Dos coches, una recta y una meta. Las carreras de aceleración son algo habitual debido a que son las más simples de realizar. Esta vez es el turno del Bugatti Chiron, una bestia de 1.500 CV, contra la máquina de cuatro ruedas más veloz del mundo, un Fórmula 1.
Los dos vehículos son considerados como de los más potentes del mundo, sin embargo, es interesante medir su aceleración, pues el Fórmula 1 destaca en el paso por curva, no en su velocidad punta.
Esta es la razón por la que el medio británico Carwow ha organizado esta prueba. Antes de comprobar el desenlace, veamos algunas cifras para poner en contexto a los protagonistas de esta 'drag race'.
El Bugatti Chiron es un coche conocido por su motor W16 de 8,0 litros, con cuatro turbos, que entrega 1.500 CV (1.103 kW) de potencia, canalizada a las cuatro ruedas a través de una transmisión automática de doble embrague.
El monoplaza de Fórmula 1 es el RB7 de Red Bull. Con este coche, el equipo austriaco se alzó con el campeonato del mundo de pilotos y constructores, además de sumar 12 de 19 victorias posibles en 2011. Posee un motor V8 de 2,4 litros limitado a 18.000 rpm y proporciona hasta 760 CV (559 kW).
A los mandos del 'toro' está David Coulthard, piloto de F1 retirado que participó en 15 temporadas y ganó 13 Grandes Premios, además de ser subcampeón del mundo en el año 2001 con McLaren.
La potencia debería dar como vencedor al Chiron, que cuenta con casi el doble pero, no obstante, el Fórmula 1 tiene un peso de 650 kilogramos, mientras que el hiperdeportivo francés debe mover casi 2 toneladas.
Pero, al final, ¿importan todas estas estadísticas? La realidad es que no, y solo se puede descubrir si pones a estos dos vehículos cara a cara en una carrera, como ha sucedido.
Es obvio que el Fórmula 1 adquiere ventaja al inicio por su relación potencia/peso, pero el Bugatti Chiron recorta distancias conforme va subiendo de marchas. El final de esta carrera de una milla (1,6 kilómetros) es muy igualado, y quizá te sorprenda quién venció.