El Rolls-Royce Cullinan es uno de los SUV más lujosos del mundo, pero también uno de los más caros, con un precio cercano a los 300.000 euros. Lo que no ofrece el fabricante de Goodwood es una variante blindada, como sí hacen algunas marcas alemanas, por lo que hay compañías que disponen de una solución al respecto.

En este caso, es la firma germana Klassen, de la que no habíamos hablado hasta el momento, quien propone un Rolls-Royce Cullinan blindado, aunque cuesta casi tres veces más que el modelo original, lo cual es una verdadera salvajada.

Galería: Klassen Rolls-Royce Cullinan

Por supuesto, un precio tan elevado trae consigo un sinfín de mejoras de todo tipo, incluido el blindaje con protección de 360 grados para el SUV británico, que no es el escalón máximo para vehículos civiles, pero casi.

Hablamos de un nivel de protección BR6 (CEN 1063), es decir, capaz de soportar fuego de fusiles de asalto con munición 7,62 × 51 mm OTAN. Según la compañía, el techo y el suelo del vehículo también pueden aguantar dos explosiones simultáneas de granadas de mano DM51.

Klassen Rolls-Royce Cullinan
Klassen Rolls-Royce Cullinan
Klassen Rolls-Royce Cullinan

Klassen utiliza el concepto de núcleo blindado para el habitáculo, con aceros y materiales de alta resistencia, mientras que los cristales antibalas son de 41 milímetros de espesor (según estándar BR6).

El motor 6,7 litros V12 biturbo alcanza los 600 CV y, al igual que otros componentes de vital importancia, como la batería o el modulo de gestión electrónica del modelo, cuenta con protección. El modelo, además, es de tracción total y goza de un cambio automático de nueve marchas.

Klassen Rolls-Royce Cullinan

Como es lógico, también hay cambios en la suspensión, que ahora ha de trabajar con un peso mucho más elevado, y los neumáticos son de tipo run-flat, para poder seguir circulando incluso en caso de pinchazo.

En el interior, Klassen ofrece también personalización al gusto del cliente, "con materiales de primer nivel" (¿más que los de Rolls-Royce?), si bien el exterior mantiene un aspecto lo más parecido al del modelo de fábrica, para "atraer la mínima atención posible".

El modelo en cuestión se produce únicamente bajo pedido y tarda unos tres meses en fabricarse. El precio final del coche, que incluye ya los impuestos correspondientes en Alemania, asciende a 833.000 euros, nada menos.