No hace falta mucha imaginación para recrear cómo eran las calles de las ciudades en los años 20. Gracias a esta película coloreada y restaurada, tenemos una rara visión de la vida urbana en ciudades de todo el mundo. Y no hace falta ser un experto en coches clásicos para apreciar lo singular que era el tráfico hace casi 100 años.
En las congestionadas calles de las ciudades actuales, es difícil imaginar que una escena similar tenía lugar hace más de 100 años. Desde Nueva York hasta Londres, los coches llenaban los centros de las ciudades en la década de 1920, y a juzgar por las imágenes, parece que nunca se ha sabido cómo remediar los problemas de tráfico que han afectado a la gente durante más de un siglo.
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Es evidente que los coches de hoy en día son muy diferentes a las máquinas esculpidas con enormes guardabarros de principios del siglo pasado, aunque tanto unos como otros se enfrentaban a problemas comunes, como encontrar aparcamiento.
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Estas imágenes coloreadas han sido creadas por el youtuber NASS, especializado en la restauración de películas que muestran las calles de ciudades del pasado. NASS ha compartido imágenes del Londres de los años 40 y de la California de los años 50 y 60. Estas películas únicas nos permiten echar un vistazo al pasado para ver exactamente cómo era la vida cotidiana.
En este vídeo podemos ver las interesantes diferencias entre las ciudades centradas en el coche, como Nueva York y Londres, en comparación con las urbes donde se camina, como Estocolmo y Ámsterdam. Muchas de estas ciudades siguen teniendo preferencias similares, que están claramente arraigadas en sus culturas desde hace más de 100 años.
En todas las ciudades se puede ver todavía algún transporte en carruaje de caballos, pero estos quedan empequeñecidos por la adopción a gran escala de los camiones como principal medio de transporte de mercancías. Los autobuses, incluidos los famosos de dos pisos de Londres, también están presentes en las imágenes.
Al sumergirnos en el tiempo con las imágenes restauradas, podemos establecer vínculos con nuestro pasado y con lo mucho que han cambiado las cosas... al tiempo que otras siguen igual.
Seguro que nuestros coches parecen diferentes a los de hace 100 años, pero seguimos conduciendo por las mismas carreteras y con un tráfico aún peor que el de nuestros antepasados, salvo que esta vez tenemos más medidas de seguridad y de confort a nuestra disposición.
Fuente: NASS