En 2020, se celebran los 50 años de muchos modelos famosos, desde el Citroën SM al De Tomaso Pantera, pasando por el Lamborghini Jarama, el Alfa Romeo Montreal o el Range Rover. Entre todas esas celebraciones, queremos destacar también la del Suzuki Jimny. Con el paso de las décadas, el pequeño todoterreno del fabricante japonés sigue manteniendo su filosofía y espíritu originales.
El Jimny es, de hecho, el único 4x4 de pequeño tamaño que se vende en la actualidad en diferentes mercados, algo que ha sabido mantener a pesar de las adversidades y los cambios de generación. Digamos que no ha caído rendido a la moda SUV que lo ha arrasado todo.
No es una cuestión menor, sobre todo, si tenemos en cuenta que muchos otros todoterrenos, algunos con más pedigrí, han desaparecido o han cambiado radicalmente su esencia, convirtiéndose en sofisticados SUV. Han representado una especie de 'traición' a la tradición, para ser compatibles con las demandas de un público moderno.
Un 'Kei-car' para llegar a cualquier sitio
El origen del Jimny es el de la mayoría de los automóviles japoneses de la posguerra, los denominados 'Kei-car', que debían respetar unos límites de tamaño y de cilindrada, en un país donde el espacio ya era escaso.
En este caso, se hizo de la necesidad una virtud, y los diseñadores de Suzuki comenzaron en los años 60 a trabajar en un vehículo 4x4, que explotaría sus compactas dimensiones alejado del asfalto.
La primera serie, con el nombre de LJ10 y ya denominada Jimny, vio la luz en 1970, después de un largo y exigente período de pruebas: desde test de caída de un metro de altura, hasta otras de conducción en las agrestes arenas volcánicas del Monte Fuji.
Con menos de 3,0 metros de longitud y una distancia entre ejes de solo 1,93 metros, llegó al mercado el primer modelo 4x4, de fabricación en serie, del fabricante japonés. Esa primera primera versión ofrecía tres asientos, una carrocería abierta con un techo de lona,y un motor de dos tiempos, de 360 cm3 y refrigerado por aire, con 25 CV de potencia.
Un chasis con largueros y travesaños, una suspensión de ballestas y un diferencial trasero, combinados con un peso de solo 600 kilogramos, le permitieron llegar donde los 4x4 más grandes estaban acostumbrados a vivir.

Esa primera generación tuvo una vida muy larga y generó variantes, algunas de las cuales siguieron la evolución de los reglamentos de los 'Kei-car', que se volvieron más permisivos en términos de tamaño y cilindrada a lo largo de las décadas.
Después de que la serie LJ20 llegara en 1972, con un motor de refrigeración líquida y unos cuantos caballos más, el LJ50 debutó con un motor de tres cilindros de 539 cm3 en 1975, siendo el primer modelo que se exportó a Norteamérica, Asia Occidental y Oceanía.
La última versión del LJ, el LJ80, llegó en 1977 con un motor de cuatro cilindros y 800 cm3 de cuatro tiempos, y un rediseño más llamativo de la carrocería, que también incluía pasos de rueda más anchos en la parte delantera y en la trasera. Al final de su carrera, la generación LJ se vendió en más de 100 países y se produjeron más de 240.000 unidades.


A la conquista del mundo
La segunda generación, denominada SJ410, se desarrolló como un modelo global en respuesta a la creciente demanda de pequeños 4x4 para uso cotidiano y urbano, centrándose por primera vez en un diseño atractivo, con la mirada puesta en el público femenino, así como en la practicidad.
En muchos mercados extranjeros, el nombre de Jimny había sido reemplazado por otros, especialmente Samurai. El chasis siguió siendo un esquema clásico (nunca se cambiaría en esta generación, aunque evolucionó en el diseño y la construcción) y continuó utilizando ballestas, pero con mejores ángulos de ataque y salida.
El motor aumentó a 1,0 litros y 45 CV. En 1984 llegó el LJ13, una versión renovada con un motor de 1,3 litros, la máxima cilindrada jamás alcanzada por Suzuki hasta entonces, convirtiendo al pequeño todoterreno en una especie de buque insignia de la marca.

La producción alcanzó las 10.000 unidades mensuales, el 70% de las cuales se destinaron a la exportación. Poco a poco, el equipamiento técnico también creció, incluyendo la dirección asistida y una caja de cambios de cinco velocidades, al tiempo que se sustituyeron las ballestas por muelles helicoidales.
La gama de modelos también se amplió con variantes de chasis extendido, carrocerías cerradas y hasta una versión pick-up. En las versiones vendidas en Europa, también se ofreció un motor diésel de origen Peugeot.
Aquí llega el Jimny moderno
En 1998, después de casi 18 años a la venta y tras cerca de 1,7 millones de unidades producidas, llegó la tercera generación del Jimny. Representó una pequeña revolución, gracias a un diseño redondeado, destinado a asegurar que el nuevo modelo permanecería en el mercado durante mucho tiempo: 20 años y casi 1 millón de unidades vendidas.
La tercera generación llegó con una distancia entre ejes alargada de 2,25 metros y con una longitud total de 3,7 metros. En Japón, el Jimny medía solo 3,4 metros de largo, y aún así pertenecía a la clase 'Kei-car'. La inclusión de un eje rígido rediseñado mejoró la capacidad off-road del vehículo.
Por primera vez, la conexión de la tracción a las cuatro ruedas también fue posible en movimiento, utilizando la clásica palanca que, con el rediseño de 2008, fue sustituida por un sistema eléctrico de tres botones para conectar la tracción 4x4.
Un motor de 1,3 litros (desde 2005 con distribución variable, y desde 2008 con transmisión automática) estaba disponible, además de uno de ciclo diésel de origen Renault, entre 2004 y 2011, con 68 u 86 CV. Este motor se identificaba por la toma de aire instalada en el capó.

Presente
El último acto de la epopeya del Jimny sigue en marcha: el modelo de cuarta generación, lanzado en 2018, conserva las características esenciales del todoterreno compacto, desde las dimensiones hasta el chasis clásico.

Rinde homenaje a sus orígenes con un diseño angular y el clásico selector de tracción 4x4, al tiempo que ofrece un equipamiento acorde con la actualidad.
Incluye un sistema multimedia actualizado, con una pantalla táctil central, un motor de gasolina de 1,5 litros con 102 CV y una transmisión automática disponible como opción.