La famosa casa italiana de diseño Bertone está de vuelta. Dos empresarios han querido hacer resurgir de sus cenizas a una compañía responsable de creaciones tan icónicas como el Lancia Stratos, el Alfa Romeo Montreal o el Lamborghini Countach.

La empresa original declaró su bancarrota en el año 2014 y la marca fue vendida, acabando así con más de un siglo de tradición en el mundo del diseño de automóviles. Ahora, no obstante, los hermanos Ricci han decidido dar una nueva vida a Bertone.

Los Ricci planean un regreso por todo lo alto para la icónica compañía italiana, protagonizado por un nuevo modelo superdeportivo del que, por ahora, solo nos han enseñado una serie de imágenes a modo de teaser o adelanto.

Galería: Bertone, teaser del futuro supercoche

En la nueva página web de Bertone y en su cuenta de Instagram podemos encontrar un breve vídeo que nos deja echar un vistazo a lo que parece un supercoche de motor central, con un frontal muy corto y anchas caderas.

En los tiempos que corren, no obstante, es posible que el modelo sea 100% eléctrico, aunque el diseño nos hace pensar en un motor de combustión. De momento no hay nada de información sobre este futuro modelo con el que se pretende revivir Bertone.

Cabe recordar que la compañía original fue fundada por Giovanni Bertone en Turín, en 1912, e inicialmente se dedicaba a los carruajes, aunque en la década de 1920 se centró en el diseño de automóviles, logrando sus primeros éxitos con modelos Fiat y Lancia.

 

El periodo más próspero para Bertone llegó tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, con trabajos para Alfa Romeo, Ferrari y, por supuesto, Lamborghini. De hecho, tanto el Miura como el Countach, dos verdaderos iconos de Sant'Agata Bolognese, son obra de Bertone.

En todo caso, el trabajo de la casa de diseño no se limitó únicamente a los fabricantes de Italia, ya que Bertone también creó modelos para firmas como Citroën o Volvo.

En general, los años 2000 no fueron demasiado buenos para la industria del automóvil y Bertone inició un declive que acabó con la quiebra de la compañía en 2014. La marca se vendió a Akka Technologies, aunque finalmente Mauro y Jean-Franck Ricci se hicieron con todo.