La sexta generación del Opel Kadett, la última que se comercializó antes de la llegada del Astra, contó con una versión deportiva histórica, la denominada GSi (Grand Sport Injection), que resultó tan prolífica que, hoy en día, la marca alemana mantiene esa denominación para sus vehículos de altas prestaciones. 

Desde luego, el compacto germano siempre tuvo una alta aceptación, incluso desde su presentación, en el verano de 1984 y, más concretamente, en el salón de París de aquel año. El coche disponía de un motor atmosférico de gasolina, de 1,8 litros de cilindrada y 115 CV, con el que era capaz de superar los 200 km/h (201, en concreto). Una cifra mágica en esa época...  

Galería: Opel Kadett GSi 1984-1991

Además del atuendo deportivo, destacaba por unos asientos delanteros firmados por el especialista Recaro y por una instrumentación digital, nada habitual y, por ende, absolutamente revolucionaria. Eso sí, contaba con tambores traseros, pese a lo cual la frenada no podía considerarse un punto débil. 

En cuanto al dinamismo, la revista Motor16 aseguraba que "la suspensión es suave, pero, a su vez, el balanceo de la carrocería, escaso". El precio del coche, 1.740.000 pesetas, estaba muy parejo con el de sus principales rivales, como el Ford Escort XR3i o el Lancia Delta GT, entre otros.  

Tan solo dos años después, en 1986, apareció la carrocería de cinco puertas, que se acercaba a los dos millones de pesetas. Unos meses después, surgió otra mejora aún más importante, un nuevo motor de 2,0 litros y 130 CV, con el que el modelo conseguía aumentar ligeramente las prestaciones: 206 km/h de velocidad máxima y aceleración de 0 a 100 en 8,5 segundos.

Desde luego, el Volkswagen Golf GTI Mk2 tenía un rival de cuidado, porque el Kadett GSi también disfrutaba de la última tecnología, plasmada en la nueva inyección Bosch Motronic. En el interior, solo cambiaba el tapizado de los asientos. Lógicamente, las tarifas se incrementaron ligeramente, rodando los dos millones, la versión de tres puertas, y superándolos, la de cinco. 

Opel Kadett GSi

Pero, como suele decirse, lo mejor queda para el final. En 1987, surgió el Opel Kadett GSi 16v que, como su propio nombre indicaba, disfrutaba de una mecánica con culata de 16 válvulas, diseñada por Cosworth, que cubicaba 2,0 litros y alcanzaba los 156 CV. 

Obviamente, las prestaciones eran de primer nivel, con una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 7,7 segundos. Para controlar esa fuerza, había discos de freno y una doble barra estabilizadora en el tren posterior.

No obstante, se producían pérdidas de motricidad y el tren trasero era 'juguetón', lo que le convertía en un coche delicado en conducción deportiva. Costaba algo más de 2,3 millones de pesetas y se comercializaron más de 45.000 unidades en todo el mundo.

Opel Kadett GSi Cabrio

No se nos puede olvidar el Opel Kadett GSi Cabrio, también de 1987. Carrozado por Bertone, solo pesaba 55 kilos más frente al modelo de 130 CV. En este caso, el propulsor de 2,0 litros desarrollaba 115 CV y la capota de tela era de accionamiento manual. Lógicamente, costaba más que el resto de los GSi, superando los 2,7 millones de pesetas. Grandes tiempos para Opel...