente con respecto a su pequeño urbano, modificando el Cinquecento para convertirlo en el posterior Seicento (1998-2010).
Galería: Italdesign Lucciola (1993)
El diseño del famoso artista italiano terminó en un cajón durante unos años, pero Giugiaro no se olvidó del pequeño Lucciola y, cinco años después de haberlo dibujado, el prototipo acabó convirtiéndose en el Daewoo Matiz de producción, que debutó hace 25 años, en 1998.
El Lucciola fue una evolución del prototipo ID Cinquecento presentado en el Salón de Turín de 1992, y se pensó como un modelo juvenil y de ocio, que combinara la frescura de un urbano atrevido y el respeto al medio ambiente de un híbrido, ya que Giugiaro lo concibió con un motor diésel y dos eléctricos.

El sistema híbrido estaba basado en un motor diésel bicilíndrico de 7,5 CV de potencia, junto a dos unidades eléctricas instaladas en las ruedas traseras, de 7 kW o 9,5 CV cada uno.
Según el propio estudio de diseño, el modelo podía alcanzar una velocidad máxima de 100 km/h y podía también recorrer unos 50 kilómetros en modo exclusivamente eléctrico, aunque no sabemos qué tipo de batería montaba, ni de qué capacidad.

Gracias a su sistema de propulsión, de bajas emisiones, el pequeño modelo de Italdesign podía circular libremente por centros urbanos que, a menudo, ya comenzaban a cerrarse al tráfico a causa de la contaminación atmosférica.
El modelo destacaba también por su versatilidad, ya que contaba con un techo de lona que lo convertía en un descapotable, un concepto que casi una década después llegó al mercado con modelos como el Citroën C3 Pluriel o incluso el Fiat 500 Cabrio.