Corría el año 1990 cuando Opel presentó uno de los varios prototipos eléctricos que ha desarrollado la marca a lo largo de los años, y que podríamos considerar el antepasado del nuevo Opel Corsa-e. Hablamos del Opel Kadett Impuls I, basado en el Kadett de producción, que nació como un vehículo a modo de experimento, enfocado al ámbito urbano.
Antes del Impuls I, Opel ya había investigado en materia de eléctricos, como demuestran el Opel Kadett B Stir-Lec I, de 1968, que era un vehículo de autonomía extendida, o el Opel Elektro GT de 1971, que contaba con dos motores eléctricos, para un total de 120 CV, ya capaz de alcanzar los 188 km/h.
En esta ocasión, no obstante, vamos a hablar únicamente del Opel Kadett Impuls I, ya que este 2020 cumple nada menos que 30 años. Una ocasión ideal para repasar sus especificaciones técnicas y su historia.
Este concept eléctrico nació como parte de una investigación para averiguar la viabilidad de un vehículo con cero emisiones, para la ciudad, con la tecnología de la época. Una de las condiciones que se impusieron los ingenieros de Opel era mantener al máximo tanto el espacio interior como la capacidad del maletero. El modelo lograba un volumen de carga de 330 litros frente a los 390 del Kadett de serie.
El Kadett Impuls I fue desarrollado en colaboración con la empresa energética RWE y con el fabricante de baterías SAFT, que actualmente todavía coopera con Opel en la producción de baterías.
El motor eléctrico, de apenas 16 kW (22 CV), estaba alimentado por un paquete de baterías de níquel-cadmio, con una capacidad de 14,3 kWh, y ubicado justo en el vano motor, bajo el capó delantero. Cabe apuntar que, solo las baterías, pesaban 310 kilogramos y ocupaban un volumen de 170 litros. El coche contaba, por ejemplo, con sistema de recuperación de energía en las fases de frenado.
Opel anunciaba entonces un tiempo de recarga de las baterías de aproximadamente 5 horas, y la autonomía rondaba los 80 kilómetros. Una cifra que en la actualidad parece demasiado escasa, si la comparamos por ejemplo con los 330 kilómetros de autonomía que homologa el Opel Corsa-e.
Gracias a un peso de apenas 1.000 kilogramos, este Impuls I era capaz de acelerar de 0 a 50 km/h en 10,0 segundos, y de alcanzar una velocidad máxima de 100 km/h, que aunque pueda parecer modesta, es más que suficiente para un modelo que, recordemos, tenía un enfoque claramente urbano.