Al hablar del Opel Corsa-e 2020, puede que solo veas los casi 30.000 euros, sin descuentos, que tendrás que abonar por un utilitario. Sin embargo, si lo comparamos con la competencia y valoramos en su justa medida el uso al que va destinado este modelo urbano, puede que comiences a ver más allá y entender todo lo que te ofrece este vehículo ecológico.
El nuevo Corsa-e abrió su periodo de pedidos en el mes de junio de 2019, aunque la comercialización ha empezado a comienzos de abril, así que podemos hablar de un recién llegado a los concesionarios. Como sus hermanos térmicos, el Corsa-e utiliza la plataforma CMP o EMP1, procedente del Grupo PSA. De hecho, comparte mucha de la tecnología estrenada por el Peugeot e-208, pero existen diferencias. Te vamos a contar cuáles son.
El Corsa-e está impulsado por un motor eléctrico de 100 kW (136 CV), que mueve las ruedas del eje delantero. En términos prácticos, el utilitario eléctrico alemán siempre inicia la marcha en modo 'Normal', por defecto. Gracias a este programa, el vehículo se mueve con una agilidad más que aceptable, aunque no notas, en ningún momento, el empuje de los 136 CV que desarrolla el motor. Algo lógico, si nos encontramos en ciudad, dicho sea de paso, donde no se requieren velocidades demasiado elevadas..
Hecha esta salvedad, si de verdad quieres experimentar todo el empuje disponible, debes seleccionar el modo Dinámico. En ese escenario, al apretar con decisión el pedal derecho, notarás cómo tu espalda se hunde en el respaldo del asiento. Los 260 Nm de par disponibles parecen bastantes más, al entender que están disponibles casi desde parado.

Respecto a las prestaciones, el Corsa-e supera, por ejemplo, los registros del Corsa equipado con la mecánica turbodiésel de 100 CV: 8,1 segundos del modelo eléctrico, por 10,2 el térmico, en la maniobra de aceleración de 0 a 100 km/h. En cambio, la velocidad máxima da como vencedor a la versión de gasóleo: 188 km/h, por los 150 km/h (limitados electrónicamente) del Corsa-e.
En cuanto a la transmisión, el modelo ecológico de Opel funciona de la misma manera que un coche automático normal. La única característica especial es el modo de retención, representado por una B, especialmente indicado para enfrentarse a un descenso prolongado.

No obstante, el Corsa-e tampoco puede conducirse solo con el acelerador y el modo B de la transmisión activado. La deceleración al levantar el pie del acelerador no es suficientemente potente. Como sucede con Peugeot, Opel no cuenta con esa agradable función de 'e-pedal' o 'one pedal', cada vez más presente en los modelos eléctricos actuales.

Si hablamos de autonomía, según el ciclo de homologación WLTP, el Corsa-e puede recorrer 337 kilómetros con una sola carga. Obviamente, los más de 1.000 kilómetros del Corsa turbodiésel ganan por goleada, pero si tienes disponible un punto de recarga rápida de 100 kW, podrás disponer del 80% de la batería en solo 30 minutos.

Sin embargo, si la recarga la vas a realizar en un enchufe doméstico, con corriente alterna, ese tiempo aumentará bastante, teniendo que emplear toda la noche, si se emplea la recarga de 7,4 kWh, incluida de serie. Si optas por un cable de carga rápida de 11 kWh, opcional y asociado a un wallbox, conseguirás recargar la batería en apenas 5 horas y 15 minutos.

Durante nuestra primera toma de contacto, solo pudimos recorrer unos 85 kilómetros, aproximadamente. De este modo, resulta complicado conocer el alcance real del vehículo que, completamente cargado, muestra un alcance máximo de 330 kilómetros.
Después, la realidad de uso demuestra que la autonomía se va calculando en función del consumo instantáneo del motor, así que podrás ver saltos inexplicables, de 300 a 220 kilómetros, en apenas un minuto.

El chasis a veces da la sensación de ser un poco más rígido de lo recomendable, sobre todo al circular por carreteras mal asfaltadas. Pero, a cambio, resulta convincente comprobar lo poco que la carrocería se balancea en las curvas.
La propia ubicación de la batería, que se encuentra en el suelo del vehículo, entre ambos ejes, también ayuda a esta sensación de estabilidad. Aunque tampoco debemos olvidar que el Corsa-e es alrededor de 350 kilos más pesado que, por ejemplo, la versión turbodiésel.

Del interior, debemos destacar la pantalla de 7,0 pulgadas del sistema multimedia, incluida de serie. El contenido que muestra puede ser configurado, por ejemplo, para ofrecer las indicaciones del sistema navegación o un diagrama con los flujos de energía del sistema de propulsión eléctrica. Es un formato moderno y funcional, pero alejado del encanto que ofrece, sin ir más lejos, el Peugeot e-208 y su instrumentación tridimensional.

Por lo demás, el puesto de conducción es como el de cualquier otro Opel: sencillo y funcional. En la parte trasera, encuentro suficiente anchura a la altura de los hombros para un adulto de 1,75 metros, pero la cabeza queda un tanto pegada al techo.

En lo referido a la practicidad del Corsa-e, el volumen de carga oscila entre los 267 y los 1.042 litros, con los respaldos de las plazas traseras abatidos. Esto es 40 litros menos que en las versiones térmicas (entre 309 y 1.081 litros). No obstante, la boca de carga queda un poco elevada y, al plegar los respaldos traseros, no se obtiene una superficie plana. Dos aspectos a mejorar, sin duda.
Por último, la gama se divide en tres acabados, con unos precios que oscilan entre los 29.900 euros del Corsa-e Selection y los 32.750 del acabado Elegance.
La versión de acceso ya incluye elementos como el aire acondicionado, la instrumentación digital y el equipo de sonido. Además, gracias al descuento del fabricante, esa cifra se reduce a los 28.650 euros, a los que habría que sumarle las ayudas oficiales. Con todas esas deducciones, el precio final del Corsa-e se convierte en su mejor baza de cara al público.
Opel Corsa-e Selection 2020