Conducir un supercoche puede llamar mucho la atención. Normalmente, la gente admira el vehículo a su paso, pero también hay ladrones que ven una oportunidad única de cometer un robo millonario. 

Hace unos meses salió a la luz el vídeo de un ataque a plena luz del día al conductor de un Bugatti Chiron, que estaba atrapado en el tráfico londinense. Dos matones montados en scooters y ocultos con cascos integrales rodearon el coche y se lanzaron al ataque.

A martillazos con las ventanas

Uno de los dos delincuentes golpeó repetidamente la ventanilla izquierda con un martillo para intentar romperla, probablemente con la intención de robar al conductor su reloj o su cartera.

Al ver la resistencia del cristal, los dos delincuentes desistieron y huyeron, mientras que el propio Chiron se alejó a toda velocidad. El atraco, por tanto, fracasó.

 

Un segundo vídeo, también subido a Instagram, muestra desde un segundo ángulo el intento de robo y se puede ver claramente la fuerza con la que el ladrón da los martillazos. ¡Qué tensión debió vivir el conductor!

 

Por último, en esa misma grabación y también en la imagen que hay a continuación, se puede ver el daño que sufrió el cristal del Chiron. Es alucinante lo que pudo resistir esa ventanilla...

Las consecuencias del ataque al Bugatti Chiron

Un peligro habitual 

El intento de robo tuvo lugar en pleno centro de Londres, al borde de Hyde Park, donde no es nada raro ver supercoches o hipercoches. Y según Yianni Charalambous, un influencer que publica el vídeo y que posee varios modelos de máximo lujo, estos intentos de robo son habituales.

En realidad, los ladrones que buscan coches de lujo para saquear están en todas partes. Hace unas semanas, por ejemplo, fuimos testigos de un incidente muy similar en el Lungotevere, en el centro de Roma.

Un vídeo grabado por un transeúnte muestra el robo de un reloj -esta vez con éxito- al propietario de un Ferrari Roma. En este caso, la ventanilla parecía estar ya bajada y el ladrón, de forma similar a lo ocurrido en Londres, consiguió escapar en un scooter.

Cada vez se ven más grabaciones de este tipo, y muchas vienen también de Estados Unidos. Teniendo en cuenta el aumento de los fenómenos de delincuencia menor, es un hecho que conducir un coche de lujo o un supercoche en el centro de una ciudad, sea cual sea, puede representar un riesgo. Tal vez, según nuestras hipótesis, solo una urbe pequeña y controlada como Mónaco pueda considerarse segura