La escalada de precios de los carburantes ha llegado a máximos históricos, con la gasolina y el diésel por encima de los 2,0 euros el litro (sin contar con el descuento de 0,20 céntimos fijado por el Gobierno). Ante esta complicadísima situación, ¿qué se puede hacer?
Una solución interesante es comprar un coche bifuel (gasolina y GLP) o adaptar el tuyo a esta tecnología, incluyendo un tanque de gas licuado del petróleo. Una transformación que suele estar en el entorno de los 2.000 euros, aunque podrás encontrar talleres donde esa tarifa es algo menor.
Galería: Prueba SsangYong Tivoli G12T GLP Urban Plus
Cabe recordar que, hasta 2023, el GLP se va a mantener siempre a la mitad de precio que la gasolina. Después de esa fecha hay que ver si se renuevan las ventajas fiscales de este carburante, que emite mucho menos CO2 y NOx que la gasolina y el diésel, de ahí la etiqueta Eco.
Es verdad que, por el tanque añadido, no hay disponible una rueda de repuesto de emergencia. Además, los motores pierden un poco de fuerza cuando se alimentan con GLP, pero las ventajas económicas son tan grandes que dejan en segundo plano los pequeños inconvenientes.
Ya sabes que los coches bifuel arrancan siempre con gasolina y luego, a través de un botón, es el conductor el que elige con qué tipo de combustible desplazarse. Por cierto, debes gastar la gasolina periódicamente del tanque, porque si no puede ser perjudicial.
En nuestro mercado, ¿qué vehículos bifuel hay? Dacia (Sandero, Duster y Jogger), SsangYong (Tivoli, Tivoli Grand, Korando y Rexton) y Subaru (Outback) tienen los modelos más interesantes con gasolina y GLP.
También los hay que se alimentan con GNC (gas natural comprimido), pertenecientes al Grupo Volkswagen, pero este carburante está ahora mismo muy caro (1,86 euros el kilo, de media, en este mes de junio), con lo que poca ventaja se les puede sacar.
En fin, como suele decirse, a grandes males, grandes remedios. Los coches bifuel cobran más sentido que nunca porque no parece que las tarifas de los combustibles vayan a bajar a corto plazo. ¡Menuda estocada cada vez que pasamos por una estación de servicio!